Actor argentino Leonardo Sbaraglia: "Almodóvar es de los grandes directores vivos, al nivel de Fellini o Buñuel"

Sbaraglia Banderas

El trasandino conversa con La Tercera sobre Dolor y gloria, la elogiada película de Pedro Almodóvar que se estrena este jueves y de la que es uno de los protagonistas.


El director de cine Salvador Mallo, interpretado por Antonio Banderas, tiene una mala vida. La salud le falla por todos lados, los achaques le consumen tiempo y hace varios años que no pisa un set de rodaje. En Dolor y gloria, la última película de Pedro Almodóvar (1949), Salvador Mallo tiene una inesperada oportunidad de iluminar su existencia al reencontrarse con dos viejos conocidos. Uno es el actor Alberto Crespo (Asier Etxeandia) y el otro es Federico Delgado (Leonardo Sbaraglia), alguien con quien alguna vez fue feliz en los lejanos años 80.

Filme autobiográfico por dónde se lo mire (Almodóvar lo llama una "autoficción"), Dolor y gloria fue una de las cintas estrellas en el último Festival de Cannes, donde se quedó con el Premio a mejor actor para Antonio Banderas. Sin duda era un galardón merecido y en la práctica, Banderas no tenía demasiada competencia. Lo que sí se esperaba era un reconocimiento al realizador manchego, quien ha estado seis veces en Cannes pero nunca ha podido acariciar la esquiva Palma de Oro. En esta oportunidad tampoco pudo ser y la producción coreana Parasite se quedó con el galardón.    

La cinta recrea la madurez del cineasta Salvador Mallo, pero también hay flashbacks a su infancia, donde la figura de su madre (Penélope Cruz) tiene gran importancia. A punto de cumplir 70 años en septiembre, el director español firma con Dolor y gloria una de sus mejores películas, con estreno para este jueves en Chile.

Uno de los protagonistas del filme, el argentino Leonardo Sbaragalia (Relatos salvajes), habló con La Tercera. Con larga experiencia en el cine trasandino e hispano (Plata quemada, Al final del túnel), Leonardo Sbaraglia (1970) protagoniza algunos de los momentos más emotivos de Dolor y gloria.         

¿Qué significó estar en la película más autobiográfica de Pedro Almodóvar?

¿Almodóvar fue específico acerca de cómo usted debía encarar a Federico Delgado, un personaje que al aparecer cambia toda la historia?

No exactamente, pero sí me enteré de que él estuvo durante mucho tiempo buscando a Federico. No aparece desde el principio, pero sí forma parte del corazón de Dolor y gloria. Es esencial para la relación con el personaje de Salvador Mallo, que interpreta Antonio Banderas. Afortunadamente me parece que encontró en mí al actor adecuado para el rol. Hace 15 años atrás yo había tenido una entrevista con Almodóvar para otra película y percibí que no iba a quedar. Ahora, por el contrario, a los 10 minutos de la nueva prueba me quedó claro que iba a funcionar. Lo que él estaba buscando en el personaje era algo muy, muy preciso, que tuviera que ver con cierta ternura, cierta emoción, cierta alma en carne viva y cierto erotismo. Por suerte, gracias a la fortuna, el destino o lo que sea, yo le pude entregar eso. Aunque debo reconocer que desde el primer encuentro todo fue muy sobre ruedas, muy fácil.

¿Para qué película lo entrevistó Almodóvar?

En la época de Hable con ella (2002) me contactó para un proyecto que no se concretó y años después me entrevistó para La mala educación (2004). Era para el personaje del cineasta Enrique Goded, que interpretó finalmente Fele Martínez.

¿Cómo fue filmar la escena en que su personaje y el de Antonio Banderas se encuentran?

¿Aquel beso en cámara significó mucha exposición?

Muchos han dicho, entre ellos el propio Antonio Banderas, que Pedro Almodóvar merecía la Palma de Oro por Dolor y gloria

Es que así son los festivales. Hay decisiones y consensos en todos los jurados. Hasta el último día Dolor y gloria era la mejor evaluada por los críticos. La que venía después estaba muy abajo. Nos pasó un poco lo mismo con Relatos salvajes (2014), que era favorita, pero al final no se llevó nada. En fin, los festivales tienen sus propias reglas y hay un mundo y una política internas que se construye entre los jurados. Son decisiones muy personales que se producen en esos micromundos que duran lo que dura el festival: 10 días. A todos nos dio pena que Pedro no obtuviera la Palma de Oro a Mejor película, un galardón pendiente para él en Cannes. Por otro lado me alegra mucho que Antonio Banderas haya recibido el premio a Mejor actor: definitivamente se lo merece. Ya veremos en el futuro cuando le llegará el gran triunfo en Cannes a Pedro.

¿Tuvo que hacer muchas concesiones como actor para lograr lo que Almodóvar deseaba, considerando que es un realizador con un mundo y personalidad muy claras?

Creo que definitivamente es de los grandes cineastas vivos, de los más originales. Lo podría comprar perfectamente con Fellini o Buñuel. Lo que puedo decir es que a pesar de que Dolor y gloria era una película de gran producción, siempre sentí muy cerca al director. El ambiente de rodaje era extremadamente familiar. Fue como si estuviéramos haciendo un cortometraje, en el mejor sentido de la palabra. Todo muy cálido y afectivo.

¿Reconoció a Almodóvar en el rol de Salvador Mallo?

Por supuesto, había evidentes guiños. Era una clara metáfora de Almodóvar.

https://www.youtube.com/watch?v=HCI8CgGLhxc

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