La deuda de Abreu

Sebastián Abreu

Aunque las dos fechas de castigo que recibió le abren la puerta de disputar un partido más por Audax, el balance del paso del charrúa es negativo.



La continuidad de Sebastián Abreu en Audax Italiano es cada vez más improbable. Disgustado por el rol secundario que tiene en la escuadra que ahora dirige Juan José Ribera y sobre todo por la carencia de un funcionamiento que favorezca su estilo de juego, el Loco reconoce que quiere irse. Lo dice incluso en la antesala a la audiencia del Tribunal de Disciplina que termina siéndole favorable: recibió apenas dos fechas de castigo por lanzarle una mesa a hinchas que lo insultaban.

En La Florida le abren la puerta a su salida. La apuesta que realizaron a comienzos de año, después de la llamativa campaña que el ex seleccionado uruguayo cumplió en Puerto Montt, claramente no dio los mismos resultados que en el sur. En la Décima Región terminó siendo ídolo y, además, sacándole lustre incluso a su rol de charlista, que formaba parte del acuerdo con los salmoneros.

Por esas razones, los audinos se abrieron a la posibilidad de su salida. "Vamos a darle las facilidades para que haga lo que él estime", avisan en el club. También precisan que no existen cláusulas contractuales que los aten y que es muy probable que la separación se produzca durante el receso. Tal como ansía Abreu, quien comienza a escuchar ofrecimientos.

El delantero de 41 años, quien con Audax estableció el récord Guinness de 26 equipos diferentes defendidos por un futbolista profesional, ha estado lejos de lo que mejor sabe hacer: convertir goles. En el equipo que dirigió Hugo Vilches y que ahora adiestra Juan José Ribera su producción es nula. Literalmente: no suma anotaciones ni en el Torneo Nacional ni en la Copa Sudamericana.

Su participación en la escuadra itálica ha ido en sostenido descenso. Hasta el castigo por el exceso después del partido frente a Antofagasta, Abreu suma participación en 10 partidos en el torneo local. En ellos, en apenas tres fue titular. Acumula escasos 413 minutos en el campo. Fue amonestado frente a la U del 30 de marzo, en La Florida.

En la Copa Sudamericana, por la que ayer Audax enfrentó a Botafogo, en Río de Janeiro, disputó sólo 35 minutos en el encuentro de ida, jugado en San Carlos de Apoquindo. Ni siquiera viajó al partido de vuelta, pues en el club priorizaron su defensa ante el órgano disciplinario, que terminaron calificando como "exitosa", pues se esperaba una pena más abultada.

La actual campaña del mundialista charrúa es muy distante de la que cumplió en Puerto Montt el año pasado, en Primera B. Ahí, sus números fueron inobjetables: 11 goles en 13 partidos. En el equipo de Óscar Correa fue titular indiscutido: sumó 1.170 minutos en cancha. En la Copa Chile, disputó dos partidos. Además, se convirtió en un ícono del equipo sureño, que lo utilizó como rostro publicitario para motivar a sus hinchas a integrarse como socios. Con ese aliciente, quiso probar en Primera, pero su campaña lo deja en deuda.

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