Javier Torrente: "Hay que salir del exitismo que solo valora al que gana"

Javier Torrente

El exayudante de Marcelo Bielsa llegó a Viña para rescatar a Everton del pozo de la tabla. Los oro y cielo han mejorado bajo su mando y salido de ahí. Mañana visita a una U herida.



Por la cabeza de Javier Torrente (49 años), rostro serio y caminar pausado, no pasa otra cosa que lograr la permanencia con Everton, un equipo que agarró hundido. Sumó 15 puntos sobre 30 desde su llegada, frente a los nueve de toda la primera rueda sin él, y levantó rendimientos claves como los de Toselli o Rubio. Hoy visita a la U.

¿Dónde estuvo el punto de inflexión de Everton para cambiar la dinámica negativa?

En el trabajo anímico. La unión en el vestuario fue clave para vernos como un equipo en la cancha. Y ahí nuestras posibilidades aumentaron. También en el triunfo ante UdeConce, donde ganamos después de 6 meses. A partir de ahí el panorama cambió.

¿Cómo recuperó a Toselli?

Contamos con un gran preparador de arqueros que trabaja con él. El arco es un puesto especial que necesita del buen trabajo defensivo del equipo. El meta siempre tiene que tapar dos o tres pelotas claves... Y a partir de ahí, Cristopher se volvió a sentir importante para recuperar su confianza.

¿Se pone un objetivo de puntos a sumar en estas cinco finales?

La meta es la salvación. Tocan partidos muy difíciles en estas tres fechas antes del nuevo receso, con dos salidas complicadas y un Antofagasta que pelea la punta del torneo. Pero confiamos en nuestro trabajo.

¿Incomoda tanto parón en medio del torneo?

Siempre incomoda para agarrar continuidad, pero hay que arreglarse así. Jugamos un amistoso con O'Higgins la semana pasada para no perder ritmo competitivo y creo que eso nos sirve.

¿En qué enfatizó durante el receso tras la derrota en Curicó?

Perder no le gusta a nadie, pero analizando los números, si mantenemos el ritmo de puntuación de las últimas siete fechas, vamos a estar muy cerca del objetivo. Ganar al rival directo hubiese sido positivo, pero está dentro de la cantidad de puntos que el equipo viene sumando. Solo eso, enfaticé en que mantengamos el ritmo.

¿Qué espera ante la U?

Un encuentro complicado. Ellos vienen golpeados por la eliminación ante Palestino y van a tratar de seguir peleando en el torneo.

¿Notó diferencias en el fútbol chileno entre estos meses que lleva y su etapa en Cobreloa en 2012?

La liga está distinta, por ahí más competitiva. Ha cambiado a torneo largo. Normalmente eso coincide con el dominio de los equipos grandes, pero estamos viendo equipos distintos pelear la punta, y a la U y Colo Colo algo más atrás.

¿Le molesta que le pongan la etiqueta de bielsista?

No me incomoda porque he trabajado 10 años con él y mucho de lo que hago tiene que ver con lo que aprendí con él. Lo que sí, no soy un reproductor acérrimo del estilo Bielsa. Cuando tengo los medios para implementar algo parecido, trato de llevarlo adelante. En los últimos años no tuve una billetera que me diera libertad para elegir los jugadores que yo quisiera. Me tocó dirigir equipos que arrastraban problemas económicos o de descenso y eso obligaba a ciertas urgencias.

Trabajó en Argentina con él. ¿Qué le parece el presente post Mundial de la Selección?

La selección no se aleja del problema dirigencial que tiene AFA. Cuando vivía Grondona, uno podía criticar, pero estaba todo más claro. Hoy la conducción es débil. A pesar de eso, ha llegado a tres finales y mantiene una competitividad, aunque a veces pasan rachas en que no se logra conseguir títulos. Tampoco Brasil ni Alemania ganan todo el tiempo. En la etapa de Sabella, podría gustar o no el juego, pero había un rumbo claro desde la directiva y el técnico. Lo mismo con Bielsa o Passarella. Eso en estos últimos años se ha perdido y se toman decisiones apresuradas.

¿Valoró el medio argentino llegar a tres finales?

El medio argentino está equivocado porque solo pone el acento en si se gana o se pierde. Estar en una final, entre los dos mejores del mundo, donde se jugó para ganarla, no es poco. Lo mismo las definiciones con Chile. Hay que abstraerse del exitismo exagerado donde lo único que vale es levantar la copa y el resto no sirve para nada. Ahí es donde no se hace un análisis claro.

Estuvo en Marsella durante un año. ¿Pudo ver el trabajo que le dio a Francia la Copa del Mundo?

Las camadas de futbolistas de ese nivel surgen de manera espontánea. Lo que sí sabíamos es que había una generación en aquel momento (2014), que le iba a dar a Francia 15 jugadores de un excelente nivel para pelear cosas importantes. Pero tenerlos no quiere decir después conseguir. La conducción de Deschamps fue excelente porque entendió lo que necesitaba ese equipo. Francia juega a lo que más le conviene a esos jugadores, ahí está la virtud del que conduce. Así se puede explotar y disfrutar de talentos como los que hoy tienen.

En Argentina no salen jugadores como antaño.

Es cierto que esas generaciones en que se juntan 8-10 jugadores de grandísimo nivel, hoy no está apareciendo. Hay problemas en la producción de centrales, laterales y volantes. Estamos acompañando a uno de los mejores jugadores del mundo, con futbolistas que no están en un nivel superlativo en sus equipos. Sin embargo, no deja de competir y eso es muy valorable también.

¿Lo han rodeado mal a Messi?

No creo en los que dicen que hay que copiar al Barcelona. Los estilos son para determinados equipos en un momento de su historia. El Barcelona, cuando perdió a los jugadores para jugar ese estilo, le ha ido mal. Te vuelves un fundamentalista cuando intentas imponer una idea a como dé lugar, cuando lo que necesita el equipo es otra cosa. Hablar de estilos es hablar de nombres propios. No hay que armar algo para que Leo juegue cómodo, sino un equipo que pueda jugar de la mejor manera, con Messi dentro.

Justamente el mejor Messi en Argentina se ve con Sabella.

Porque potenció a los otros 10. En un estilo opuesto al Barça, Messi tuvo su mejor versión ya que entendió lo que el conjunto necesitaba. Él puede ser extremadamente importante jugando en cualquier estilo, siempre y cuando se acomode a lo que el equipo precisa.

¿Le ha pasado que los jugadores influyan en las decisiones que usted toma como entrenador?

Las charlas con los futbolistas siempre sirven para buscar una mejora del equipo. Pero la decisión final es del entrenador. No puedo opinar de lo que se dijo del camarín de Argentina en el Mundial, pero su estilo no representaba la forma de pensar de Sampaoli. Evidentemente trató de buscar cambios, que permitieran estar más cerca de ganar. Con la U jugó de una manera, con Chile de otra. Después, si salió de Jorge o de los jugadores, no lo sé.

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