Se trata del general Abdel Fattah Younes, ex ministro de Gaddafi que desertó al lado de los insurgentes.
Agencias
28 jul 2011 02:01 PM
Se trata del general Abdel Fattah Younes, ex ministro de Gaddafi que desertó al lado de los insurgentes.
El canciller Serguei Lavrov, dijo que los consideran como participantes de las negociaciones y que la solución al conflicto pasa por no seguir los objetivos políticos de potencias extranjeras.
En tanto, un diario ruso afirmó que Gaddafi está dispuesto a dejar el poder a cambio de garantías de seguridad.
Sin embargo, el consejo de transición que lidera la rebelión contra Muammar Gaddafi, dice que necesitan por lo menos unos US$ 3.000 millones.
En tanto, agencias locales informaron que la OTAN bombardeó puestos militares al sur de la capital y dejó víctimas civiles.
"Los pagos para el crudo de Libia se hacen a través de una cuenta bancaria en Qatar", dijo uno de los insurgentes en el marco de una reunión de consejos tribales opositores en Abu Dabi.
"No hemos visto los cuerpos, ni nos han dicho los nombres de los nietos", dijo uno de los portavoz de los opositores.
Los combates entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes han aumentado los temores de inestabilidad previos a la declaración de independencia de la región en julio próximo.
La cooperación de EE.UU., incluye suministros médicos, uniformes y botas, equipo de protección personal, radios y comida.
Así lo afirmó el vocero y líder de los rebeldes quien se reunió con el canciller italiano Franco Frattini en Roma.
En tanto la OTAN, afirmó que un alto el fuego en Libia debe ser "creíble" y "verificable".
El organismo aseguró que no sabía que los rebeldes estaban utilizando tanques, un tipo de fuerzas que hasta ahora sólo había sido usada por el régimen de Muammar Gaddafi.
En tanto, el portavoz militar opositor, Ahmad Bani, aseguró que los ataques fueron perpetrados por aviones de Gaddafi que violaron la zona de exclusión aérea.
Ya el fin de semana pasado aviones aliados bombardearon equivocadamente una posición de los rebeldes en Ajdabiya causando la muerte a 13 insurgentes.
Las fuerzas del Presidente electo Alassane Ouattara, aseguraron que comenzó "el asalto final" contra Gbagbo tras fracasar negociaciones de la ONU y Francia.