Luciano Aued revela la vez en que Kudelka trató de llevárselo a la U

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El volante de 32 años negocia su renovación con Universidad Católica. El argentino se ha transformado en un baluarte del mediocampo del equipo cruzado, que este martes cierra la primera rueda ante Unión Española, en San Carlos de Apoquindo.



Luciano Aued es uno de los referentes del campeón y puntero Universidad Católica. A pocas horas del cierre de la primera rueda, el volante argentino de 32 años accede a conversar con La Tercera de su futuro y la actualidad del conjunto cruzado.

¿Se llevaba mal con Beñat San José?

Nunca tuve ninguna diferencia importante con Beñat ni nada, es todo lo contrario. De hecho, jugué el 90 o 95 por ciento de los partidos. Siempre estuve a disposición. Por eso a veces es preferible callar un poco y dejar que hablen y que hablen y que hablen, porque después la única verdad es lo que pasó: yo sigo acá. el club me dio la tranquilidad de que no era más que un rumor. El club se acercó a hablar con ambas partes, pero no pasaba nada, era una convivencia muy normal, y lo hemos coronado con un título muy importante. Nunca he tenido discusiones, altercados ni le he faltado el respeto a un técnico. Siempre he sido de una conducta ejemplar.

¿San José le dijo alguna vez que lo quería fuera de la UC?

No. Nunca. Ni el club ni él. Nunca hubo esa intención. Me sorprendió que dijeran eso, porque si juegas casi todos los partidos y te dicen que eres una pieza importante hubiese sido raro que lo pidiera, pero nunca me lo dijo, ni tampoco el club. De última nos sentamos a charlar y lo resolvemos, pero el club me dijo que ellos estaban muy a gusto con que yo esté acá.

¿Tuvo una oferta de la U a principios de año?

No sé si una oferta. Sé que hablaron los clubes y, lógicamente, que Católica me mostró su interés para que yo siga acá. Como te digo, estoy feliz y contento. Después tenían un técnico argentino, Kudelka, que me conocía y ha dialogado conmigo en el sentido de querer contar solamente conmigo. Ya después que hablen los clubes.

¿Lo llamó Kudelka?

Sí, sí. Kudelka me llamó para contarme cuál era el proyecto y saber cuál era mi idea, pero le dije que estaba muy a gusto acá, que estaba encantado, que me parecía imposible poder salir de acá, porque estaba a gusto, sinceramente. Me comentó que quería hacer el intento igual, que iba a pelearla, que iba a hablar con el club, pero le dije que no iba a hacer ningún esfuerzo, porque estaba muy cómodo acá. Después hablaron los clubes, porque uno tiene que darle la posibilidad a Católica para que decida también. No sé qué ofreció la U. En ese sentido, uno queda un poco al margen y deja que todo vaya por los caminos que tiene que ir. Hablaron entre los clubes y no se llegó a ningún acuerdo, porque Católica quería contar conmigo. Eso también reconforta, porque al club le gusta que uno que esté acá y eso ratifica -volvemos al principio de la charla- que el club sí estaba a gusto conmigo.

Termina contrato a fin de año, ¿quiere renovar?

Sí, sí, sin duda. Tengo una tranquilidad muy importante acá. Le agradezco al club las ganas de querer que siga. Eso es reconfortante, pero no me gusta presionar al club; si realmente quiere que siga, que se sienta cómodo, bien y a gusto conmigo, para que tome una decisión acorde a lo que yo le puedo entregar, y no quizás presionar en algún sentido, o con alguna declaración. Si quiere que siga, que sea por el trabajo, la seriedad, por cómo me desenvuelvo en la cancha. No me gustaría que sea por una presión de los hinchas, o que sea forzado, quiero que sea natural.

¿Su renovación está avanzada?

Estamos charlando. Es una tranquilidad para mí que el club quiera alargar el vínculo. Ya llevo casi dos años. Estoy muy agradecido.

Y si quedara libre a fin de año, ¿ficharía en la U?

No, acá estoy bien. El club tiene intenciones de contar conmigo para el año que viene, ya me lo ha propuesto y sinceramente no tengo por qué pensar así, no tengo que pensar en eso, te digo me siento bien, me siento cómodo, me siento identificado. El club me ha tratado bien en momentos muy difíciles que me ha tocado vivir incluso se ha comportado bien y yo eso la verdad que lo respeto y valoro mucho.

¿Ganaron o perdieron con la salida de San José y la llegada de Quinteros?

Hemos mantenido una regularidad en el torneo local. Hemos sacado una diferencia muy importante, más allá del partido pendiente que tenemos. Tenemos la posibilidad de llegar al receso con seis puntos de ventaja. Ya hace un año y medio que venimos en la punta del torneo y eso no es algo para desmerecer. Quiere decir que el trabajo que venimos haciendo es muy bueno, más allá de los cambios de técnicos. En cuanto a Gustavo, lógicamente que se dio un aplomo, una tranquilidad, una seriedad distinta en el sentido de que él venía de procesos muy importantes, con selecciones nacionales, había salido campeón, es un técnico con muchos pergaminos que muestra una seriedad, una forma de manejarse y de leer los partidos que nos viene muy bien. Tenemos la deuda a nivel internacional, pero estamos todos en las mismas. Creo que ya es más institucional. Entran todos: plantel, cuerpo técnico y la institución. No hemos podido dar la talla.

¿Por qué?

La competencia es muy distinta. El nivel para el torneo local quizás nos alcanza, pero afuera los equipos son otros, la preparación es otra, la parte económica, la infraestructura y cómo se conforman los planteles es otra. La realidad es que nos está costando competir. La única forma de ser competitivo que veo yo es jugarla año tras año, que Católica juegue seguido, creo mucho en la repetición es como la madre de la perfección. Tenemos que apuntar a eso, a jugar de nuevo y armar un plantel más competitivo.

Usted dijo que les faltaba madurez...

Sí, sin duda. Para los jugadores grandes, como yo, que ya tengo mi recorrido, no haber podido transmitir otra cosa o intentar que la imagen de todos sea otra. La realidad es que nos costó a todos como plantel, pero sí es cierto que los de mayor madurez tenemos más responsabilidad porque tenemos un roce distinto y no supimos transmitirlo al plantel.

El año pasado dijo que el dogma ofensivo le jugaba en contra a los clubes chilenos internacionalmente. Esta vez hubo estilos variados y a Chile igual le fue mal, ¿qué piensa al respecto?

A lo que apunté con esa declaración es que acá en el torneo local se juega un fútbol de transiciones muy rápidas; sales del fondo y casi se juega de área a área. Y me parece que a nivel internacional los equipos juegan de otra manera, juegan distinto de local que de visita. Nosotros de local le ganamos a Central, Gremio e Independiente Del Valle, salvo a Libertad, que le empezamos ganando, pero no lo pudimos sostener. Quiere decir que de local estuvimos bien, pero costó afuera. Cuando tuvimos que ganar no lo hicimos.

Gorosito dice que le extraña que la UC no vaya en serio por un título internacional, ¿le falta ambición al club?

Creo que a lo que hay que apuntar es a asentarse a nivel local, formar una buena base que permita ser competitivo siempre y no como cuando yo llegué acá que salimos en el puesto 11 y después salimos campeones. Hay que mantener una regularidad de los primeros puestos y ahí sí te puedes largar al plano internacional, porque te entra mayor dinero y te da otro roce.

¿Sabían por qué estaban en paro?

Estaba bastante claro. Lógicamente que no en profundidad, pero entendemos cuál es la situación. Nos hemos solidarizado con la decisión que tomó el gremio. La verdad es que queríamos jugar, terminar esta fecha porque no nos parecía correcto enfrentarlo con juveniles. Queríamos jugar con profesionales como lo hicieron todos. En eso no estábamos de acuerdo.

Pero el paro los perjudicó, ya que no van a tener a Fuenzalida...

Sí, lógicamente que sí. El Chapa es una parte fundamental de este equipo, es nuestro capitán, nuestro líder. Es un poco de sensaciones encontradas, porque también entendemos la situación.

El Chapa es el capitán, pero hay hinchas en redes sociales que dicen que Ud. es el verdadero capitán, ¿qué opina? ¿Es el capitán sin jineta?

Para empezar, el Chapa es nuestro líder. Es la imagen del club. Es el primero en llegar y el último en irse. Transmite los valores a los más chicos. Entrena muy bien. Es serio, responsable. Son muchos los condimentos que hacen capitán a una persona. Tiene que ser ejemplo de ese lado y el Chapa sin duda que lo es. Ha conseguido muchísimas cosas, ha sido muy importante en los torneos que ha ganado Católica. Más no se puede pedir. Después lo otro de la gente, no le doy mucha importancia. Siempre me he sentido importante en los lugares en que he estado y he entendido que no hace falta tener la jineta para tener una voz de mando o ser ejemplo. Sí creo fervientemente que el capitán debe ser alguien del club, sobre todo los más chicos. Es bueno que se les dé prioridad a la gente del club como Benjamín Kuscevic, Nacho Saavedra, los que vienen de abajo. Además se potencia al jugador. Puede ser una contraposición lo que te digo, porque a mí no me genera nada, pero a los más chicos que los vean como un capitán es muy importante, más allá de Católica.

Que el Chapa tenga la jineta no quita que Ud. se sienta un líder...

No, sin duda que no. Eso viene con uno. Es natural, por personalidad, por forma de ser, por siempre querer entrenar a full, de tratar de ser ejemplo para los más chicos, aconsejarlos. Hacerte un poco partícipe del club, sentirlo como propio más allá de que no seas de la casa. Ese sentimiento hace que defiendas al club de una manera que hace que los hinchas se sientan representados, que los dirigentes digan que más allá de los altibajos futbolísticos uno tira para adelante y se pone la camiseta.

¿Está identificado con Católica?

Me he sentido muy cómodo, la gente y el club me hacen sentir así. Entonces a uno no le queda más que brindarse. Venia de un fútbol distinto, donde se vive de otra manera y más exigencias son otras. Estuve seis años en Racing y a lo último se hacía complicado por las exigencias del día a día y si te va mal los hinchas te apuntan por ser un referente. Se hace difícil la vida cotidiana sobre todo en familia. La llegada a Chile me dio una tranquilidad bárbara, sumado a que este es un club ordenado, es un club modelo, es uno de los más grandes del país, siempre quiere pelear arriba. Me siento identificado y parte importante del club.

¿Le gusta Santiago?

Sí. Me encantó. Lógicamente que entiendo que no es la realidad de todo el país. En la profesión, uno se desarrolla en este ambiente. Me ha tocado acá en Las Condes, todo perfecto, todo muy lindo, pero también me gusta ver otra realidad, me gusta involucrarme, me gusta mucho.

¿Qué hace para ver otras realidades?

Viajo, salgo un poco, por ahí a visitar a amigos, para ver también otra realidad, para conocer y entender como es la vida más allá del lugar donde me desarrollo, que claro, es perfecto, estoy en uno de los mejores lugares de Chile, según entiendo. He viajado a Concepción, a ver a Germán Voboril, es un amigo; Viña del Mar, Valparaíso, Reñaca. Me gusta conocer, entender de la cultura de Chile, por donde viene, lo que ha pasado, la verdad es que me interesa.

¿Por qué la UC domina en Chile?

Porque hace las cosas bien. Si podemos jugar la Libertadores el año siguiente y sigue ingresando dinero, ojalá se puedan contratar jugadores de mayor jerarquía aún de los que ya tenemos, porque tenemos un plantel muy competitivo, muy bueno. Han venido jugadores que han aportado muchísimo al equipo. El recambio que se produjo fue bueno también. Ya teníamos un plantel competitivo. El año pasado, para una sola competencia, estábamos bien pero este año vinieron Pinares, Puch, Cornejo que han sido muy buenos jugadores, han dado la talla, han estado muy bien. Nos han aportado al grupo. La política de contratación que utiliza Católica apunta a eso, a que los que vengan sean aporte y no sean uno más. Esas buenas decisiones llevan a que indefectiblemente te mantengas en los primeros puestos.

¿Está conforme con su nivel este semestre?

No me gustan los análisis individuales. Me ha tocado ser elegido el mejor jugador de Chile, pero no me gusta hablar a nivel personal. Entiendo que todo es una consecuencia. Si al equipo le iba mal a mí me iba mal, cuando nos fue bien a mí también me fue bien. En este caso, es lo mismo. Nos está yendo bien y creo que el nivel acompaña. Entiendo y me gusta que se me exija de la manera que se me exige, porque soy un extranjero, soy de afuera, soy refuerzo y precisamente la misma palabra te lo dice, tienes que ser refuerzo, tienes que dar un poco más que la media de Chile. Me parece muy bien en ese sentido que a los que venimos de afuera se nos exija de una manera especial.

¿Es factible lograr el bicampeonato?

Falta mucho, pero sí que es el objetivo principal que nos propusimos a principio de año. Estamos bien posicionados, pero para consolidarlo se tienen que dar muchísimas más cosas. No alcanza este primer semestre, no alcanza con lo que haces al comienzo, sino como terminas.

¿Es clave la continuidad de Puch?

Sería una baja importante. Con haber quedado fuera de la copas se hace difícil, se complica mucho más, pero ojalá que el club pueda hacer todas las gestiones posibles. Edson se siente a gusto, se siente cómodo, ojalá pueda seguir con nosotros, porque es un jugador de jerarquía, que ha marcado diferencia  y que nos da algo que nosotros quizás no tenemos, ese desequilibrio en el uno contra uno, que lo hace distinto.

¿Cómo proyecta a Ignacio Saavedra?

Le tengo una fe bárbara a Nacho. Ojalá podamos aportarle a algo y sumarle un granito para que haga una gran carrera acorde a sus posibilidades y sus ambiciones. Ojalá, porque es un chico muy humilde, muy trabajador, que escucha, que le gusta el fútbol, que se interesa, que lee y son todas cosas que quizás no son normales para un chico de su edad. Quizás no es del común de los futbolistas. Entonces, él es importante, Munder, Diego Valencia, un chico que le gusta aprender, que tiene esa ambición y ese deseo de mejorar. Sobre todo Nacho, con quien me ha tocado compartir el último semestre. Nos ha tocado salir campeones juntos, haciendo dupla. Trato de apoyarlo, de darle mi experiencia, que no se caiga cuando cometa un error, que entienda que es normal, que le va a pasar, que no se culpe tanto. Ya lo viví, me ha pasado y me ha tocado, hacer cagada tras cagada. Puedes volver a hacer algo bien y te vuelven a elogiar, es cíclico y es parte de la profesión, pero que no lo viva tan trágico o tan al éxtasis total. Sí que pueda mantener una regularidad y equilibrio, que es lo más difícil del futbolista, pero que sepa que se puede apoyar y que siempre va a tener a alguien que lo va a levantar.

Usted y sus fans le dicen a su pequeña hija "la niña crack", ¿qué le parece?

(Ríe) Sí, se llama Charo, pero acá le dicen Rosario, pero se llama Charo. Nació acá y es chilena. Me gusta la gente, me demuestra cariño. Mi novia, en la cancha, me cuenta que se quieren sacar fotos con la nena. Lo tomamos como algo gracioso, algo particular, pero entendemos que es parte del cariño que me demuestran, sobre todo los hinchas de Católica, de hacerte sentir a gusto. Cuando llegue acá me decían que Católica es una familia. Por ahí al principio no lo entendía, pero después, cuando pasan estas cosas, vas entendiendo lo que es: un equipo muy familiar, donde se puede estar tranquilo, donde la familia puede ir a la cancha donde, en este caso mi novia y mi hija, van tranquilas y les gusta ir, lo disfrutan y pasan estas cosas. Sinceramente, es genial. Después, que haya nacido acá también tiene un sabor especial. No me queda más que agradecer y tratar de ser cuidadoso y respetuoso todo el tiempo que tenga que estar acá en el país, sobre todo en Católica.

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