Cómo el “quinto retiro” enredó al oficialismo y dejó una sensación amarga para el gobierno

Los ministros Camila Vallejo y Giorgio Jackson

Aunque la votación de ayer no era definitiva, ni siquiera implicaba un respaldo a los retiros, las bancadas de Apruebo Dignidad y de Socialismo Democrático terminaron tensionadas con La Moneda, que inicialmente había pedido no abrir la llave a nuevos proyectos de giros previsionales.


Fue en la reunión almuerzo realizada ayer en La Moneda, donde el ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, abordó someramente la postura del gobierno contraria a la posibilidad de que las bancadas oficialistas se abrieran a discutir un nuevo retiro de ahorros previsionales.

Al encuentro asistieron los diputados Vlado Mirosevic (Partido Liberal), Carolina Marzán (PPD), Gonzalo Winter (por todo el Frente Amplio), Tomás de Rementería (PS) y Karol Cariola (en representación del PC-Frevs-independientes). También estaban los senadores José Miguel Insulza (PS), Loreto Carvajal (PPD) y Juan Ignacio Latorre (a nombre de la bancada de Apruebo Dignidad).

A esa hora, sin embargo, no todos tenían claro que en la tarde venía una embestida de proyectos que no habían iniciado su tramitación, debido a que existía una suerte de veda, ya que la anterior mesa de la Cámara, encabezada por el ahora exdiputado Diego Paulsen (RN), interpretaba que no podía volver a discutirse el tema en un año, dado que la última reforma de retiros previsionales no había sido aprobada por el Congreso,

No obstante, para varios esa interpretación de lo que dice el artículo 68 de la Constitución resultaba “mañosa”, pues la Carta Fundamental solo impide discutir iniciativas que hayan sido rechazadas en general en su “cámara de origen” y la Cámara de Diputados, en su momento, había aprobado ese retiro en general y en particular.

Frente a ello, la decisión del actual presidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD) fue dejar en manos de la Sala si procedía tramitar o no estas mociones.

Durante la tarde, si bien Jackson no concurrió al Congreso en Valparaíso, monitoreó con llamadas telefónicas las posturas de las bancadas de gobierno.

En tanto, desde La Moneda, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, junto al titular del Hacienda, Mario Marcel, hicieron un punto de prensa para remarcar que el Ejecutivo no impulsaría un nuevo giro desde los fondos de pensiones.

Todo ello derivó en una seguidilla de conversaciones para tratar de resolver cómo iba actuar el oficialismo ante ese dilema: por un lado, con el gobierno haciendo gestiones para no abrir la discusión, y, por otro, con las presiones de ciertos parlamentarios que incluso conformaron una bancada por el “quinto retiro”.

El encargado de relaciones políticas de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Facuse (PS), fue el encargado de transmitirle a los representantes de cada comité oficialista que para el Ejecutivo era deseable mantener la interpretación de Paulsen para que no se sumaran nuevas iniciativas promoviendo un retiro.

Con los respectivos jefes y subjefes de bancada, Facuse se reunió en la oficina de la Segpres ubicada a un costado del hemiciclo de los diputados.

Sin embargo, fueron varios los que le advirtieron al personero de gobierno que era imposible alinear a sus parlamentarios, ya que esa interpretación -que impedía tramitar estos proyectos- era cuestionable. Además, la reforma de Pamela Jiles para un “quinto retiro”, presentada en diciembre del año pasado, ya había iniciado su tramitación, por lo que un bloqueo a otras iniciativas solo personificaba este nuevo retiro en la diputada.

El gobierno tenía una postura inicial de que se rechazara la tramitación de estos proyectos, pero les dijimos que jurídicamente correspondía que lo aprobáramos, porque la interpretación de Diego Paulsen no era la correcta. Esto no tenía que ver con estar a favor de un quinto retiro, sino que era un tema de técnica legislativa”, comentó el diputado y subjefe de la bancada PS, Tomás de Rementería.

Consultada por la petición de La Moneda, la jefa de bancada del PC-Frevs e independientes, Karol Cariola, dijo que “la postura del gobierno ha sido pública, prefiero no replicar lo que La Moneda ha estado diciendo, sin embargo, nosotros tomamos la decisión de no coartar ningún debate que se dé en el Congreso. Además, el argumento a favor de la admisibilidad era correcto”.

Cariola, quien preside también la Comisión de Constitución de la Cámara, añadió que ese debate tampoco cambiaba las cosas, al existir ya un proyecto presentado por la diputada Jiles. “Nosotros estamos dispuestos a poner en tabla este proyecto en la medida que haya acuerdo en la comisión. De hecho, mañana vamos a revisar la agenda”, añadió.

El cuadro, sin embargo, se enredó aún más, ya que en la tarde, el presidente de la Cámara resolvió que los proyectos de nuevos retiros sí podían ser tramitados, pero en vez de asumir el costo de la decisión, propuso que lo votara la Sala, lo que generó malestar en los comités oficialistas debido a que la votación era innecesaria y los obligaba a pronunciarse en un tema incómodo.

De todos modos, algunos representantes de derecha insistieron en que se votara, conscientes de que en el oficialismo no era un punto fácil de resolver: tanto las filas frenteamplistas como socialistas y comunistas apoyaron todos los anteriores retiros tramitados durante el gobierno de Sebastián Piñera.

Al final la autorización para que estos nuevos giros comenzaran su tramitación en la Cámara fue apoyada por 117 votos (incluyendo a todo el oficialismo más algunos de oposición) y 26 en contra (todos de la derecha).

Tras la votación, la diputada Gael Yeomans (militante de Convergencia Social, partido del Presidente Gabriel Boric), realizó un punto de prensa acompañada por cerca de 20 legisladores del Frente Amplio para remarcar que el apoyo para que estas mociones fueran tramitadas, no implicaba un respaldo a un nuevo giro previsional. “No estamos por un quinto retiro”, dijo.

Según algunos parlamentarios, la conferencia de prensa fue una decisión, convenida con el ministro Jackson, para dejar en claro que ello no era un desmarque del gobierno. No obstante, a ese punto de prensa no se sumaron parlamentarios del PS ni del PC, algunos de los cuales se declararon en reflexión.

El clima de tensiones que dejó la jornada fue incluso festinado por algunos parlamentarios de oposición. “Esta es la primera derrota legislativa del gobierno”, dijo, por ejemplo, el diputado UDI Sergio Bobadilla.

Consultado el ministro Jackson confirmó que “la postura inicial del Ejecutivo era mantener la misma interpretación de que se tenía desde la administración de Diego Paulsen... Esa era la interpretación por la cual no se podía dar tramitación a nuevos proyectos (de retiros previsionales)”.

Sin embargo, explicó que antes de la votación se comunicaron con los parlamentarios y “les dijimos, ok, se entiende, esto no tiene que ver con el fondo. Y varios manifestaron su opinión contraria (con un nuevo giro desde los ahorros para las pensiones), por lo tanto, no fue un problema en que, en términos administrativos, hubiera un cambio de criterio”.

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