Abumohor: "Los errores del Consejo los están pagando 17 millones de chilenos"

Ricardo Abumohor

El dueño de O´Higgins y ex presidente de la ANFP, uno de los dirigentes más avezados del fútbol chileno, pide a gritos una actualización de los cimientos de la ANFP y asume culpas por la eliminación de la Roja del Mundial de Rusia 2018.



Ricardo Abumohor (75) es el actual presidente de O'Higgins. Antes, transitó un largo recorrido en el fútbol chileno, siendo el mandamás de la ANFP en dos oportunidades: como subrogante en 1984 y electo en el periodo de 1993 a 1998. Desde la oposición, fue el mayor denunciante, casi el único antes de que saltara el caso FIFA , contra la gestión de Sergio Jadue. Una posición crítica que elevó su reputación y su prestigio dirigencial. Ya no le quedan muchas ganas de pelear, delega más de lo que figura. Pero antes de apartarse del todo, lanza un desesperado mensaje de socorro, un llamado de atención para que las estructuras del fútbol nacional cambien. Propone un giro total.

¿Ha cambiado el fútbol chileno desde lo de Jadue?

Por todo lo que ha pasado, me doy cuenta de que no hemos aprendido nada. Repetimos los mismos errores que con Jadue. Lo de no hablar, no manifestarse, no decir las cosas como son, dejarnos llevar por el éxito deportivo sin saber cómo están las bases. Eso pasó durante cinco años con Jadue y ahora me preocupa que repitamos el mismo padrón. En un ámbito distinto, pero con el mismo fondo, donde las cosas no se dicen, las cosas se ocultan, se apañan. Y salen a la luz producto de un fracaso, porque si estuviéramos en el Mundial nadie estaría hablando.

¿Siente que se retrocedió?

No podemos tropezar con la misma piedra. Hemos repetido errores que si los hubiéramos evitado después de las experiencias, a lo mejor no estaríamos hablando de esto. En este caso, siendo absolutamente distinto a lo que ocurrió antes con Jadue, que fue una bacanal, no nos manifestamos por los inconvenientes que podíamos estar teniendo. Y eso nos llevó a esto. Me impresiona que cometamos los mismos errores, que sigamos los mismos cánones, hay algo que no está funcionando bien. Hay que transparentar, pero cuando tú haces cosas subterráneas, para ocultar, por no decir… Los gángsters tienen un período de usufructo pero a las finales, terminan mal.

¿Hace una autocrítica?

Todos cometimos errores, todos lo hicimos. Me preocupa, me asusta. Los errores que cometimos lo están pagando 17 millones de chilenos. Y los cometimos porque no fuimos claros, no fuimos transparentes, no denunciamos lo que teníamos que denunciar, porque nos dejamos llevar por los éxitos deportivos y no analizamos el fondo del asunto. Y la gente no nos cree porque se han sentido avasallados por todos lados.

¿Qué opinión le merece la gestión de Salah?

La tranquilidad que tengo es que conozco a Arturo y sé que es una persona proba. Dadas las circunstancias, hoy el no robar es como un mérito, y bajo ese aspecto tengo tranquilidad. Pero creo que Arturo requiere de mucho apoyo de todos. No tengo ninguna duda de que medidas de parche no nos van a conducir a buen puerto. Este directorio asumió en condiciones muy difíciles, han avanzado en cosas importantes, pero para lo que viene es insuficiente. O nos ponemos en el mundo actual, nos modernizamos, o seguimos con las viejas prácticas. Seguir así es ir contra el mundo.

¿Está bien rodeado Salah?

No lo sabría decir. Hay gente que se rodea de la gente en la que cree. Y de repente, trabajas con gente que a lo mejor no trabajas con tanta confianza y que te la impone cierto grupo. Y eso es lo que quiero decir, eso es lo que hay que terminar. No importa de dónde se sea. Lo importante es que cumplas los requisitos para el cargo que vas a desempeñar.

¿Ha sido así hasta ahora?

El único camino es ir con las dos manos de frente, que exista un compromiso de verdad por el desarrollo del fútbol chileno, sin importar lo que cueste y no acomodarnos a circunstancias. Con esto no estoy descalificando a nadie, sólo digo que Chile tiene materia prima, ha demostrado que puede ser más. Pero para eso, si no somos profesionales, si no dejamos intereses personales de lado, si no vemos que hay cosas que hoy te pueden perjudicar pero que mañana te van a favorecer, no tenemos alternativa. Pero veo que cada uno rema para su lado, que cada uno quiere tener su propio feudo. Llegó el minuto de cambiar. De las victorias no se aprende nada. Si no somos capaces de aprender de las derrotas y volvemos a insistir y pisar la misma piedra, en mi humilde opinión, creo que estamos equivocados. Hay que dar un vuelco total. Por mantener las cosas ocultas nos pasa lo que nos pasa, si hasta las sesiones de la Cámara de Diputados se pasan por televisión y el Consejo de Presidentes es cerrado. Queremos seguir con las mismas prácticas de la FIFA.

¿Está defraudado?

Si no entendemos que el mundo cambió y que es muy difícil hacer cosas cuando la gente no cree, estamos equivocados. Creo que llegó la hora de transparentamos, adaptarnos al mundo actual, que haya especialistas. No podemos seguir encerrados en los mismos conceptos, la misma gente, el mismo círculo sin tener objetivos claros y comunes. No tenemos el derecho de manejar el fútbol en una cúpula cerrada. Tenemos que abrirlo a la comunidad y los nuevos profesionales. Es el minuto para cambiar, para tomarlo en serio, con la profundidad del mundo actual. Debe ser ahora. Si no es ahora, no es nunca.

¿Qué le preocupa?

Que fuera de todos los escandalillos, la principal preocupación sea el técnico que vendrá, sin saber para dónde vamos, qué es lo que queremos. Y puedo estar equivocado, pero insisto: esto hay que profesionalizarlo al 1.000 por ciento y reestructurarlo así. Lo que más me preocupa es la conveniencia por sobre el argumento. Mientras sigamos así va a ser difícil hacer cosas y vamos a construir sobre un pantano. Si hay una razón que tú me digas que no será posible, yo no la veo, salvo intereses personales. El fútbol tiene una significancia donde no podemos permitir no ser profesionales, porque el mundo te va a comer. Y si a eso le podemos dar una cuota de romanticismo y lealtad, vamos a llegar a buen puerto.

¿Cómo lo haría?

Que llegue gente externa al fútbol. Hay que reformular los estatutos y reglamentos, ponerlos en el mundo actual. Reevaluar lo de las sociedades anónimas deportivas, que fueron muy importantes en sus inicios. Pero aquí, hecha la ley, hecha la trampa, y hay muchas falencias que corregir. Que los directorios sean directorios, que funcionen dos veces al mes, donde den parámetros y fiscalicen que las cosas se hagan. El directorio del fútbol toda la vida ha sido juez y parte. Eso tiene que cambiar. Tiene que haber un directorio que funcione como tal, y tiene que haber ejecutivos de nivel en cada una de las áreas, con objetivos precisos y especializados. Y bien remunerados.

¿No es utópico?

Hoy el fútbol lo puede hacer, pero tiene que abrirse. No podemos seguir encerrados con reglamentos que impiden incorporarse a personas que están afuera. Te podría mencionar 50 cabros jóvenes, profesionales, que están en las ligas amateurs y que vibran con esto y están capacitados. No puede ser que hayas tenido que ser dirigente de un club para entrar al directorio. ¿O vamos a seguir siempre con los mismos en el Consejo? Tiene que haber una renovación porque el mundo es distinto. También hay que revisar todo el tema del arbitraje, tienen que ser profesionales. No puede ser que de un escritorio de un banco se pase a dirigir un clásico. Todos tenemos un período en esto. Manejé mi empresa de ropa 35 años; si hiciera lo mismo, la quiebro en dos. Si no entendemos eso, es difícil construir, porque hoy la gente no le cree nada a nadie.

Pide que la gente actual se desligue del fútbol, ¿difícil?

Depende. Si la gente ama esta actividad por pasión, por motivación, o porque hay otros intereses. El fútbol es distinto a cualquier empresa. Entonces, si lo queremos convertir en un feudo personal, porque eso hicieron las sociedades anónimas (instaurar un concepto como que aquí hay dueños y el resto se puede ir a la cresta), eso no es así. Podrá ser en la ley, pero tú sin la gente eres nadie. La gente también necesita ver caras nuevas. ¡Si los Abumohor ya terminaron en el fútbol! O los nombres que sean, pero no podemos seguir en lo mismo, no sé si me explico. Uno aportará desde otras veredas.

¿No pasa lo del feudo en O'Higgins, club de su familia?

Para mí, mi familia lo está administrando. Pero yo cada vez quiero incorporarlo más a la comunidad. Tienen que estar cada vez más incorporados y no ha sido fácil por los conceptos.

¿Las sociedades anónimas le hacen mal al fútbol?

Hay que reformularlas sin lugar a dudas. Al menos cuando alguien quiera comprar un club, habrá que pedirle un certificado de antecedentes, digo yo. Tú para entrar a cualquier trabajo tienes que dar pruebas de suficiencia y acá vas, hablas con un par de personas y te haces cargo de un club. ¿Y? ¿Cuáles son los requisitos? ¿Cuáles las obligaciones y derechos? ¿Qué te van a imponer? Hoy te puedes sentir dueño de un club porque te lo dice la ley. Pero en la práctica no es así. Tú sólo lo estás administrando. En su momento le hicieron bien. Le pusieron un marco con obligaciones.

Suena desesperado.

Mi compromiso es con la actividad, yo ya estoy en el final de mi carrera deportiva. Si accedí a esta entrevista es por querer dar ideas a algo que pueda llegar a ser factible. Estoy en retirada, estoy en mi etapa final. Cómo quisiera tener 40 años menos para incorporarme de otra manera. Ojalá tratar de transmitir de que podemos, de que somos capaces para hacerlo. Pero para eso hay que dejar odiosidades, rencores, sabernos dar la mano y comprometernos al desarrollo... pero no lo veo. Si aquí cada uno quiere rascarse con sus propias uñas, no se puede. Uno espera que aparezca el William Wallace, y tendrá que aparecer, pero en estas condiciones es difícil con tanta descalificación, donde de lado y lado se cree que son los buenos.

¿Debe intervenir el Gobierno?

El Gobierno, el Ministerio del Deporte, por supuesto que tiene que intervenir. Cuando hablo de las sociedades anónimas, por supuesto que el Ministerio tiene que profundizar en ellas, analizarlas, ver qué ha sido positivo, qué cosa negativa, cómo reformulamos… ¿Cuál es el inconveniente para eso? Mira los artículos de la FIFA que decían que los gobiernos no podían intervenir en el fútbol y mira dónde nos llevaron.

¿Cree que será escuchado?

No lo sé. Tengo mis dudas porque veo a la gente en trincheras, no unificados diciendo que harán los esfuerzos que se deban hacer, que se va a sacrificar lo que se tenga que sacrificar... No los veo en esa onda. Ojalá se pueda tener esa actitud de decir "¿Sabes qué? Paremos la chacota, vamos a sacar esta actividad adelante". Si cada uno quiere seguir defendiendo lo suyo, no tenemos alternativa. Somos profesionales a medias, no más. No profundizamos los conceptos, no aprendimos de la administración anterior.

¿De quién es la culpa de la indisciplina de la Selección?

De todos los que no cumplen la función que tienen que cumplir. De los dirigentes, que no vieron o no lo consideraron; de la prensa, que se deja llevar por el éxito deportivo. Esto va a cambiar cuando cada uno cumpla su rol. No sé si se sabía, o si lo sabían y cometieron un error en no pararlo, pero volvimos a cometer los mismos pecados.

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