Estados Unidos La crisis migratoria se toma la agenda de cara a las elecciones

Los inmigrantes recién llegados a la ciudad de Nueva York esperan en la acera fuera del Hotel Roosevelt en el centro de Manhattan, donde se ha establecido un centro de recepción temporal en la ciudad de Nueva York, Nueva York, EE.UU., el 1 de agosto de 2023. Foto: Reuters

Durante estos cuatro años, el flujo migratorio hacia Estados Unidos partió de prácticamente nulo con los cierres de pasos fronterizos por la pandemia, al peor momento de su historia en diciembre de 2023, con 250 mil detenciones de personas cruzando ilegalmente.


El decreto se produce mientras la policía de Nueva York emitió esta semana una “Alerta de Conciencia Situacional”, advirtiendo que la brutal pandilla está dando cada vez más a conocer su presencia en los cinco condados, y sus miembros solicitan asilo en la frontera de Estados Unidos y acuden en masa a Nueva York para unirse a otros pandilleros.

“Llegó el punto en que tuvieron que publicar políticas sobre el uso de la fuerza como si estuviéramos en una zona de combate”, dijo el miércoles una fuente de la Guardia Nacional al New York Post.

Esta situación se produce justo en momentos en que el país se encuentra inmerso en medio de la campaña por las primarias de cara a las elecciones de noviembre y la migración, que llega principalmente por la frontera con México, se ha transformado en un tema de campaña. De hecho, Joe Biden ha ido corriendo las fronteras de lo que en un principio encontraba aceptable. En 2020, con cuatro años de gobierno por delante, su administración detuvo casi completamente las deportaciones, buscando separarse de las políticas del presidente anterior. Esta semana, con la carrera electoral iniciada, se supo que el demócrata estaría planteándose, luego del fracaso de su ley de migración en el Congreso, el decreto de una norma que evitara que aquellos que cruzan ilegalmente Estados Unidos puedan pedir asilo en el país.

El cambio de políticas de Biden no nació en un vacío, y los republicanos tienen los números de su parte cuando quieren hablar de una “amenaza” en la frontera. La Patrulla fronteriza norteamericana detuvo en diciembre del año pasado a cerca de 250 mil personas que habían cruzado ilegalmente el límite con México, poniendo así un nuevo récord de detenciones. El peak anterior había tenido lugar en mayo de 2022, con 224 mil detenciones.

Alan, un niño migrante venezolano, que viaja con su madre y busca asilo en Estados Unidos, se encuentra a orillas del río Bravo, luego de quedar varado cerca de la ciudad de Villa Ahumada, debido a que la Guardia Nacional de Texas bloqueó el paso. Cruce en la frontera entre Estados Unidos y México, en Ciudad Juárez, México, 30 de septiembre de 2023. Foto: Reuters ​

Durante la pandemia, con la frontera cerrada, el “asunto migratorio” había quedado en stand-by. En abril de 2020, cuando empezó a abrirse la frontera, el flujo llegó a bajas históricas, y las detenciones llegaron a 16 mil. Desde entonces, ha habido 10 meses con más de 200 mil detenidos, y tanto la infraestructura como el personal necesario para custodiar la frontera se han visto desbordados.

Kevin Appleby, analista del Center for Migration Studies de New York, da cuenta del alza en el flujo migratorio. “La inmigración a la frontera ha crecido porque han aumentado los motivos que empujan a la gente a irse de sus países, por los estados fallidos y por el levantamiento del Artículo 42. Biden y el Congreso están intentando detener esto con el aparecimiento de nuevas políticas restrictivas”, comenta Appleby a La Tercera.

Según indican las estadísticas federales, el 54% de los migrantes detenidos en la frontera son adultos solos, mientras que el 41% son personas viajando en familia, y el 5%, menores de edad no acompañados. Eso, al menos en diciembre, el mes donde una caravana de casi 10 mil migrantes empezó a subir caminando por México.

Al respecto de estos flujos, Appleby comenta: “Hay migrantes de todas nacionalidades, pero los principales son los venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüense. La migración de mexicanos ha bajado, pero sigue siendo alta”.

Un reportaje del Wall Street Journal del 18 de diciembre dio cuenta de cómo los contrabandistas de la frontera habían pasado, en este último tiempo, de utilizar los grandes cruces a elegir sectores remotos de la frontera. En estos lugares, como Lukeville, Arizona, los oficiales de migración no tienen ni la mano de obra ni la infraestructura para gestionar grandes cantidades de personas en esos lugares.

Al respecto, ha habido acusaciones cruzadas entre México y Estados Unidos. “La relación con México ha sido dispareja, a medida que Estados Unidos ha venido presionando al gobierno mexicano de detener la migración hacia Estados Unidos. El tema es que México no quiere hacerse ver como el país que hace el trabajo sucio”, indica Appleby.

John Zogby, de la Consultora Zogby Internacional, comenta a La Tercera el caso de la relación a ambos lados del río Bravo. “México es un importante socio comercial y la fuente de muchos trabajadores productivos (e incluso de estadounidenses ricos). Hay tensiones debido a las actividades de los capos de la droga y al comportamiento a veces extraño del Presidente mexicano, Manuel López Obrador. Existe cierta cooperación en cuestiones fronterizas, pero no la suficiente para resolver este problema mayor”, comenta el analista.

Camino a las elecciones presidenciales, el partido de Trump ha ido subiendo su apuesta en las leyes migratorias, condicionando su respaldo a los paquete de ayuda a Ucrania a cambio de medidas más duras en la frontera.

Migrantes esperan en la frontera entre Estados Unidos y México tras la expiración del Título 42, en Yuma, Arizona, EE.UU., 12 de mayo de 2023. Foto: Reuters

En medio de ese desarrollo, el mismo Joe Biden terminó pidiendo el 29 de enero al Parlamento el poder de cerrar la frontera totalmente, para contener la ola actual de migración. “Si me dieran esa autoridad, la usaría el día que aprobara el proyecto de ley”, señaló el presidente en un comunicado.

Al respecto de la gestión del presidente Joe Biden, John Zogby comenta a La Tercera: “En materia migratoria, lo hecho por Biden ha sido visto como insuficiente y demasiado indulgente, según sus críticos. Lo culpan por no haber seguido con las deportaciones en masa, por no financiar de manera suficiente a la patrulla fronteriza y la policía, por permitir que se estanquen las audiencias sobre el estatus de refugiado y, en general, mirar a otra parte en una crisis nacional mayor”.

La ley que Biden intentó aprobar en enero, y que los republicanos encontraron “insuficiente”, partía por cerrar la frontera si la cantidad de personas que era detenida por entrar ilegalmente llegaba a un promedio de cinco mil personas por día en el curso de una semana. También se activaba este cierre directo de la frontera si, en un día, se detenía a 8.500 personas.

A medida que se acercan las elecciones de noviembre, la ventaja en este tema se la lleva Donald Trump. Una encuesta a los siete “estados bisagra”, hecha por Bloomberg News y Morning Consult, indica que la cantidad de personas que cree que la migración “es el tema más importante” en la campaña aumentó en seis de esos estados.

Al respecto, Zogby asegura: “La inmigración es ahora mismo, o el tema número uno, o el tema número dos, solo después de la economía. Pero también es un asunto muy intenso. Millones de votantes, de los cuales muchos ni siquiera viven cerca de la frontera sur, están enojados al ver lo que perciben como la debilidad de la administración de Biden. Demócratas y liberales ahora sufren por la percepción (y a veces realidad) de que las ciudades que controlan no cuentan con infraestructura o servicios suficientes para quienes llegan”.

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