Leonardo Valencia: de hincha azul a 10 de Colo Colo

LEONARDO VALENCIA

El mediocampista de 28 años llega al conjunto albo precedido de varias historias en una vida ligado al archirrival, uno de los clubes donde se formó como profesional.



Leonardo Valencia (28) fue oficializado el lunes como nuevo refuerzo de Colo Colo. El volante vuelve a Chile desde el Botafogo de Brasil, para sumarse al plantel de Mario Salas e intentar ayudar a los albos en los desafíos que afrontarán durante 2020: el Torneo Nacional, la Copa Chile y la Copa Libertadores.

En su arribo, el mediocampista aseguró que enfrentará la nueva era en su carrera con profesionalismo, que se encuentra en una etapa de mucha madurez y que todas sus experiencias previas le sirvieron de aprendizaje. No profundizó, eso sí, en su relación con la Universidad de Chile, club al que hasta marzo de este año le profesó su amor y lo puso como predilección para un eventual retorno al país, y que ahora relativiza.

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Valencia: de hincha azul a 10 de Colo Colo

Valencia, con la 10 que dejó Valdivia.[/caption]

Y es que, a principio de año, cuando no atravesaba un buen momento en Brasil, enviaba mensajes para intentar cerrar su retorno al Centro Deportivo Azul: "Si Brasil no me da la opción de estar en la Selección, estar más cerca me la podría dar. Siempre que tenga la opción de la U, voy querer a volver. En su momento la U me quiso sí o sí, pero no llegamos a un acuerdo económico", dijo al Canal del Fútbol. "Veo todos los partidos de la U como un hincha más. Esto es de momentos… Ojalá que el equipo pueda levantar. Los muchachos tienen que levantar al camarín y volver a ser la U de antes", dijo, con firmeza, cuando los laicos sufrían un atribulado momento deportivo.

Efectivamente, el nuevo volante ofensivo de Colo Colo fue formado en Deportes Melipilla y la Universidad de Chile. No encontró su espacio al comienzo de su carrera, por lo que deambuló por varios elencos, como Melipilla, Unión La Calera y Palestino. Fue en la tienda árabe donde comenzó a despuntar y a hacerse un nombre en el fútbol chileno, impulsando al cuadro tricolor a figurar en la competencia local e internacional.

Por lo mismo, tras 48 partidos disputados y 17 goles entre 2014 y 2015, el mediocampista volvió de Palestino a la U, el club de sus amores. Esta vez sí lograría jugar, alcanzando incluso el estatus de seleccionado nacional recurrente (ya había sido considerado un par de veces como jugador árabe), sin embargo su adiós del conjunto estudiantil terminó siendo traumático, entre su rendimiento menos que irregular, escándalos de disciplina (fue sancionado por un afamado y polémico asado junto a Gonzalo Espinoza, Cristian Suárez, Luis Felipe Pinilla y Joao Ortiz) y un público conflicto con Johnny Herrera ("no maté a nadie ni choqué curado", dijo sobre el mentado asado que le costó una sanción después de que Herrera criticara a los implicados).

En Brasil, durante la primera temporada, respondió al rótulo de jugador mejor pagado de su equipo, sin embargo su aporte se fue diluyendo conforme avanzaron los días. En la segunda campaña, jugó poco y nada, y se ganó el repudio de los aficionados por el alto costo de su sueldo, poco proporcional con su aporte dentro del campo de juego. Por lo mismo, llevaba largo tiempo sonando como posible refuerzo de la propia U, que hace meses sondeaba la posibilidad de repatriarlo, buscando alternativas para su alicaído mediocampo.

En su presentación en el estadio Monumental, eso sí, se olvidó de su pasado y le restó importancia a su paso por la U. "No tengo miedo por mi pasado. Si tuviera miedo, no habría venido", aseguró. "Ya quiero comenzar a trabajar y a conocer el club. Es muy lindo estar acá. En parte vine por lo que genera Colo Colo en Sudamérica", agregó, confiando en que, ahora sí, podrá dar el salto de calidad definitivo en su carrera.

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