El ciclista biónico

Adolfo Almarza

El chileno Adolfo Almarza, con prótesis en las piernas, parte hoy en el Dakar del Mountain Bike: 500 kilómetros en el desierto más árido. Una historia de superación.



Acevedo, mánager de Adolfo Almarza (29), ciclista chileno que se convirtió en el único en el mundo en competir con prótesis en el descenso profesional. Y ahora va por otro desafío: Épica Atacama, el Dakar del Mountain Bike. La prueba que arranca hoy consiste en completar 500 kilómetros en seis días por el desierto de Atacama. La bicicleta de Almarza andará por senderos, cerros, lomas de arena y bordes del mar. "Sinceramente, éste es el segundo desafío más duro que me ha tocado vivir. El primero fue cuando tuve mi accidente a los 12 años y tuve que ponerme de pie siendo tan chico", dice sentado en el Mirador Pablo Neruda del Cerro San Cristóbal.

Los miedos no existen para Almarza, tras el accidente de tránsito en el año 2000 que lo dejó sin piernas. Aunque sí admite ansiedad para afrontar la prueba. "Épica es el desafío más grande en mi parte física y deportiva. Es la primera vez que correré una distancia tan larga. Las únicas carreras de Cross Country que he corrido han sido de 20 kilómetros. El objetivo es llegar a la meta y para ello me he preparado seis semanas", dice.

Pero no correrá sólo. En conjunto con su amigo Nelson Sepúlveda, competirán por el Team Almarza. La motivación de Adolfo debía ser complementada por alguien. "Necesitaba una persona que tuviese condiciones que yo no tengo. Que supiera navegar. Que supiera primeros auxilios. Que tuviera un físico potente y poderoso para poder acompañarme. Estoy ansioso, pero tranquilo porque en descenso me manejo. Ésta será una carrera nueva. Hay lugares donde me tendré que poner la bicicleta en los hombros y caminar. Dunas y lugares con piedras. Será extremo", avizora.

Almarza se muestra confiado y sonriente. En el peor momento de su vida, soñaba con ponerse de pie. Y lo cumplió. Ahora, siendo un deportista de alto rendimiento, la ambición no cesa. "Quiero seguir marcando historia. En el descenso pude llegar a ser el único en el mundo en practicarlo de manera profesional. Ahora se viene el Cross Country y varios deportes a futuro. Seguir demostrándole a la gente que no hay nada imposible, es mi sueño".

Aparte de ser deportista, Adolfo lleva cinco años al mando de la empresa Decidido, en la que se dedica a realizar charlas motivaciones narrando su historia de superación. "Partí sólo con un amigo haciendo charlas en 2012. No nos motivábamos juntos porque golpeamos muchas puertas y se nos cerraron. Después me acerqué a seis personas, les conté el proyecto, pero nadie creyó. Hasta que conocí a Julio. Le planteé mi idea y le gustó. Golpeamos 200 puertas de colegios, empresas y siempre nos ignoraban. Pero de a poco comenzamos a salir en los medios y un par de empresas ayudaron. Hoy ya estamos consolidados en el mercado. El nombre es principalmente porque es una enseñanza para las personas que hay que tener decisión en lo que uno haga", asegura mientras acompaña el tono de voz con gestos.

Sin embargo, hubo una charla donde Almarza sintió escalofríos. Aquella vez, notó que realmente su historia estaba conmoviendo a las personas. Esta vez fue el caso de un niño. "Se nos acercó y nos dijo: 'Chicos, hoy no quería venir al colegio. Había tomado la decisión de suicidarme. Y no sé por qué, hace mucho tiempo no me levantaba temprano. Hoy lo hice. Vine sin ganas al colegio y me topé con ustedes. Les doy las gracias porque realmente me dieron un sentido a la vida. Me hicieron cambiar de opinión y nunca más pensaré en lo que estaba pensando. Enfrentaré los problemas como corresponde'. Me impactó. Estaban Julio y otras personas más y que te digan eso, realmente sientes un escalofrío. Te das cuenta de que, con un poquito de nuestro proceso, podemos ayudar", concluye.

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