¿El país modelo? Explosivo aumento de contagios impacta a Suecia

Un letrero asegura a las personas que el bar está abierto durante el brote de coronavirus, afuera de un pub en Estocolmo, Suecia.

La Oficina de Estadísticas sueca informó que el mes pasado fallecieron 10.458 personas. De ese total, el 25% serían casos de Covid-19, en su mayoría adultos mayores en residencias.


A diferencia de la mayoría de los países europeos, Suecia no impuso un confinamiento estricto para frenar el avance del coronavirus. La estrategia del gobierno sueco fue permitir que cada persona realizara un autoislamiento voluntario, lo que permitió al comercio, incluido bares y gimnasios, seguir funcionando con menos asistencia y distanciamiento social.

A pesar de los aplausos por evitar un cierre total, la Oficina de Estadísticas informó que abril fue el mes con más muertes desde 1993, alcanzando 10.458 fallecidos en la nación de 10 millones de habitantes. De ese total, un 25% serían casos de Covid-19.

Personas observan un alce y su cría recién nacida en el zoológico de Slottsskogen, en Gothenburg, Suecia.

Hoy Suecia registra 3.743 víctimas fatales en el país. Pero en su momento el país se había transformado en una suerte de “modelo” en el combate contra el virus, lo que generó que varios líderes mundiales, como el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pusieran sus ojos en el modelo sueco para reabrir. Ahora, los recientes datos estarían mostrando una “imagen más clara del impacto” del virus entre los suecos.

“Tenemos que regresar a diciembre de 1993 para encontrar más muertes en un solo mes. Entonces, 11.057 personas murieron. En total, 97.008 personas murieron en 1993, que fue la mayor cantidad de muertes en un año después del peak de la gripe española de 1918”.

Tomas Johansson, analista Estadísticas Suecia

Suecia había registrado como los meses más mortales en su historia a diciembre de 1993 y a enero de 2000. En ambos casos, el salto en las cifras se debería a brotes “inusualmente graves de la gripe estacional en ese momento”. Hasta ahora, 1993 sigue siendo el año más letal desde la gripe española de 1918.

El informe publicado ayer también revela un “exceso de mortalidad”, que la oficina define como cifras de muertos más altas que el promedio en el mismo período en años anteriores. Así, entre el 13 de abril y el 10 de mayo, las 21 regiones -menos Västerbotten- experimentaron un incremento de fallecidos. De acuerdo al diario local, Dagens Nyheter, en seis regiones, el aumento fue inferior al 10%, pero después del peak Estocolmo registra una caída con 363 muertes menos en la semana 15 de la pandemia.

Personas en la terraza de un restaurante en el parque Kungstradgarden en Estocolmo.

Las críticas al modelo sueco

Hasta la fecha, las autoridades no han decretado el cierre de las escuelas para los menores de 16 años. El gobierno aconseja que las personas puedan teletrabajar y mantener un distanciamiento social incluso en lugares cerrados. Las únicas medidas implementadas es que están prohibidas las reuniones de más de 50 personas y la recomendación que ningún mayor de 70 años salga de su casa.

Suecia tiene 30.799 casos de coronavirus y 4.971 pacientes recuperados, pero el dato que más preocupa a los especialistas es que del total de muertos por el virus en un millón de habitantes, los suecos tienen 371, la octava tasa más alta en el mundo.

Jóvenes en un parque en Estocolmo, Suecia.

Según Business Insider, los datos sugieren que Suecia puede estar pagando un precio por su estrategia contra el virus, ya que el país tiene 34 muertos por coronavirus por cada 100 habitantes, uno de los más altos del mundo. Así, la tasa de mortalidad arroja que un 12,4% de las personas que recibieron diagnóstico de Covid-19 murieron.

Hasta el momento, el país no ha repetido las imágenes de colapso sanitario alcanzado en Italia o España, pero esto se debería a que casi la mitad de las muertes por coronavirus se han producido en los hogares de ancianos.

La Agencia de Salud Pública de Suecia señaló a la BBC que un 48,9% de las muertes por Covid-19 hasta el 14 de mayo, fueron residentes de hogares, en su mayoría con más de 70 años. Desde el 31 de marzo rige una normativa que prohibe la visita a residencias de adultos mayores, pero el personal sanitario y familiares han criticado la falta de insumos como trajes protectores para los trabajadores que muchas veces seguían en sus labores con síntomas.

Los lineamientos de la Junta Nacional de Salud y Bienestar de Suecia establece que el equipo médico debe “sopesar profesionalmente los beneficios potenciales” antes de trasladar a ancianos a los hospitales. Las familias acusan una discriminación por edad a sus padres y/o abuelos.

Personas caminan por Drottninggatan, la principal calle del comercio en Estocolmo.

La alarma que dejó el reporte de la cantidad de víctimas fatales en abril reabre el debate sobre la estrategia sueca de no decretar una cuarentena total, sino mantener la medida como voluntaria.

Una reciente investigación de médicos italianos llamada “Difusión y dinámica de la epidemia de COVID-19 en Italia: efectos de las medidas de contención de emergencia”, sostiene que la orden de confinamiento impidió cerca de 200 mil hospitalizaciones entre el 21 de febrero y el 25 de marzo, lo que redujo la transmisión en aproximadamente un 45%.

El primer ministro Stefan Löfven extendió el cierre de las fronteras hasta el 15 de junio y en un intento por disminuir las críticas a la gestión, el gobierno busca acelerar una ley que permite entregar permisos a las autoridades locales para inspeccionar que se cumpla el distanciamiento social en bares y restaurantes. A diferencia de las medidas voluntarias, estas restricciones no son opcionales y los negocios arriesgarían el cierre o multas.

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