Quiero ser youtuber

Joaquín Escudero tiene casi un millón de suscriptores en su canal de YouTube: Joapictex.

Viajar por el mundo, ganar plata fácil y ser querido. Esa ilusión explicaría por qué, como indica un estudio norteamericano, ser youtuber es el trabajo soñado en Chile. Aunque detrás de eso, dicen especialistas, podría haber algo más profundo: una mirada crítica hacia el mundo adulto y a los trabajos tradicionales.


Joaquín Escudero (19) es youtuber desde los 12 años. A esa edad, habitualmente veía el contenido que el chileno Germán Garmendia, de “Hola, Soy Germán”, o el español Rubén Doblas, más conocido como “El Rubius”, subían a la red social. Comenzó a rondarle la idea de abrir un canal propio y, debido al incentivo de algunos amigos, creó su canal: “Joapictex”. Empezó siendo un niño tímido y callado, según cuenta, pero siete años después de su primer video titulado “Me presento”, el ser youtuber mejoró su autoestima. Hoy en día trabaja con algunas marcas y recibe ingresos gracias a sus videos. Ya suma casi un millón de suscriptores en YouTube y más de 50 mil seguidores en Instagram.

Alejandra Madrid (33) es Alekarina Madrid en la red social de Google. Empezó a subir su contenido hace tres años, durante la pandemia. Es periodista de profesión y, según cuenta, siempre estuvo ligada al mundo digital. En su curiosidad de aprender algo nuevo y seguir mejorando en su área, decidió compartir sus grabaciones. Su canal “aún es chiquito”, dice. Tiene casi cuatro mil suscriptores, pero no se cierra en un futuro dedicarse completamente a él si comienza a ser algo rentable.

A Escudero y a Madrid día a día se suman nuevos creadores de contenido que ven en esto un trabajo a tiempo completo. O, bien, una ocupación adicional. Precisamente, ser youtuber parece ser el trabajo más apetecido en Chile, según un estudio realizado por la empresa norteamericana Remitly. Entre octubre de 2021 y 2022, la compañía contabilizó las búsquedas de la frase “Cómo ser un…” en el buscador de Google, a nivel global. De este modo elaboró un ranking de las ocupaciones soñadas, donde youtuber ocupa el cuarto lugar a nivel mundial, desplazando a profesiones tradicionales como médico o abogado. En Latinoamérica destaca el interés por las ocupaciones relacionadas a las redes sociales: la ganas de dedicarse a ser youtuber también se repiten en Bolivia, Perú y Uruguay, y ser influencer es el que despierta el mayor interés en Argentina, Venezuela y Ecuador. En cambio, según el estudio, los trabajos más buscados en países europeos y norteamericanos son, en su mayoría, más convencionales: en Estados Unidos y Canadá la primera preferencia es ser pilotos, en Alemania profesores, en Portugal bomberos y en Francia, abogados.

El éxito de la red social de videos se ve reflejado en sus cifras. Según Sabrina Valls, responsable de comunicación de YouTube para Argentina, Chile y Perú, en el país hay más de 800 canales que cuentan con más de 100 mil suscriptores. “El hecho de que podamos encontrar tantos tipos de canales y contenido en YouTube está relacionado directamente con que cada vez hay más personas interesadas en generar ese contenido. Durante 2022 se subieron más de 500 horas de video por minuto a la plataforma y fue el año en que más personas subieron material”. Agrega que “cerca de 13 millones de personas en Chile, mayores de 18 años, visitan YouTube y, en promedio, cada uno ve más de 70 minutos de contenido por día”.

Esto ha significado un cambio que, al parecer, habría comenzado hace algún tiempo. La psicóloga especializada en exploración vocacional, María José Anais, explica que desde hace unos 10 años que la calidad de vida empezó a ser un factor importante en la búsqueda laboral de jóvenes.

-Había como una aspiración distinta a las generaciones anteriores, que eran como más de estabilidad, de mantenerse en el tiempo, etcétera. Y después ya no, es más bien flexibilidad, poder viajar. Ojalá aprender idiomas”.

Un mundo difícil

Jennifer Conejero, psicóloga infanto-juvenil de la Clínica Santa María y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, considera que el interés por dedicarse a plataformas como YouTube se debe a que las nuevas generaciones perciben un mundo adulto muy difícil: “Como que nunca vas a poder hacer realmente lo que quieres, tienes que estudiar y después trabajar, sin espacio para el goce. Y los youtubers muestran que son queridos, que les va bien, que no tienen que esforzarse tanto”. La especialista agrega que los jóvenes perciben una idea de la adultez en la cual “van a un trabajo que no les gusta, están siempre sentados en el computador, están enojados (…), siempre pensando en si te alcanza la plata para fin de mes, restringiéndote de cosas que quieres comprar”. El sociólogo Sebastián Escobar coincide respecto a cómo se percibe el mercado del trabajo. Según explica, está mal visto, porque no es bien pagado o cuenta con condiciones laborales que son precarias: “Hay que hacer más tareas de las que tienen en contrato. En el caso del contrato a honorario no considera prestaciones de salud, por ejemplo, o no te compensan las horas extras”.

Ser youtuber es percibido como todo lo contrario. Así lo cree Manu Chatlani, director ejecutivo de la agencia digital Jelly: “Hay muchos youtubers, tiktokers, instagramers, etcétera, que crean audiencias gigantes y reciben cheques gigantes y viajan por el mundo creando contenido sin tener que ir a la oficina de 9 a 7″. Actualmente, explica, uno de sus principales atractivos es la independencia: “No tienes jefe, tienes libertad, te puedes mover entre ciudades o entre países, sin horario fijo, sin reuniones”.

Pero esto solo representa la punta de la pirámide. En esa posición hay youtubers que viajan por el mundo y que, incluso, regalan dinero a sus seguidores, como lo hace el estadounidense Jimmy Donaldson, más conocido como MrBeast. También hay otros que, a pesar de su corta edad, ya son considerados en listas Forbes, como el caso de una niña rusa de siete años, del canal LikeNastya, quien ocupa el sexto lugar entre los youtubers mejor pagados del mundo. Con ganancias por US$ 28 millones y 87,5 millones de suscriptores, es la única mujer dentro de los primeros 10 lugares del ranking de 2021.

Escobar también considera el factor tecnológico. El desarrollo de los dispositivos y las plataformas se van adaptando a los requerimientos de los usuarios y los logra mantener dentro de ellos. El sociólogo toma en cuenta otro punto: la idea de una “democratización de la fama”, donde toda persona puede ser famosa en algún momento gracias a, por ejemplo, videos virales.

“Creo que también apunta a que los jóvenes están ya súper inmersos en esta esfera y que de una u otra manera sienten que pueden lograrlo”, reconoce el sociólogo.

Pero no todos lo logran. En la base de la pirámide se encuentran muchos que no pueden subir. Ser creador de contenido implica una búsqueda constante de ideas que agota a una gran mayoría. Chatlani explica que deben ser capaces de seguir sorprendiendo y cautivando a los seguidores en cada contenido que hagan.

“Tengo que ser capaz de conectar con la audiencia, captar su atención, no repetirme en el chiste. Entonces, esa presión también existe”.

La clave, parece ser, está en captar la atención del algoritmo de YouTube. Sabrina Valls, de Youtube, explica que la plataforma clasifica los videos con el objetivo de recomendar el contenido adaptado a los intereses de cada usuario. Que un video sea recomendado y comience a ganar más visualizaciones depende de ciertos indicadores. Uno de ellos son los clics que recibe el video, factor que “proporciona una fuerte indicación de que también lo encontrarás satisfactorio”. A eso se le suma el tiempo de visualización, el cual le proporciona al sistema señales personalizadas sobre lo que probablemente los usuarios quieran ver. También influye la respuesta a encuestas que buscan medir lo que llaman el “tiempo de visualización de valor”, es decir, el tiempo que se dedica a ver un video que es considerado valioso. Se mide, además, los compartidos, los me gusta y los no me gusta: “En promedio, es más probable que las personas se sientan satisfechas con los videos que comparten o que les gustan. Nuestro sistema utiliza esta información para tratar de predecir la probabilidad de que compartas o te gusten más videos. Si no te gusta un video, es una señal de que probablemente no fue algo que disfrutaste viendo”, subraya.

En febrero de 2017, Joaquín Escudero subió un video que logró ser captado por el algoritmo de YouTube, el cual comenzó a recomendarlo a nuevos usuarios y fue clave para el crecimiento de sus cifras. Titulado como “Rico vs. Pobre”, parodiaba ambas situaciones en actividades cotidianas, como hacer deporte o jugar videojuegos. Fue un éxito y grabó una segunda parte. La suma de las reproducciones de ambos videos ya alcanza los 30 millones de visualizaciones y, hasta ahora, sus ganancias por estos dos videos superan los $ 5 millones. Sin embargo, no todos alcanzan esas cifras.

El espejismo

Con los ingresos por esos dos videos que subió a su canal, Joapictex, Joaquín Escudero fue acompañado de su madre, Susana Villanueva, a comprar un celular último modelo. Y es que, precisamente, junto con los clics en sus videos, también crecía la monetización: uno de los principales beneficios de la plataforma.

La youtuber Alejandra Madrid también lo considera uno de sus grandes atractivos: “El tema de la monetización, básicamente, se puede transformar en un activo. Porque finalmente subes a la plataforma, una vez que lo monetizas, se va monetizando solo con el motor de YouTube. Entonces es mucho más fácil y mucho más directo monetizar en YouTube que en otras redes sociales”.

Respecto de las ganancias en la plataforma, estas varían en función del valor de mercado, explica Sabrina Valls, de Youtube: “Tiene en cuenta factores como el tamaño de la audiencia del canal, el tipo de contenido que se produce y el interés de los anunciantes. Por lo tanto, no hay un precio fijo por visualizaciones”. En el caso de Joaquín Escudero, este asoció su canal a una tarjeta y en esa cuenta recibe los ingresos que obtiene en la plataforma. Alejandra Madrid agrega que el dinero se deposita cuando alcanzas los US$ 100, por lo que la cifra va variando dependiendo del precio del dólar.

Según Joaquín, sus mejores años en YouTube fueron el 2018 y 2019. En ese entonces logró facturar entre $ 10 y $ 15 millones de pesos anuales, por lo que la tentación de dedicarse a tiempo completo a la plataforma comenzaba a rondar en su cabeza. En algún momento, recuerda su madre, su hijo le preguntó qué pasaría si al egresar de cuarto medio se tomaba un año para dedicarse a tiempo completo a YouTube. Ella no estuvo de acuerdo: era importante que siguiera una carrera.

Según datos de la última Encuesta Suplementaria de Ingresos publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2021 el ingreso mediano mensual de las personas ocupadas se estimó en $ 457.690, es decir, Joapictex, en el peak de su carrera como youtuber, logró triplicar esa suma con un ingreso promedio mensual de alrededor de $ 1 millón 500 mil pesos.

Pero esos ingresos no fueron permanentes.

Han pasado los años. Joapictex ya es más mayor y cuenta que, actualmente, factura aproximadamente $ 150 mil por mes con sus videos en YouTube. Sus seguidores también se hicieron mayores y ya no consumen el mismo contenido. Además, otras plataformas como Instagram o TikTok también han ganado protagonismo. Actualmente no está dedicado íntegramente a YouTube, ya que lo compatibiliza con sus estudios de Comunicación Audiovisual.

Alejandra Madrid, quien actualmente gana alrededor de 90 mil pesos cada tres meses con el contenido que sube a su canal, considera que en Chile aún la monetización que da YouTube “no es contundente” y que quizás esa es la razón de por qué los youtubers chilenos más famosos deciden emigrar a otros países.

Joaquín Escudero es más optimista y cree que se puede vivir de YouTube, pero con una condición: “Si uno le dedica mucho tiempo y está todo el rato creando contenido”.

Y eso, asegura, no está en sus planes actualmente.

Los trabajos soñados en Sudámerica según el estudio realizado por Remitly.

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