La U juega con fuego

La vuelta al mundo en 60 días. Así se podría resumir la película que ha protagonizado Universidad de Chile en estos últimos dos meses, desde que el pasado 4 de febrero cayera por 1-2 con Unión Española en el estreno del torneo nacional. Un golpe que hizo tambalear, casi al borde del nocaut a Guillermo Hoyos, y que puso un signo de interrogación muy grande sobre el plantel azul de cara a su participación en la Copa Libertadores. Panorama negro.

Sin embargo, aquellos fantasmas del debut desaparecieron de inmediato. Al punto de que hoy la U es el líder del campeonato, gracias a una seguidilla de seis victorias consecutivas, y también encabeza su grupo en la Copa gracias a su triunfo como visitante frente a Vasco da Gama. Claro que los azules no están solos en la cima de su serie. Comparten ese privilegio con Racing, justamente su rival de esta noche y que llega a Santiago con la última joya del fútbol argentino en sus filas, Lautaro Martínez.

Por ello en el CDA consideran el encuentro frente a la Academia como una final. Tomando en cuenta el linaje del rival, Hoyos tomó precauciones para llegar de la mejor forma futbolística y sobre todo física. Por lo pronto, reservó a seis de sus habituales titulares para que llegaran descansandos al duelo de esta noche. Ante los itálicos no estuvieron Rodríguez, Beausejour, Reyes, Pizarro, Pinilla y Soteldo el pasado viernes. Todos ellos serán de la partida hoy ante Racing.

La idea del técnico es intentar tener el control del partido desde la posesión, para quitarle velocidad a su rival. Pizarro y Reyes, quien se perdió el partido en Río de Janeiro por estar suspendido, tendrán un lindo duelo con Domínguez y Rosales, los dos volantes centrales que anuncia Eduardo Coudet para pelear el mediocampo.

Claro que donde más hincapié hizo Hoyos en la preparación del encuentro fue en la de achicar espacios, incluso en las zonas donde no está el balón. Una de las fortalezas de Racing es precisamente la rápida transición que tiene en la fase ofensiva. En ese sentido, el entrenador ha insistido hasta el cansancio en evitar pérdidas con el equipo mal parado en defensa, sobre todo con los externos en posición de ataque. Tanto Rodríguez como Beausejour serán clave, tanto en la generación de espacios en ataque como a la hora de cerrar los costados, tratando de que los delanteros transandinos no queden mano a mano con la última línea.

Y es que en la U, más allá de la efervescencia por el presente, asumen que enfrente estará un rival de jerarquía. No sólo por la presencia de Martínez. Centurión y López también generan preocupación en el CDA. Los de Avellaneda le ganaron en el debut a Cruzeiro en Buenos Aires y de la mano del técnico Coudet han tenido un revitalizador 2018.

Pero la preocupación en la U no está sólo con lo que puede ocurrir en la cancha. Fuera de ella también se jugará un partido tanto o más peligroso, toda vez que existe la amenaza latente de una suspensión del Estadio Nacional en caso de que se encienda un bengala en las tribunas. Como el cuadro azul viene arrastrando varias amonestaciones durante el último tiempo a nivel continental por el uso de pirotecnica dentro del recinto, se le comunicó que en caso de que ocurriera algo parecido en el choque de esta noche, el próximo partido como dueño de casa (19 de abril ante Cruzeiro) podría jugarse incluso sin público. Por ello, el llamado de los propios jugadores de evitar el uso de estos implementos durante el partido.

Como si no fuera suficiente la extrema peligrosidad del rival, también deberá atender el comportamiento de sus hinchas. Claramente, la U juega con fuego.