El “Día D” para las inscripciones de alianzas electorales en Argentina: “Máxima tensión” en el kirchnerismo y la oposición

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, mientras da una clase magistral en La Plata, en abril de 2023. Foto: Reuters

Una furtiva reunión de la vicepresidenta Cristina Kirchner junto a los posibles candidatos presidenciales oficialistas y la tensión en ambos bandos han sido la tónica en la recta final para el cierre de las listas de alianzas, este miércoles a la medianoche.


Con el reloj pisándoles los talones, las dos coaliciones más importantes de Argentina, el oficialista Frente de Todos (FdT) y el opositor Juntos por el Cambio (JxC), se preparan para una dura jornada: este miércoles deben inscribir, antes de las 23.59, las alianzas políticas de cara a las primarias del próximo 13 de agosto. Pero el día iniciaba y aún no había humo blanco en ninguna de las dos veredas, señalaron medios transandinos, quienes destacaron la “máxima tensión” en ambos conglomerados.

Las razones difieren, pero actores de las dos coaliciones han hablado de “guerra”. El cierre de las inscripciones es también la instancia en que se delinea el reglamento interno para las competencias primarias, y es precisamente en ese nudo donde las mayores trabas han sido ventiladas en JxC.

La oposición ve cómo sus principales nombres, la exministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, y el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se enfrascan en un gallito político por la posición ideológica del conglomerado con él pidiendo ampliarlo hacia el centro y acusando a su contrincante de acercarse a posiciones extremas, y ella negándose a compartir candidatos a intendentes.

¿Internas oficialistas?

Con la victoria de 2019 ya lejos en el pasado y un nombre de coalición que se ha visto seriamente golpeado por la gestión de Alberto Fernández, quien marca números muy bajos de apoyo según encuestas -como una de la Universidad de San Andrés, la cual a fines de mayo aseveró que el 81% de los consultados tenía una imagen negativa del mandatario-, la idea de un cambio de nombre se daría por descontado en las huestes oficialistas del Frente de Todos.

“Democracia e inclusión” sería una de las posibilidades. “Unidad Renovadora”, reveló al diario Página/12 Eduardo López Wesselhoefft, apoderado del FdT. “El nombre no va a ser Frente de Todos, pero francamente todavía no sabemos”, aseveró, agregando que “todavía no está confirmado y se define hoy a la tarde”. Finalmente, el nombre escogido fue “Unión por la Patria”.

Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner tras los resultados de las elecciones legislativas primarias, en septiembre de 2021. Foto: AFP

Pero, importante frente a una campaña presidencial en la que el oficialismo llega de entrada con un hándicap al venir con una cuestionada gestión a cuestas, el problema del nombre no es la mayor traba en el bloque. La principal, coinciden medios locales, es qué hacer con las internas –si ir o no, de partida– y cómo proceder en caso de que ocurran.

La pregunta parece no dejar dormir al Frente de Todos. Durante la mañana, a poco más de 12 horas del cierre de las inscripciones, uno de los principales referentes de la mesa chica del ministro de Economía, Sergio Massa, admitía al diario Clarín que “hoy es incontestable esa pregunta”.

Si bien hoy cierran los plazos, es posible que ni siquiera vayan a primarias si es que la tesis de un grupo de gobernadores junto al ministro de Economía y posible candidato presidencial, Sergio Massa, prevalece. Su intención es la presencia de un candidato único, sin primarias, postura rechazada por otro precandidato, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, a quien todo el kirchnerismo intenta presionar para que se baje de la carrera, tanto por medios diplomáticos como institucionales. La respuesta definitiva llegará recién el 24 de este mes, cuando cierren las listas y la inscripción formal de los precandidatos que aspiran a llegar a la Casa Rosada.

Durante este martes trascendió una reunión en el Senado en la oficina de Cristina Kirchner, lo que da cuentas, creen al otro lado de la cordillera, de la urgencia por llegar a definiciones. La instancia reunió a la vicepresidenta, su hijo y líder de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner, y los dos principales contendientes –de momento– a la presidencia por el oficialismo: Sergio Massa y el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Si bien la mano derecha de la vice, el presidente del Instituto Patria, Óscar Parrilli, aseguró que se trató de un encuentro de gestión, Clarín dijo que se trata de una explicación “inverosímil”, considerando que quedaban menos de 30 horas para el cierre de las alianzas.

En caso de haber Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en el bloque oficialista, la pelea por cómo integrar a representantes de todos los bandos en la votación ha generado una guerra declarada. En la vereda contraria a la de Cristina Kirchner se posiciona el embajador Daniel Scioli, y su círculo no ha dejado pasar de largo la propuesta del peronismo K, con uno de sus cercanos afirmando al mismo medio que se trata de una “guerra total”. Entre las filas de Scioli incluso se escuchó a un partidario asegurar que “sería muy raro que le impidan competir (al embajador) cuando denuncian que Cristina está proscrita”, aseguró Clarín.

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, en agosto de 2022. Foto: Reuters

Una reciente reunión en el Consejo Federal de Inversiones sentó en la misma mesa a los distintos líderes de colectivos que componen al oficialismo, momento en que se planteó la propuesta kirchnerista de subir el porcentaje de votos que las listas que lleven precandidatos presidenciales en las PASO deben lograr para ser incluidos en las papeletas legislativas que llevará el FdT en las generales, explicó el mismo medio. Esto se traduce en que pocos se atreverán a desafiar al músculo político y financiero K, agregó el periódico, desincentivando la participación de la competencia.

Dicha política siempre ha sido parte de la interna peronista, pero en el pasado el corte se ha aplicado en el 25%. Y mientras Scioli busca bajarlo al 20%, Máximo Kirchner ha amenazado con levantarlo al 40%, lo que, en teoría, obligaría al embajador a bajar su candidatura, creen en Argentina.

“De ahí (25%) para arriba es inconstitucional, porque viola el artículo 38, que garantiza la representación de las minorías en los partidos políticos”, dijeron en el círculo sciolista. “No pueden hacer cualquier cosa. Una ley no puede estar por encima de la Constitución”. El ministro de Seguridad y apoderado de Daniel Scioli, Aníbal Fernández, incluso lo calificó de “canalla”.

“El peronismo toda la vida habló del 25%. Nos sentimos que estamos absolutamente en condiciones de ganar esta elección, y como estamos convencidos nos parece de canalla callarse la boca cuando no se están haciendo bien las cosas para aquellos que pueden beneficiarse eventualmente con la minoría, si es que hay una conquista”, dijo Aníbal Fernández a Radio 10 este miércoles. “Recurriremos a la justicia si no hay acuerdo en las reglas electorales”, advirtió.

Incluso, el propio Scioli, si bien no descartó recurrir a la justicia electoral, puso reparos: “Pido que se respete la voluntad popular”. “Aunque pongan que hay que tener dos brazos, voy a competir igual”, lanzó con ironía y en alusión al accidente en que perdió su miembro superior derecho.

Cercanos a las tratativas del sector kirchnerista dijeron a Página/12 que “no es tramposo, porque si quieres ser el candidato del espacio te tienen que avalar todos los partidos que lo conforman”. De momento, las negociaciones irían en torno al 30%, detalló el mismo medio. “Será un reglamento exigente y habrá un endurecimiento de los requisitos, pero no será tramposo”, argumentó el entorno K.

A pocas horas del cierre de las inscripciones de las alianzas electorales, Clarín informó que, con fuertes críticas a Alberto Fernández y Daniel Scioli, finalmente Máximo Kirchner retrocedió y habilitó la interna con el exgobernador. El piso de votos para conformar la lista final tras la PASO será del 30%, detalló el periódico. El Partido Justicialista bonaerense, que encabeza Máximo Kirchner, acusó al Presidente y a Scioli de pelear por “vanidades” y “cartel”, consignó La Nación.

El enredo opositor

El escenario en la oposición no es mucho más alentador. Según La Nación, pocas veces antes se ha visto a Juntos por el Cambio con tensiones internas tan expuestas como en la actualidad, matizando que, sin embargo, no debería llevar a un punto de fractura.

La razón del pleito se arrastra desde semanas atrás, cuando falló el pacto para integrar a la alianza a Juan Schiaretti, gobernador de la provincia de Córdoba e integrante del Partido Justicialista, agrupación política presidida por el propio Presidente Alberto Fernández. La idea, empujada por Horacio Rodríguez Larreta, fue rechazada de un portazo por algunos sectores del PRO comandados por la precandidata Patricia Bullrich y el expresidente Mauricio Macri.

Superado el enfrentamiento –cerrado por el propio Schiaretti, quien presentó una alianza con la que participará en las PASO junto a peronistas no kirchneristas, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas provinciales, detalló Infobae–, otros dos aparecieron en el horizonte.

Rodríguez Larreta se puso como objetivo el presentar a Bullrich como una candidata aislada y con una visión “sectaria”, en una jugada que, según La Nación, busca posicionar a Juntos por el Cambio más cercano al centro que al extremo derecho del espectro político. “JxC debe ser parecido al Partido Popular, no a VOX”, sintetizaron en el bloque moderado de la alianza de derecha.

El expresidente Mauricio Macri junto al precandidato opositor, Horacio Rodríguez Larreta.

Pero la precandidata no se quedó de brazos cruzados. Según el mismo medio, la exministra de Seguridad busca cerrar un pacto con Maximiliano Abad, diputado provincial de Buenos Aires clave en la política bonaerense, para luego anunciar que iría con listas propias en todas las provincias. “Una declaración de guerra a Larreta”, aseguró el periódico transandino, donde Buenos Aires se transformará en el epicentro de las batallas.

El problema es que, según La Nación, ninguno de los dos cuenta con un caballito de batalla seguro en la arena política: la figura de una eventual precandidata condenada como lo era Cristina Kirchner, si se hubiese presentado en la papeleta.

No fue la única bomba que soltó Patricia Bullrich. La exministra aseveró este miércoles a CNN Radio que, de ganar las PASO, buscaría posiblemente una alianza legislativa con el libertario Javier Milei. “Si soy yo la candidata de Juntos por el Cambio, voy a poder articular con el bloque Libertad Avanza, y lograr aprobar las leyes principales que vamos a mandar al Congreso”.

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