Bermúdez de vuelta al aula y mirando de reojo la gestión de su “enemiga pública” Dorothy Pérez

El excontralor retomó sus funciones como profesor de derecho administrativo y ambiental, luego de salir de Contraloría hace ya casi un mes. En su presentación destacó su paso por Contraloría: "Hay una impronta de mi gestión y que tiene que ver directamente con mi carácter de profesor universitario", dijo.


Más de la mitad de su vida Jorge Bermúdez (54) ha estado vinculado a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, primero como alumno, después como dirigente estudiantil y luego como profesor. Desde comienzos de los 90 que camina a diario por esta casa de estudios, la cual dejó en diciembre del 2015 para asumir como contralor. Nueve años después, el abogado volverá a las aulas.

Así lo decidió a fines de diciembre del 2023, una vez que dejó la Contraloría (2015-2023). Bermúdez ya se presentó ante las autoridades de la universidad, firmando su retorno a la casa de estudios que lo formó.

Su regreso será para impartir la misma cátedra de Derecho Administrativo y Derecho Ambiental, en el Departamento de Derecho público, a partir de marzo del 2024. Estos ramos ya los impartía desde el 2013, siendo una de las áreas que más maneja el abogado.

Jorge Bermúdez -quien dejó la Contraloría el 15 de diciembre del 2023- zanjó su reintegro el 4 de enero, cuando en una actividad oficial fue recibido por las autoridades de la Facultad de Derecho de la PUCV, en la casa central de la institución.

Allí, el excontralor -según consignó la propia universidad en su página web- señaló que “es muy distinta la percepción que uno tiene desde lo netamente académico a estar al mando de una institución como la Contraloría, tanto porque hay que gestionarla como jefe de servicio hacia adentro; pero también por su función, que tiene una gran incidencia en lo público. Todo lo que la Contraloría hace desde el punto de vista del control previo de legalidad tiene impacto en la gestión pública del Estado, tal como en materia de fiscalización, en qué auditorías y otros instrumentos de fiscalización, pueden terminar señalando si hay o no elementos para que haya responsabilidad administrativa”.

Según detalló Bermúdez ante sus ahora colegas y compañeros de trabajo, “soy un agradecido porque la universidad siempre me dio todas las oportunidades, primero para estudiar y después para poder crecer como profesional, como académico. También tuvo la flexibilidad para que yo pudiera hacer otras cosas. Como contralor estuve con permiso sin goce de sueldo, o sea, la universidad siempre tuvo esa visión de permitir que un profesor pudiera estar con esa vinculación en lo público”.

Pero el experto en derecho administrativo también tuvo espacio para destacar su gestión en la Contraloría, donde estuvo ocho año dirigiendo al ente fiscalizador.

“Hay una impronta de mi gestión y que tiene que ver directamente con mi carácter de profesor universitario. Nosotros organizamos en Contraloría lo que denominamos el Centro de Estudios de la Administración del Estado, vigente desde el año 2017, el que capacita a los funcionarios públicos de otros servicios, habiéndolo hecho en este periodo con más de 330 mil, siendo más de 60 mil de ellos de primer ingreso a la administración y, por lo tanto, han tenido que hacer el curso de inducción a la Administración del Estado”, indicó.

La contingencia de telón de fondo

El que Bermúdez ya no esté más en la Contraloría no significa que no siga los aconteceres en Teatinos 56.

Tras su salida, quien asumió el cargo como subrogante fue la subcontralora Dorothy Pérez, con quien Bermúdez habría roto toda relación en agosto del 2018. Fue en esa fecha que el abogado le pidió la renuncia, algo que finalmente se resolvió en la Corte Suprema, y en favor de Pérez.

Con el abogado fuera, y con Pérez ya en el cargo de contralora subrogante, su primera gestión fue reestructurar el gabinete y fijar la división de Administración Interna, además de crear la división de Gobiernos Regionales y Municipalidades.

En el círculo de Bermúdez tomaron esa última decisión como algo personal. El contralor había eliminado esta última división para acelerar los procesos de fiscalización y así tener un criterio uniforme sobre cómo llevar a cabo las normas administrativas en los organismos del Estado. Sin embargo, Pérez la volvió a crear bajo el argumento de que se tendría un trabajo descentralizado para fiscalizar de mejor manera “el sector municipal”.

Todos estos movimientos -además de los cambios internos que ha hecho la contralora (S)- han sido seguidos por Bermúdez, a través de excolaboradores que abandonaron la Contraloría, o bien fueron reubicados en otras funciones. Por el momento, sin embargo, no lo ha querido comentar públicamente.

El abogado quiere mantenerse al margen de la contingencia, y más de las polémicas, retornando a las aulas y a la formación académica.

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