Canciller por 48 horas: ministro Cordero subrogará a Van Klaveren

Durante este jueves 26 y viernes 27 de octubre el ministro de Justicia, Luis Cordero, cumplirá un nuevo rol desde que llegó al gobierno del Presidente Gabriel Boric en enero de este año.

Se trata de la subrogancia que asumirá por dos días en el Ministerio de Relaciones Exteriores, ante la ausencia del titular de la cartera, Alberto van Klaveren, y de las subsecretarias Gloria de la Fuente y Claudia Sanhueza. Así lo informó este lunes una circular de la División de Gestión de Personas de Cancillería (DIPER).

Esto se decidió en vista de que Van Klaveren se encuentra en Perú, en el marco de la conmemoración de los 25 años de los Acuerdos de Paz de Brasilia. Por su parte, De la Fuente, quien suele ser la subrogante habitual ante la ausencia del canciller, está en México, en donde ha sostenido una serie de encuentros con autoridades de dicho país, además de participar en un congreso de ciencia política.

En tanto, la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), Claudia Sanhueza, se encuentra en India, en donde se reunió con la ministra de Asuntos Exteriores, Meenakashi Lekhi.

Pero esta no es la primera vez que Cordero subrogará como ministro de una cartera ajena a Justicia. En febrero, cuando la entonces ministra Ana Lya Uriarte se tomó vacaciones, el abogado asumió esa vacancia en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres).

A su vez, tampoco es la primera vez que a un ministro ajeno al Minrel le toca asumir la subrogancia de dicha cartera. En este gobierno, por ejemplo, ya ocurrió cuando la excanciller Antonia Urrejola tuvo una gira fuera del país y en su lugar quedó Ana Lya Uriarte.

El 7 de enero, el Presidente Gabriel Boric recibió en La Moneda a Cordero, quien llegó para reemplazar la cuestionada gestión de la extitular de la cartera Marcela Ríos (CS) y encabezar el control de daños por la crisis que se desató luego de que el Mandatario indultara a 12 presos del estallido social -algunos con un historial delictual- y al exfrentista Jorge Mateluna.

Desde ese momento Cordero se ha transformado en un contacto habitual en los teléfonos de los integrantes del gabinete del Presidente. Algunos lo llaman el “séptimo ministro del comité político”, en alusión al cerrado grupo de seis jefes de cartera con mayor poder en la toma de decisiones del Ejecutivo.

En casi diez meses en el cargo, Cordero se convirtió en “el bombero” de La Moneda, pues su gestión en la crisis por los indultos no quedó ahí y también asumió un rol preponderante en el terremoto que provocó en el Ejecutivo el lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado, cuyo génesis se encuentra en Democracia Viva, una organización encabezada por, en ese momento, dirigentes de Revolución Democrática.

Esa misma crisis lo llevó a tomar el timón en la arremetida de la oposición contra el jefe del Segundo Piso del Presidente Boric, Miguel Crispi, quien acudirá a la comisión investigadora de la Cámara el próximo 6 de noviembre para responder las preguntas de los parlamentarios respecto de cuándo tomó conocimiento del lío de platas.

La presencia de Crispi en la Cámara significó un fracaso en la estrategia de Cordero, quien apostó a evadir la citación argumentando, en un primer lugar, su calidad de funcionario contratado a honorarios del asesor y luego por su rol dentro de Presidencia, entidad que, aseguró el secretario de Estado, tendría un “estatuto jurídico distinto”. Ambas tesis fueron refutadas por el contralor Jorge Bermúdez y significaron la derrota de Cordero, quien intentó cerrar el episodio afirmando que “la política a veces permite soluciones más flexibles”.