Paulina Saball: “La participación de los privados será determinante en todas las etapas del proceso de reconstrucción”

17 Febrero 2023 Entrevista a Paulina Saball, Delegada del gobierno para la reconstruccion de las zonas afectadas por los incendios Forestales. Foto: Andres Perez

La delegada presidencial para recuperar las zonas destruidas por el fuego advierte que la magnitud de las zonas afectadas por los incendios no es comparable con el levantamiento de la localidad de Santa Olga que ella inició como ministra de Vivienda en 2017. Pero que, al igual como lo hizo en esa oportunidad, buscará la ayuda del sector empresarial para sumarlo al rol del Estado y que -sobre este tema- “no he visto por parte del gobierno ni negativas ni prejuicios”.


Paulina Saball Astaburuaga (70) desprende tranquilidad al hablar. Incluso, al detallar -con voz baja y pausada- la magnitud del daño (más de 360 mil hectáreas) y la gran cantidad de localidades afectadas por los recientes incendios forestales en Ñuble, Biobío y La Araucanía, regiones donde el Presidente Gabriel Boric le encomendó liderar la reconstrucción.

Militante del Mapu durante su época universitaria en la Universidad Católica, en plena Unidad Popular, cuenta que hasta hoy mantiene una estrecha amistad con excorreligionarios como Carlos Montes, entre muchos otros. Y aunque no tiene certeza, habría sido el actual ministro de Vivienda quien la recomendó al Presidente para asumir este nuevo desafío.

Desde que partió la pandemia, la asistente social había decidido irse a vivir con su marido a una parcela en la ribera del río Chamiza, en las afueras de Puerto Montt. Ahí estaba junto a sus nietos –que habían llegado de vacaciones a principios de este mes- cuando el jueves 9 recibió la llamada de Boric que cambió repentinamente sus planes.

“La llamada fue sorpresiva, pero mientras hablaba con él pensé que al Presidente no se le dice que no, y le respondí que si él creía que yo podría aportar en una circunstancia como esta, lo iba a hacer. Mi marido me dio todo su apoyo para esta tarea, se quedó con los nietos, y al día siguiente tomé un avión a Santiago y me reuní ese sábado en la mañana con el Presidente, la ministra (Carolina) Tohá y el ministro Montes, y partí a las tres regiones afectadas”, cuenta la delegada, este viernes en la mañana, desde su nueva oficina en calle Serrano, junto al edificio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, un lugar especial en su vida profesional y política.

“Ya he tenido tres pasadas por acá (encargada de difusión en el gobierno de Patricio Aylwin, subsecretaria en Bachelet 1 y ministra en Bachelet 2). Pero esta vez no dependo de esta cartera, sino que el ministro Montes generosamente me prestó esta oficina que se encontraba desocupada”.

¿Cómo organizará su trabajo?

Sólo con mi mochila. Este no es un cargo nuevo, sino que es una función temporal. Mi tarea es coordinar la institucionalidad que ya existe, articular la ayuda de los ministerios y, principalmente, estar mucho en terreno en las tres regiones, trabajando con los delegados presidenciales, alcaldes, jefes de servicios y gobernadores regionales, que hoy son autoridades claves en la descentralización y que hace seis años no existían.

¿Cuál fue la instrucción central que le dio el Presidente?

Que cada proceso de reconstrucción sea adecuado a la realidad de cada zona y para eso hay que ir a escuchar a la gente a los territorios. La mayoría son áreas rurales con distintas realidades, comunas con una pobreza mayor que el promedio del país, con agricultura familiar campesina, mujeres jefas de hogar y trabajos temporales que se han visto interrumpidos. Uno de los temas más urgentes es recuperar el tema productivo, la reconversión de áreas y el fomento de actividades. Y, por supuesto, el tema de la infraestructura y la habitabilidad de las familias.

Paulina Saball en reunión de coordinación con la ministra Carolina Tohá y los ministros enlace Juan Carlos García y Carlos Montes.

Usted ha liderado varias reconstrucciones, entre ellas, el exitoso levantamiento en Santa Olga en 2017. ¿Busca aplicar ese modelo de trabajo en algunos lugares?

La similitud de lo ocurrido ahora con la situación de Santa Olga es que el origen de la tragedia es el fuego. Santa Olga era un solo poblado muy cerca de Constitución, ciudad que había tenido una experiencia muy traumática con el tsunami de 2010, lo que le había dado a sus habitantes una capacidad de resiliencia muy fuerte. Eso nos posibilitó que toda la parte de la transición se hiciese a través de arriendos y acogidas en casas familiares. Purén y Santa Juana, por ejemplo, son comunas con centros urbanos, pero con sectores rurales muy relevantes.

¿Qué lecciones de lo hecho en Santa Olga se podrían aplicar?

La participación activa de las comunidades en el diseño de la reconstrucción, que entendieron que se estaba rediseñando un poblado que iba a tener un estándar de bienestar mayor del que tenían. Hoy hay un terminal de buses, un liceo, las calles están pavimentadas, sedes comunitarias hermosas, equipamiento adecuado... Esa mirada integrada es un aprendizaje que podemos replicar acá. La cooperación entre los servicios públicos, la sociedad civil y los municipios. Y la colaboración pública privada, que fue es un factor decisivo.

¿Qué rol le asigna al mundo privado en esta reconstrucción?

La participación de los privados será determinante en todas las etapas del proceso. Hemos visto hoy toda la colaboración de los voluntarios, de innumerables personas anónimas, de las empresas de la construcción, la Corma, el CPC y todos los organismos que están hoy presentes ayudando en todas las comunas en el proceso de emergencia. Nuestro desafío es que esa colaboración se mantenga y se potencie en el proceso de reconstrucción que viene. Desde el primer día que asumí esta tarea he recibido múltiples mensajes del mundo privado.

Se comenta que usted tiene muy buena llegada a los gremios empresariales...

Yo tengo un profundo respeto por todos los actores y creo que en una situación como esta, y ojalá fuese siempre así, hay cabida para todos los sectores: público, privado y sociedad civil. En nuestro país hay muchas organizaciones de la sociedad civil que juegan un rol muy importante y que muchas veces no visibilizamos... Por ejemplo, Techo, la Fundación para la Superación para la Pobreza y muchas instituciones que están permanentemente trabajando en terreno, cuyo rol es fundamental. También hay que destacar ese silencioso voluntariado. Por ejemplo, hay personas que hoy -organizadas por el Ministerio de Salud- están trabajando en el tema de salud mental y de apoyo sicológico. Hay otro grupo que en estos momentos está ayudando a limpiar y despejar los terrenos. En Chile de verdad la solidaridad en los momentos complejos es muy grande. Lo que tenemos que lograr es que esa solidaridad transversal en esta etapa de emergencia se exprese también en acuerdos en el proceso de reconstrucción.

Pero los sectores más de izquierda de este gobierno, agrupados en Apruebo Dignidad, tienen un distanciamiento ideológico con el mundo empresarial, y podría ver con recelo la participación de algunas organizaciones empresariales o civiles que tengan un pensamiento más liberal y de derecha. ¿Usted cree que se pueda encontrar con algunas dificultades en ese sentido?

No he visto por parte del gobierno ni negativas ni prejuicios. Al contrario, mi experiencia esta semana en Ninhue, Nacimiento, Galvarino... fueron reuniones en que estaban autoridades de gobierno, de los municipios, parlamentarios, de la Corma (Corporación Chilena de la Madera), de la Cámara Chilena de la Construcción, de Desafío Levantemos Chile, de las empresas eléctricas... Me impresionó el grado de disponibilidad de todos para atender los temas concretos y espero que eso se proyecte en el proceso de reconstrucción. La ministra Tohá en una de las reuniones puso mucho énfasis en que la palabra colaboración debía ser el sello de este proceso. Mi impresión es que hoy tenemos muchas manos, voluntades y sectores dispuestos a cooperar en este proceso y mi tarea será articular esas distintas visiones.

La delegada presidencial para la reconstrucción en su oficina, ubicada en calle Serrano, Santiago Centro.

¿Cuál es su opinión sobre la creación de un royalty a la industria forestal que proponen voces frenteamplistas?

La ministra Tohá (quien descartó la iniciativa que se empezaba a debatir en el oficialismo)dejó muy clara la posición del gobierno al respecto.

Más allá del royalty forestal, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, señalaba hace unos días que así como se prohibió construir en las zonas afectadas por el maremoto de 2010, ahora debiese haber alguna regulación a las empresas forestales en las zonas urbanas afectadas por estos incendios...

No hay que pensar que tras una tragedia como esta no hay que hacer nada o hay que negar una actividad productiva. Tenemos que planificar mejor, armonizar, construir infraestructura que colabore y cambiar conductas humanas que son relevantes respecto del cuidado en cada uno de los lugares. Por ejemplo, tras el 27-F se creó el sistema de alertas tempranas y se construyó una gran cantidad de obras en el sector costero que hoy son mejores espacios públicos e insfraestructura de protección.

Usted también fue ministra de Bienes Nacionales, ¿qué le parecen las declaraciones de la ministra de esta cartera, Javiera Toro, que -en el contexto de la crisis habitacional- dijo que los terrenos de las FF.AA. y Carabineros que no se estén utilizando deben volver a la administración del Estado.

Lo que ha dicho la ministra Toro es que hay que reactivar un tema que viene desarrollándose desde hace mucho tiempo, desde los acuerdos de Chena, que fue una mesa de conversación entre Bienes Nacionales y las FF.AA. En muchos casos eran las FF.AA. que necesitaban salir de centros poblados que podrían constituir peligro para la población.

Al escucharla da la sensación de que en Chile tiene que pasar una tragedia para arreglar las cosas.

Es que los desastres, al poner en tensión a todo el sistema, generan colaboraciones que antes no existían en el país y evidencian riesgos que antes no se veían. Por eso hay que aprovecharlos... Después de estos incendios espero que no solo repongamos la infraestructura y viviendas, sino que lo hagamos por unas mejores y más seguras. Ser un mejor país.

Tras el gran incendio en 2014 en Valparaíso usted fue interpelada por diputados de la UDI y RN, quienes acusaban “lentitud” en la reconstrucción. ¿Hubo un mea culpa luego de esa gestión?

No tiene sentido volver hoy a ese tema (...). Si mirara ese proceso con lo realizado ahora, le diría que ha sido un gran acierto del Presidente Boric designar a los ministros a las regiones como enlaces e introducir esta etapa intermedia con un conjunto de prestaciones destinado a poner de pie a la comunidad entre la etapa de emergencia y la de reconstrucción.

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