Joaquín Lavín: escudo y sombra

Lavín
FOTO: HANS SCOTT/AGENCIAUNO

El alcalde se ha transformado en un dique de contención de las críticas al gobierno y a Chile Vamos en general. El protagonismo de Lavín ha aportado inmunidad al Presidente Piñera frente a José Antonio Kast, hoy por hoy uno de los mayores detractores de su administración.


La Agenda Ciudadana Criteria del mes de julio vino a confirmar el protagonismo de Joaquín Lavín en las preferencias presidenciales espontáneas, revalidando el salto significativo que tuvo hace dos meses al pasar de 11% a 17% en ese indicador y su consolidación en el primer lugar.

Respecto de las implicancias políticas y electorales de este arraigo popular hay varias lecturas complementarias. La más obvia e inevitable, es que el alcalde de Las Condes tiene hoy una alta posibilidad de convertirse en el sucesor de Sebastián Piñera. Sin embargo, hay otras interpretaciones menos evidentes que me parecen más interesantes. Propongo tres.

Partamos por lo que he denominado el escudo lavinista. El alcalde se ha transformado en un dique de contención de las críticas al gobierno y a Chile Vamos en general. El protagonismo de Lavín ha aportado inmunidad al Presidente frente a José Antonio Kast, hoy por hoy uno de los mayores detractores de su administración, tal como confirmó en su reciente puesta en escena en el programa Mesa Central de Canal 13: "Piñera no tiene actitud ni carácter", se despachó.

Bien sabido es que el fuego "amigo" o del propio sector es el más dañino y el de Kast mella a Piñera en su propia base de apoyo. Sin embargo hoy, a propósito de Lavín y en términos relativos, el líder del Partido Republicano es menos relevante y protagónico de lo que fue hace un par de meses.

Al mismo tiempo, en un contexto de alta frustración ciudadana con el gobierno, el alcalde escuda también al conjunto de Chile Vamos, en la medida que se instala en el imaginario colectivo la posibilidad cierta de que un rostro de la misma coalición gobernante sea el próximo Presidente. Este escenario de sucesión tan probable dentro de un mismo sector político no ocurría desde el gobierno de Ricardo Lagos con el liderazgo de su ministra Bachelet y aporta inmunidad desde el sentido común: si la mayoría encuestada apoya a un sucesor del mismo sector, tan mal no lo estará haciendo la coalición ni el gobierno.

Una segunda lectura es que el crecimiento lavinista ha ensombrecido a otras figuras como cartas presidenciales de la centro derecha, partiendo por los ministros a los que el propio Piñera puso fichas a inicios de su gobierno.

En menor medida, la sombra de Lavín también está tocando al grupo de senadores que preliminarmente habían asomado como presidenciables dentro de Chile Vamos. Concretamente, en la Agenda Ciudadana Criteria julio se aprecia que otras figuras distintas de Lavín dentro de la derecha no crecen, o derechamente decrecen en relación a su posicionamiento nueve meses atrás.

En tercer lugar, y relacionado a lo anterior, la figura del alcalde está erosionando aún más a una ya deslegitimada y fragmentada oposición. Con base en su gestión edilicia y comunicacional, Lavín se ha ido haciendo de atributos y territorios comunicacionales que históricamente fueron más propios de coaliciones de centro izquierda, dificultando al centro y a la izquierda el distinguirse por esas banderas que históricamente los diferenciaron de la derecha.

Los datos del total de la población encuestada en julio muestran que, por ejemplo, en nueve meses Lavín ha crecido un 10% en el atributo "sabe cómo enfrentar los problemas sociales", un 9% en "es sensible con los problemas de las personas" y un 9% en "confío en él".

Inversamente, la figura mejor posicionada de la oposición -Beatriz Sánchez- ha retrocedido 5%, 12% y 8% en los respectivos atributos. Incluso, entre quienes se identifican con la oposición hay un porcentaje importante que valora positivamente la opción presidencial del edil de Las Condes.

Cualquiera sea la interpretación, mientras los desafiantes de quien ha sido candidato a todo en los últimos 30 años discuten sobre la capacidad que tendrá para enfrentar las preguntas de fondo en campaña, sobre su incompetencia para tomar posiciones políticas o sobre el momento en que -una vez más- se desinflará, los datos muestran un nuevo despegue de Lavín este 2019.

Con un posicionamiento revitalizado, escudando y ensombreciendo, Joaquín Lavín ha dejado en claro que si hay alguien al que no le afectan las fechas de vencimiento es a él. Y eso que muchos todavía lo motejan de ser tan liviano como yogurt.

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