Eva Kaili, la destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo acusada de recibir sobornos de Qatar

La ahora destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, en una sesión en Bruselas. Foto: Reuters

La eurodiputada tuvo una carrera de derrotas y vueltas triunfales en la política griega. También periodista y presentadora de televisión, hoy se le investiga por su relación con el emirato, al cual se refirió como “un modelo en derechos laborales”.


Arrestada en flagrancia: este domingo la vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili fue detenida en su departamento en Bruselas, donde los policías belgas habrían encontrado bolsas llenas de dinero en efectivo. La eurodiputada griega es sospechosa en el marco de una investigación que apunta a supuestos pagos hechos por Qatar para limpiar su imagen.

Kaili es la cara más visible en este caso de corrupción, que terminó con la detención de otras cinco personas, todas investigadas por supuestos sobornos del emirato. Debido a la condición de ser encontrada “en flagrancia”, Kaili no pudo hacer uso del fuero parlamentario. Durante la mañana de este martes, el Parlamento Europeo la destituyó de su puesto como vicepresidenta con una mayoría abrumadora: 625 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones.

Previamente, la eurodiputada se había referido a Qatar como un “modelo en derechos laborales”, respondiendo así a las críticas que se le hacían, desde organizaciones humanitarias, al país organizador del Mundial de Fútbol de este año. Según la política griega, los qataríes “se comprometieron con un objetivo y se abrieron al mundo. A pesar de eso, algunos aquí pretenden boicotearlos. Los atacan y acusan de corrupción a todos los que hablan con ellos o se comprometen con ellos, pero aun así, se llevan su gas, tienen allí sus empresas que ganan miles de millones”, dijo en un discurso al respecto.

Ali bin Samikh Al Marri, ministro del Trabajo de Qatar, y la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, durante una reunión, el 31 de octubre pasado. Foto: Reuters

A sus 44 años, Eva Kaili es una figura conocida en la política griega. Debutó como concejala municipal en su ciudad natal, Tesalónica, mientras aun era estudiante de arquitectura. En ese entonces, entró a formar parte del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), el partido de centroizquierda gobernante entonces.

En 2004, luego de hacer estudios de periodismo y relaciones internacionales, entró a la cadena de televisión Mega, donde trabajó como presentadora, ganando fama a nivel nacional. Así, en 2007 entró al Parlamento griego como la diputada más joven del Pasok. Para el momento de la crisis griega, en 2009, Kaili votó a favor del primer memorando en el que Atenas pedía prestado dinero a tres acreedores (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea), a cambio de la aplicación de las más severas medidas de austeridad.

En 2011, la revista alemana Der Spiegel la puso entre sus “personalidades del año”, cosa que no le aseguró el escaño en Atenas: en 2012, en medio de una severa derrota del Pasok en las legislativas, Kaili salió del Parlamento.

Roberta Metsola, presidenta del Europarlamento, junto con los presidentes de los grupos políticos, en una reunión para decidir la destitución de Eva Kaili en Estrasburgo. Foto: AP.

Pero en 2014, ella y su compañero de partido Nikos Androulakis llegan al Parlamento Europeo como parte del grupo S&D (Socialistas y Demócratas). En Bruselas, Kaili se volvió una legisladora prominente. En 2018, obtuvo el premio “Eurodiputado del Año” en la categoría “Nuevas Tecnologías” que entrega The Parliament Magazine. Poco después, la agencia de comunicaciones BCW, que establece un índice de influencia de los eurodiputados, ubicó a la política griega como una de las más influyentes entre 2020 y 2021. En esa dirección, a principios de 2022 fue electa como una de las vicepresidentas de la Eurocámara. Desde su puesto, Kaili participó en distintas comisiones, incluida la Delegación para las Relaciones con la Península Arábica.

Ahora bien, mientras brillaba en Bruselas, en Atenas tomaba distancia del Pasok, poniéndose en los márgenes más a la derecha de aquel partido. Criticó, durante el gobierno de izquierda de Syriza, las ayudas sociales, señalando que “los subsidios son para vagos”. Asimismo, fue una de las pocas en su partido en oponerse al acuerdo con la República de Macedonia del Norte, en que se terminaba con un conflicto congelado después de décadas.

También empezó a rivalizar con Nikos Androulakis, luego de que este llegara a la presidencia del Pasok. Cuando se reveló durante este año que el teléfono de Androulakis había sido espiado por los servicios de inteligencia griegos, la europarlamentaria publicó una columna minimizando la situación. Además, algunas fuentes griegas en el Parlamento Europeo señalaron al diario francés Libération que ella habría, desde las sombras, hecho todo para evitar una investigación en Grecia de la comisión Pega, dedicada a las escuchas ilegales en la Unión Europea.

La entonces vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, en Estrasburgo. Foto: Reuters

El 22 de noviembre pasado, dos días después de un viaje a Qatar, Kaili empezó a revelar sus posturas favorables al emirato. “El torneo de fútbol de Qatar es un ejemplo concreto de cómo la diplomacia deportiva puede conducir a una transformación histórica de un país cuyas reformas han inspirado al mundo árabe”, señaló la política griega, además de hacer otras declaraciones que, a la luz de su reciente detención, levantan las sospechas de los políticos europeos en general, y los fiscales belgas en particular.

El padre de Kaili está hoy en libertad condicional, luego de que la policía lo detuviera con 600 mil euros en efectivo. La justicia griega también congeló los bienes de Kaili y sus familiares, y el Pasok la expulsó del partido. Entre los bienes congelados por la justicia hay depósitos de 463 mil euros e inversiones de hasta 2 millones y medio de euros.

El pasado viernes la policía en Bélgica realizó una “macrorredada” en 16 viviendas, incluida la de Kaili. Solo en su departamento se encontraron 150 mil euros en billetes de 20 y de 50 euros. Ahora está imputada por pertenecer a una organización criminal, por blanqueo de dinero y corrupción, y su pareja, el italiano Francesco Giorgi, también está imputado.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.