René Schneider: Los inéditos archivos sobre Nixon y Kissinger tras el asesinato del general chileno

René Schneider: Los inéditos archivos sobre Nixon y Kissinger tras el asesinato del general chileno

El libro "Pinochet desclasificado", que se lanza la próxima semana, incluye nuevos detalles de este episodio que estremeció a Chile en 1970. Su autor, Peter Kornbluh, conversó con La Tercera.


Días después del Golpe militar en Chile en 1973, el Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su asesor de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, se felicitaron. “En tiempos de Eisenhower nos habrían tratado de héroes”, remarcó Kissinger.

La transcripción de esa conversación, que se mantuvo oculta por décadas, es uno de los más de 25 mil documentos de EE.UU. sobre Chile, desclasificados gracias al trabajo de más de 40 años del historiador estadounidense Peter Kornbluh, director de la parte Chile del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington.

Apoyándose en archivos secretos de organismos como la CIA, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional, Kornbluh publicó en 2003 el libro The Pinochet File, que reconstruye cómo la Casa Blanca intentó impedir la asunción de Salvador Allende a la Presidencia y cómo el apoyo a la dictadura de Augusto Pinochet fue impulsado por Kissinger, cerebro de la intervención en Chile.

Dos décadas después de esa publicación y en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe, la editorial Catalonia, bajo el sello Un día en la vida, lanza la próxima semana la primera edición chilena del texto bajo el nombre Pinochet desclasificado: los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile, con nueva información y revisiones sustanciales y actualizaciones.

Portada del libro "Pinochet desclasificado", de Peter Kornbluh.

“Decir que mi libro será parte del aniversario 50 del Golpe de Estado es un honor grande para mí. Este libro chileno probablemente es mi gran final sobre esta historia tan controversial, tan complicada, tan importante”, relató en enero pasado Kornbluh a La Tercera. Una conmemoración, según dijo en esa oportunidad, “es la oportunidad final para empujar a que salgan todos los secretos que quedan sobre esta historia”.

El trabajo de Kornbluh también es el foco de una serie documental que transmitirá Chilevisión, que contará por primera vez en televisión abierta, a través de los documentos desclasificados, la historia sobre cómo Estados Unidos intervino secretamente en Chile durante dos décadas, desde el triunfo de Allende en las elecciones de 1970, pasando por la dictadura de Pinochet y hasta el plebiscito de 1988. La serie mostrará los documentos desclasificados más reveladores y los nuevos hallazgos del historiador, entre los que hay archivos que se harán públicos por primera vez.

En el caso de la primera edición chilena del libro de Kornbluh, un nuevo archivo que se incluye se refiere a un episodio que, a fines de octubre de 1970 y en vísperas de la asunción de Allende, estremeció a la sociedad chilena: el asesinato del comandante en jefe del Ejército, René Schneider.

Archivo con la transcripción del diálogo telefónico de Nixon y Kissinger tras el ataque al general Schneider.

En la mañana del 22 de octubre de 1970, el automóvil conducido por un chofer en el que se dirigía Schneider al cuartel general militar fue bloqueado con violencia por un jeep. Un equipo de asalto rodeó el vehículo. Cuando un miembro del comando terrorista rompió la ventana trasera con un mazo, Schneider tomó su pistola y recibió un disparo a quemarropa. Murió a causa de sus heridas tres días después, en el Hospital Militar de Santiago.

En 2001, el programa 60 Minutes de CBS publicó las pruebas del rol que cumplió Kissinger en el crimen. Todo era parte de la llamada “Operación FUBELT”, nombre en clave con el que denominó la CIA las maniobras -ordenadas por Nixon y supervisadas por Kissinger- para instigar un golpe militar en Chile que comenzaría con el secuestro del general Schneider.

Los documentos desclasificados de EE.UU. que reunió el Archivo de Seguridad Nacional acreditan que la CIA conspiró contra Schneider para provocar un golpe de Estado que impidiera a Allende llegar a La Moneda. La misión de dos generales chilenos pagados por Estados Unidos, Roberto Viaux y Camilo Valenzuela, junto a miembros del Frente Nacionalista Patria y Libertad, contemplaba el secuestro del comandante en jefe del Ejército con el fin de provocar la intervención de las Fuerzas Armadas y evitar la sesión del Congreso que aprobaría los resultados de la elección presidencial chilena.

Reunión del Presidente Nixon con Henry Kissinger en la Oficina Oval. en octubre de 1973.

“Un documento nuevo, que usamos en el libro nuevo, es un ‘telcon’ -conversación telefónica- entre Kissinger y Nixon 24 horas después del ataque al general Schneider. Kissinger llama a los militares chilenos ‘un grupo bastante incompetente’, porque no implementaron el complot para bloquear la ratificación del Congreso después de que dispararon a Schneider”, comenta Kornbluh a La Tercera.

Así detalla el libro ese episodio: “Lo cierto es que Kissinger sabía lo suficiente sobre el complot contra Schneider, al punto de que le contó al Presidente Nixon qué había funcionado y qué no. A las 8.50 de la mañana siguiente a la emboscada en la que Schneider fue herido mortalmente, Nixon telefoneó a Kissinger para preguntarle: ‘¿Qué está pasando en Chile?’. Entonces, Kissinger le informó sobre el fracaso de los militares chilenos -los calificó como ‘un ramillete bastante incompetente’- para implementar el planeado golpe a propósito del atentado a Schneider”.

KISSINGER: Ha habido un giro para peor, pero no ha desencadenado nada más. El siguiente movimiento debería haber sido la toma de posesión del gobierno, pero eso no ha ocurrido.

PRESIDENTE: ¿Quieres decir que si algo ocurriera la gente se enfurecería tanto que llegaría a tomarse el gobierno?

KISSINGER: Eso era la teoría, pero se trata de un ramillete bastante incompetente.

PRESIDENTE: Están fuera de práctica.

KISSINGER: La elección (voto del Congreso para ratificar a Allende) es mañana y la toma de posesión es el 3 (de noviembre). Lo que podrían haber hecho es impedir que se reuniera el Congreso. Pero eso no ha ocurrido. Está cerca, pero probablemente es demasiado tarde.

A juicio de Kornbluh, “esta conversación revela que Kissinger está informando a Nixon sobre lo que se suponía que sucedería, después de que se eliminara a Schneider. Ni Nixon ni Kissinger expresan ningún remordimiento por el hecho de que el general Schneider esté muriendo en un hospital a causa de un complot de asesinato respaldado por la CIA de conformidad con las órdenes de Nixon de evitar que Allende asuma el cargo. Más bien, la atención se centra en el fracaso de las Fuerzas Armadas chilenas en seguir adelante con el complot tal como estaba diseñado para ser implementado”.

Cablegrama de la CIA del 23 de octubre de 1970 donde se destaca al centro de operaciones en Santiago "por lograr este objetivo en circunstancias tan delicadas y en extremo difíciles".

El analista del Archivo de Seguridad Nacional cita otro documento que, aunque ya lo había publicado en la edición en inglés de su libro, considera “muy útil y dramático para citar como punto final en cualquier artículo sobre esta atrocidad terrorista que tuvo lugar en las calles de Santiago y costó la vida de unos de los principales oficiales patriotas de Chile, el general Schneider”.

Se trata de un documento de la CIA que Kornbluh llama el “cable de elogio”. Así se detalla ese episodio en el libro: “Tras informar a Richard Helms, director de la CIA, los máximos responsables del destacamento especial, (William) Broe y (David) Phillips, redactaron un cablegrama de encomio que rezaba: ‘El centro de operaciones en Santiago ha hecho una labor excelente a la hora de guiar a los chilenos al punto en que se encuentran hoy y en el que por fin puede vislumbrarse la opción de una solución militar. Cabe elogiar al director del centro (y otros implicados) por lograr este objetivo en circunstancias tan delicadas y en extremo difíciles’”.

Pero tras el asesinato de Schneider, Kornbluh dice que la CIA entró en “pánico” ante la posibilidad de que quedara al descubierto su rol en el ataque. “Los documentos desclasificados de la CIA citados en mi libro revelan que la CIA entró en pánico después de que Schneider fue asesinado e implementó un gran esfuerzo para encubrir su apoyo a los responsables de matarlo, incluido el pago de US$ 35.000 en dinero para comprar su silencio a los miembros del equipo de Viaux para permitirles huir del país, junto con miembros de sus familias, y evitar ser interrogados”, comenta el historiador a este medio.

"Aunque se puede hacer un intento de asesinato contra la vida de Allende, todavía es nuestra mejor estimación que los conspiradores confrontarán a Frei esta noche y solicitarán su renuncia", se lee en un reporte especial de la CIA del 23 de octubre de 1970.

“(El agregado de Defensa en la embajada de EE.UU. en Chile, el coronel Paul) Wimert recordó también que se había visto obligado a golpear con una pistola al general Valenzuela para que devolviese los US$ 50 mil suministrados para pagar a los secuestradores. Para deshacerse de las armas, según admitiría más tarde, tuvo que dirigirse en automóvil junto con (el jefe de la Estación CIA en Chile, Henry) Hecksher ‘a la población turística de Viña del Mar, a más de cien kilómetros en dirección oeste, para lanzarlas al Pacífico’”, se lee en el libro.

Luego, comenta Kornbluh, “los funcionarios de la CIA mintieron al Congreso sobre su papel y también ocultaron documentos a los investigadores del Comité Church. Kissinger hizo lo mismo (...) Testificó que ‘él no fue informado de ningún plan golpista que comenzó con el secuestro del general Schneider’”. “Al final, el registro histórico desclasificado proporciona el veredicto de la historia sobre Kissinger y el papel de la CIA en el asesinato del general Schneider”, concluye el historiador.

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