Insulza y el vacío presidencial PS: “La locura consiste en hacer la misma cosa de nuevo esperando resultados distintos”

José Miguel Insulza

El senador socialista cuestiona que su partido hoy esté lejos siquiera de delinear una trayectoria presidencial. Aunque ya no tiene la sintonía que alguna vez tuvo con la mesa que encabeza Álvaro Elizalde, a la cual renunció, sigue declarándose disponible para esa carrera. En su entorno aseguran que episodios como los insultos de la diputada Pamela Jiles la semana pasada son los costos políticos de representar una opción política lejos de los polos.


El senador PS José Miguel Insulza evita cualquier referencia a la diputada Pamela Jiles, que la semana pasada lo insultó por su edad luego de que la acusara de “populista”. “Nunca he tenido ánimo de hacerme la víctima de nada”, se apura a responder.

Desde el estallido social, la situación política del exministro del Interior, ex canciller y ex secretario general de la OEA se tornó compleja. Hasta antes del 18 de octubre, Insulza era una declarada carta presidencial del PS y al interior del partido era sabido que contaba con la venia del timonel Álvaro Elizalde. Pero vino el estallido y con él la polarización del cuadro político que lo dejó en una posición complicada.

Primero vinieron los cuestionamientos a sus dichos en favor del manejo del orden público, que terminaron con reclamos socialistas en el Tribunal Supremo del partido. Meses después se marginó de la mesa PS y, con el correr de los meses, al interior del PS su nombre como eventual carta a La Moneda dejó de ser mencionado, al menos en el sector que representa a la directiva. Al interior del PS asumen que tarde o temprano se levantará el nombre del propio Elizalde.

Pese al cuadro, Insulza sigue declarándose disponible, habla de la necesidad de agrupar a la centroizquierda y lamenta el escaso impacto que -a su juicio- ha tenido el revival concertacionista de Unidad Constituyente. Sobre todo, el senador mira con preocupación que su partido -el más grande de la oposición- hasta ahora ni siquiera tiene una carta gantt para definir su postulante a La Moneda, ni menos un proyecto que la sustente.

¿Qué significa declararse disponible ?

Digo que estoy disponible porque creo que tenemos que unir a la izquierda democrática, que es el sector que más marca, más que el polo de izquierda y de derecha. Sin embargo estamos con tanta candidatura que no se ve. Mi primer objetivo es la generación de la unidad, de una mayoría política que no existe.

¿Cómo está trabajando en su proyecto?

Hablado con mucha gente. Si me pregunta si tengo un comando, no. Tengo mi base y el equipo de trabajo en el tema parlamentario. Primero hay que mirar que cualquier candidato por excelente que sea, aunque sea el mejor del mundo, va perder con una izquierda polarizada y dividida.

En el PS no está resuelto el tema presidencial. ¿Qué le pasa con eso?

No está ni siquiera resuelta la trayectoria, porque una cosa es no tener candidato y otra cosa es no tener trayectoria... no saber cómo se va a hacer. Se lo he planteado muchas veces a la mesa y he sido hasta majadero al decir una frase de Albert Einstein que decía “la locura consiste en hacer la misma cosa de nuevo esperando resultados distintos”. Y (en el PS) estamos haciendo lo mismo que la vez pasada. Y el resultado será el mismo.

¿Se refiere a la decisión de la mesa de Álvaro Elizalde de no llevar candidato propio y plegarse a la candidatura de Alejandro Guillier?

A no haber hecho una primaria abierta presidencial, y haber terminado decidiendo entre gallos y media noche en favor de una persona que ni siquiera reflejaba lo que pensábamos...

“Unidad Constituyente no ha tenido mucho relieve”

¿Hoy no hay ni siquiera un candidato externo al que apoyar?

No hay claridad porque ni siquiera ese es el camino. El tema es qué vamos a hacer. Si uno habla con los dirigentes de centro izquierda respecto a lo que hay que hacer, todos coinciden bastante. El tema es que no se ponen de acuerdo para impulsarlo. El expresidente Ricardo Lagos, el diputado Marcelo Schilling, han propuesto la creación de una federación socialdemócrata, pero eso debería tener una jefatura, no cuatro... Es muy lamentable lo que está pasando. Creo que la Unidad Constituyente es importante, pero no ha tenido mucho relieve.

¿Por qué cree que ha tenido escaso impacto?

Porque la gente no está acostumbrada a que en las federaciones políticas se hable de a seis, sino de a uno. ¿Quién encabeza eso? La Concertación de Partidos por la Democracia tuvo un coordinador que se llamaba Patricio Aylwin, después fue candidato. Tiene que haber un vocero, alguien que hable a nombre de los demás. Cómo no va a ser dramático que uno de esos seis, que es Marco Enríquez Ominami sea privado de sus derechos políticos y nadie diga nada...

¿Dónde queda el FA en su alianza de centro izquierda?

Yo tengo el mayor respeto por varios dirigente del FA. Creo que caben perfectamente. Se trata de gente de izquierda democrática. Pero no han resuelto sus problemas internos todavía. El FA siempre ha tenido mucha fuerza pero es claro que tiene tres rostros: uno socialdemocrática, otro cargado a una alianza con el Partido Comunista, y un tercero de la idea de que juntarse con los antiguos es como antagónico con el gran proyecto de reemplazarlos. Para ellos el problema del reemplazo es lo que no está resuelto.

Insulza se apura en señalar que valora el rol de Beatriz Sánchez. Giorgio Jackson y Pablo Vidal. “No veo con ellos grandes diferencias, excepto tal vez cómo hay que tratar algunos temas de la violencia. En algunos de ellos prima el interés de unirse a nosotros y en otros el interés de reemplazarnos. Y mientras no resuelvan eso, es difícil una alianza con eso”.

¿En el PS hay un plazo definitorio ?

No hay nada definitorio. El comité central se une en noviembre y me imagino será para candidaturas municipales. No va a ser para la línea política. Esperaría que lo fuera.

¿Cree que ud y el mundo político que ud representa ha sido maltratado?

En eras como la que vivimos, después de Michelle Bachelet perdimos nuestro proyecto común y fuimos incapaces de desarrollar otro hasta ahora pero que el periodo anterior no haya valido nada es algo que no acepto. Es un país distinto del que había en el año 90. A mi no me gusta hablar del incidente de la semana pasada porque confunde con otra cosa que es el tema de la edad. En las redes sociales la forma es muy fuerte. Una parte de los populismos reinantes y también de los proyectos extremos consisten en decir que todo lo anterior no sirve para nada.

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