Culebrones e himnos AM: la exitosa fórmula de Morir de Amor

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Las actrices Antonia Santa María, Mariela Mignot, Dayana Amigo y Montserrat Ballarin en escena.

Siete mil personas han visto el musical de la dupla Los Contadores Auditores, que hasta el domingo 26 se presentará en el Teatro Nescafé.


Cambiaron de canal y emisora. Si en Surinam (2017), su obra anterior, había guiños a las series Breaking Bad y Game of Thrones, hace más de un año que los diseñadores teatrales e integrantes de la dupla Los Contadores Auditores, Juan Andrés Rivera (33) y Felipe Olivares (35), se la pasaron rebobinando antiguas e imborrables escenas de las telenovelas mexicanas, venezolanas y chilenas junto a las que crecieron, en los 80 y 90. Y al mismo tiempo, le subieron el volumen a la banda sonora kitsch y en español compuesta por Miguel Bosé, Juan Gabriel, Pandora, Pimpinela y tantas otras voces.

Así luce y suena Morir de Amor, dicen ambos, el musical que desde comienzos de este mes presentan en el teatro Nescafé de las Artes y que en solo siete fechas ha sido visto por casi siete mil espectadores. Un estridente homenaje a toda esa cultura pop y telenovelesca, que logra sacar carcajadas con escenas en las que van y vienen palabreos y cachetadas, estrepitosas caídas por las escaleras, súbitas cegueras y amores inconclusos. Previo a su estreno, el montaje coproducido por Cultura Capital (responsable, entre otros, de Piaf, Mercury y Lennon) ya había agotado varias funciones de su primera temporada, por lo que el equipo debió extenderla hasta el próximo domingo 26.

Escrita y dirigida por ambos, la historia transcurre al interior de la lujosa mansión de las hermanas Del Río, quienes se descueran por una herencia familiar de la que no han visto ni un solo peso. La mayor de ellas, Ana Luisa, encarnada por la actriz Antonia Santa María, ignora que su marido, Santiago Monterrubio (Gabriel Cañas), la engaña con su malvada hermana Ana Luz (Mariela Mignot). Sin embargo, su colorido castillo de naipes, donde habitan también sus dos hijas (Dayana Amigo y Monserrat Ballarin), comienza a tambalear ante la sorpresiva llegada de Julián Lombardi (Gabriel Urzúa), un amor del pasado que removerá algo más que brasas al interior del clan.

"Nosotros solemos ser medio pesimistas en la vida o no nos gusta hacernos expectativas, pero desde Cultura Capital tenían mucha confianza en que este montaje iba a resultar", comenta Juan Andrés Rivera. Con un playlist interpretado en vivo y compuesto por 19 grandes éxitos de la época, como Ahora te puedes marchar de Luis Miguel, o Yo no te pido la Luna de Daniela Romo, además de la notable aparición en escena de Emilia Noguera, para el diseñador y dramaturgo "también fue fundamental el look de teleserie en el gancho con el público, porque de alguna manera esta cultura le pertenece a la historia de todo un continente", agrega.

Con cuatro músicos en escena, bajo la dirección de Juan Pablo Ortega y Felipe Martínez, además de dos bailarines (Christian Oyarzún y Fernando Rosselot), según Felipe Olivares Morir de amor es el montaje más ambicioso que la dupla ha estrenado a la fecha. Y si los procesos creativos de Los Contadores Auditores ya solían ser extensos y "un atado de nervios", cuenta entre risas, "con este trabajo -que se prolongó por un año- supimos lo que era trabajar a otra escala, en este caso una mayor y más rigurosa, porque no solo había que trazar una historia sino armar una lista de canciones que nos ayudara a contarla, además de echar mano a los vestuarios, bailes y todo lo demás".

Fuertemente influenciados por películas musicales como La novicia rebelde y Cambio de hábito, Rivera cree han "capturado la necesidad del público de entretenerse y sin darse más vueltas". Olivares agrega: "Nos gusta ese concepto de que cuando faltan las palabras, nazca la canción. Por eso nos encanta este género y siempre habíamos querido hacer un musical a lo grande. Y queremos seguir profundizando ahí, porque es donde más cómodos nos sentimos".

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