La prueba de fuego de Sinovac que comenzó en Ancud

Un brote de coronavirus en un hogar de adultos mayores de Chiloé parece controlado por una razón especial: recibieron la primera dosis de la vacuna a tiempo. Se han contagiado 51 ancianos y si bien algunos han decaído, hasta ahora ninguno grave. De hecho, hoy 24 fueron dados de alta y recibieron la segunda dosis.


Hace dos semanas que los adultos mayores de la residencia San Vicente de Paul, en Ancud, no pueden saludarse, conversar en grupos o realizar los talleres que animaban sus tardes. Ese día, un brote de coronavirus puso la alerta en el establecimiento de larga estadía, por lo que la rutina se detuvo de golpe, y ha sido reemplazada por una estricta cuarentena en sus habitaciones.

Hasta ahora, 51 de los 52 ancianos que ahí viven (el único caso negativo ya había contraído el virus antes de ingresar al hogar) y 19 funcionarios se contagiaron con Covid-19. Pero se mantienen optimistas. Todos fueron inmunizados el 6 de febrero con la primera dosis de la vacuna Sinovac y 24 de ellos ya fueron dados de alta. Incluso, recibieron esta mañana la segunda dosis. Así, sin quererlo, se transformaron en el primer objeto de estudio de los efectos del fármaco en Chile.

El 23 de febrero, después de que algunos residentes presentaran fiebre, tos, dolor muscular o cansancio, la alarma se encendió. De inmediato, cuentan los directores del establecimiento, informaron al Cesfam Pudeto, que al día siguiente realizó una toma de muestra masiva a todos los residentes y funcionarios. Los resultados llegaron dos días después: 44 ancianos y 11 trabajadores portaban el virus en ese momento.

Una de las residentes del hogar San Vicente de Paul, en Ancud, recibe la segunda inmunización contra el Covid-19. Foto: Fundación San Vicente de Paul

Los ojos de autoridades y expertos están puestos en Ancud, un estudio clínico involuntario de esta campaña de inmunización. Hasta ahora los resultados sorprenden y son esperanzadores. Pese a ello, los expertos prefieren ser cautos. “Es complejo decir si están bien por la vacuna, considerando que no hay evidencia con brotes de este tipo. Pero es importante ir mirando el comportamiento que van a ir teniendo con el correr de los días”, dice el médico Miguel Romo, director de la atención primaria de Ancud, uno de los especialistas que monitorean la evolución de los abuelos contagiados. Eso, pues además de las altas médicas, aún hay 27 adultos mayores cumpliendo cuarentena y en 19 de ellos persiste la sintomatología.

Según explican en el recinto, de todo el grupo contagiado cinco residentes han presentado complicaciones de salud y dos de ellos debieron ser trasladados a la urgencia del hospital de la zona. Requirieron monitoreo y oxígeno, pero ninguno está grave. Eso sí, “ambos tenían un estado de salud deteriorado antes de contraer el virus, debido a patologías de base”, aclara la directora técnica del Eleam, Mabel Devia.

Hasta esta mañana, el encargado del programa Adulto Mayor de la Seremi, Álex Oyarzo, explicó que “de los 52 residentes, una permanece internada en el Hospital de Ancud con tratamiento de oxigenoterapia por naricera. Además, cuatro están en seguimiento por el equipo de hospitalización domiciliaria del hospital y tres de ellos cursan una neumonía, siendo tratados con oxigenoterapia y broncodilatadores”. El resto de los anciano, se recupera favorablemente.

En Chile, hasta ahora el 64% de los fallecimientos por Covid-19 corresponde a personas de 70 años o más, cifra que se extiende al 85% si se comienza a contar desde los 60 años de edad. Por eso, y aunque aún es temprano para las conclusiones, en la Isla Grande observan con entusiasmo el desarrollo la evolución de los adultos mayores.

Y la comunidad científica también comienza a observar el caso. “Toda situación de brote y, sobre todo en este caso, es de interés. Pero para poder analizarlo y sacar conclusiones es difícil, porque se necesita compararlo con casos similares, con pacientes que no hayan recibido la vacuna y otros que sí”, reconoce el infectólogo Miguel O’Ryan.

Respecto a si el efecto de la primera vacuna ayudó a los ancianos a enfrentar de mejor manera el contagio, el expresidente de la Sociedad Chilena de Enfermedades Infecciosas asegura que “se puede inferir que gracias a la primera dosis de la vacuna, estas personas pudieron haber estado protegidos contra el virus, pero aún es muy pronto para sacar conclusiones”.

Mientras, quien sigue de cerca el caso es el exministro de Salud Jaime Mañalich. “Habitualmente, la posibilidad de que se hospitalizaran estos ancianos, por la experiencia que tenemos en Chile, es del 40%, por lo que, el hecho de que haya apenas un solo hospitalizado y cuatro en observación, es algo muy raro y esperanzador”, asegura el médico.

Las condiciones de los residentes

Este es el primer brote de coronavirus que enfrentan en el hogar, que alberga a adultos mayores de entre los 64 y 96 años, todos en una compleja condición socioeconómica y cargando diversas patologías. “El 40% está en un nivel alto de vulnerabilidad, de acuerdo al registro social de hogares”, dicen desde la fundación. De hecho, 19 de ellos no cuentan con redes familiares de apoyo ni apoderados presentes, por lo que no tienen a quién informar en caso de que su estado de salud empeore.

“Todos nuestros residentes presentan algún nivel de dependencia, ya sea física, cognitiva o ambas. Según la escala Barthel, 16 residentes tienen dependencia, 35 un nivel de dependencia leve o moderada y otros 17 dependencia severa o total (postrados)”, transparenta la fundación.

Una de las residentes del Eleam San Vicente de Paul, en Ancud, enseña su certificado de inmunización contra el Covid-19. Foto: Facebook

Por eso ha sido vital la ayuda médica. Todas las mañanas, a las 8.30, un médico, una enfermera, un kinesiólogo, dos TENS, además de un chofer del Cesfam Pudeto concurren al recinto de la calle San Vicente para tomar signos vitales y ver si es que algún abuelo requiere de algún cuidado mayor.

Las autoridades y los especialistas saben que la pelea que están dando estos ancianos es diaria. “Estamos tratando de ser sumamente cautos. Afortunadamente todos han estado estables, pero cuando se trata de adultos mayores con muchas enfermedades de base, el estado puede cambiar de un momento a otro”, explican desde la Seremi de Salud de Los Lagos.

Pese a ello, es la esperanza del gobierno que con una inmunización a la población de adultos mayores las salas UCI se descompriman. Y las estimaciones ya se han hecho. Por ejemplo, el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS) realizó un análisis proyectivo de los efectos que comenzarían a verse durante los próximos meses frente a la pandemia. Para ello, tomaron en cuenta el promedio de vacunación diaria (200 mil personas, hasta el 12 de febrero), la incidencia de ingreso a la UCI por rango etario y la estadía promedio en una cama crítica por paciente (12,5 días). “La situación en abril podría ser auspiciosamente mejor si seguimos con el ritmo de vacunación”, fue una de sus conclusiones.

“Manteniendo el número de casos de contagio y la distribución etaria acumulada al 12 de febrero, podríamos ver una disminución de 1.544 a 582 en el número de camas UCI ocupadas”, adelanta el análisis, es decir, casi dos tercios menos de pacientes críticos. Además, estima que la primera semana de abril todas las personas mayores de 60 años ya habrán sido inmunizadas con ambas dosis de la vacuna.

Casi la mitad de los ancianos del Eleam San Vicente de Paul solo cuentan con la primera dosis, pero no decaen. Mientras, su evolución será observada por los expertos; como la primera prueba de fuego para la vacuna Sinovac. Solo queda esperar.

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