Estudio rastreó el antiguo origen de los coronavirus, concluyendo que su antigüedad es mucho más alta de lo que se sospechaba.
30 jul 2020 03:17 PM
Estudio rastreó el antiguo origen de los coronavirus, concluyendo que su antigüedad es mucho más alta de lo que se sospechaba.
El coronavirus ha obligado a los devotos de los quirópteros a intensificar la defensa de su criatura favorita, a la que consideran como el "más incomprendido de los animales".
Hace unos días se fundó un temor colectivo debido a la presencia de murciélagos en un edificio de la Región Metropolitana. Sin embargo, expertos indican cómo proceder en esa situación y por qué no hay que temerles, sino cuidarlos.
La información fue confirmada por la Seremi de Salud de la Región de Los Ríos, quien llamó a atraparlos y entregarlos a las autoridades.
Tras estudio que halló refugios de los quirópteros, se adoptaron medidas turísticas de conservación en Arica.
"Esperamos tener una buena respuesta", dijo el Fantasma en su nuevo club, de la segunda división mexicana.
Nunca tomarlos con las manos desnudas y llamar inmediatamente a las autoridades, son las principales recomendaciones.
"Los estamos viendo más, no es que hayan más", explica Verónica Yung, encargada de la Sección de Rabia del ISP.
Que son ciegos, aves sin plumas o que se alimentan de sangre, son de las creencias más populares de uno de los animales menos queridos del mundo.
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De 70 muestras analizadas este mes, tres han dado positivo para rabia: dos en Rancagua y una en Chillán.
Sólo los monos, las musarañas elefante y ciertas especies de murciélago tienen período, como las mujeres. ¿Qué lo explica?
El sistema de los murciélagos tiene capacidad para trabajar en tres dimensiones y otorga una orientación precisa en cada momento que les permite guiarse en entornos complejos y reconocer si se encuentran en posición vertical cabeza arriba o cabeza abajo.
Estos mamíferos son los principales sospechosos de contagiar el ébola a los humanos tras el peor brote de esta enfermedad en la historia, pero los científicos creen que también podrían arrojar información valiosa sobre cómo combatir la infección.
La gigantesca estructura de 350 mil espejos crea un "rayo solar de la muerte", con torres térmicas que alcanzan los 540º C, quemando aves y murciélagos cada dos minutos.