307 días después, vuelve el básquetbol a Chile

Foto: lnbchile.com.

Con la Copa Chile 2021 de Transición, que mide a los mejores equipos nacionales, regresa el baloncesto tras la suspensión de su temporada 2020. Pero el Covid sigue complicando: seis partidos suspendidos para el primer fin de semana y una escasa preparación marcan el retorno.



El 16 de marzo de 2020, la Liga Nacional de Básquetbol anunció la suspensión definitiva de la temporada 2019-2020, a raíz del coronavirus. El torneo, que se encontraba en la etapa de playoffs, se dio por finalizado sin campeón, a causa de la crisis sanitaria que afecta al mundo.

Este sábado, tras 307 días, vuelve el baloncesto, en lo que será la Copa Chile 2021 de Transición, que se realizará bajo un estricto protocolo sanitario elaborado por la Comisión Retorno de la LNB. La pelota, después de un largo tiempo, volverá a botar. Aunque con poco y nada de preparación de los equipos. Y a medias, porque seis partidos ya fueron suspendidos por la organización a causa del Covid.

Los encuentros deberán reprogramarse dado que hay un club que tiene integrantes contagiados, mientras que otros no tuvieron los resultados de los test PCR a tiempo, a causa de la alta demanda nacional. Las Ánimas pidió no disputar sus dos duelos ante ABA Ancud, luego de que un jugador, el entrenador Jorge Luis Álvarez y su asistente, Marcos Beltramella, arrojaran positivo por coronavirus.

Pero no son los únicos que debutarán más tarde. AB Temuco-Ufro, que debía enfrentar a Deportivo Valdivia, no ha recibido los diagnósticos de los exámenes y sus dos primeros partidos fueron suspendidos. Misma razón por la que Los Leones y Español de Talca no jugarán el sábado ante la Universidad Católica y Universidad de Concepción, respectivamente. De no tener infectados, sí lo harán domingo, con el cotejo correspondiente a ese día.

Los equipos, además, llegan con una preparación a contrarreloj. Recién el 4 de enero los competidores recibieron la autorización para retomar los entrenamientos grupales en los gimnasios. Aunque los jugadores intentaron mantener el ritmo por cuenta propia y algunos sí se reunieron para practicar al aire libre, la mayoría solo tuvo dos semanas en conjunto, menos en algunos casos debido a la tardanza de los resultados de los PCR, para reencontrarse con las canchas y alistarse para el primer desafío de la temporada.

Pese a los pocos días para planificar los partidos presencialmente y a las suspensiones, los protagonistas son optimistas y valoran, por sobre todo, el hecho de regresar a la actividad. Así lo manifiesta uno que no podrá hacerlo aún con Las Ánimas por ser uno de los contagios del club fantasma: el adiestrador Álvarez, quien retornó a la institución con la conquistó la LNB en 2018, tras pasos por la selección chilena y el baloncesto argentino.

“Lo importante es que el básquet vuelva, porque volver es ganar. Con eso, tenemos que estar contentos todos, de que la pelota vaya al aire”, dice el estratega, quien, además, considera que la Copa Chile, torneo en el que su equipo es el actual campeón, será “un banco de prueba para todo”.

“No tenemos ningún antecedente de cómo vamos a volver. Desde el punto de vista físico, ni hablar. Los jugadores nunca estuvieron nueve meses parados. No han tocado el balón y sin hacer nada competitivo. Es inédito, más el cómo supera cada uno toda esta situación”, expresa, también, sobre cómo cree que afectará a los deportistas la vuelta luego del parón.

A destacar, y para seguir durante esta liga, está Kevin Rubio. El alero de 21 años de los Chicos de Oro retornó a su país de origen tras pasos por el Quimsa de Argentina y el Ourense español. Ahora, representará a Ancud, que debutará en la segunda semana de torneo ante Puerto Montt. En cuanto a los favoritos, Las Ánimas, al igual que la Universidad de Concepción y Valdivia, asoman como los candidatos para adjudicarse la corona.

El certamen se llevará a cabo en un nuevo formato de enfrentamientos zonales y con un total de 12 escuadras divididas en tres grupos de cuatro denominados Zona A, B y C. Una vez concluida la primera fase, los clubes líderes clasificarán a la siguiente ronda, al igual que el mejor segundo, para jugar las semifinales y final, que, en un principio, estaban fijadas la primera semana de febrero, pero que seguramente se reprogramarán por las suspensiones.

El campeón de la Copa Chile, que antes solo medía en un cuadrangular a los dos mejores de la Conferencia Centro y Sur, se ganará un lugar en la Súpercopa 2021, torneo en la que desafiará al monarca de la Liga, que arrancará un fin de semana después del término del primer certamen del año y que no tendrá descensos. La Segunda División, en tanto, tiene su inicio programado para marzo.

Vuelven las canastas, los tiros y los abrazos. Prácticamente un año después desde su última vez en suelo chileno, regresa el básquetbol, para intentar comenzar a dejar atrás la oscuridad del 2020. Si el virus así lo permite.

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