La trágica historia detrás de la última medalla de oro chilena en los Parapanamericanos Santiago 2023

En parabádminton, Jaime Aránguiz consiguió la presea dorada número 16 en los juegos realizados en Chile. Antes de iniciar su participación en la competencia tuvo que conocer la noticia de la muerte de su entrenador y su compañero de dupla. El deportista nacional es el protagonista de un nuevo capítulo de "Sin Límites, historias de supercampeones", la serie documental de La Tercera que se adentra en la historia de ocho atletas que participan en los Parapanamericanos.


La historia de Jaime Aránguiz, el último deportista nacional en conseguir una medalla de oro en los Parapanamericanos Santiago 2023, parece sacada de una película. Antes de conseguir el importante logro tuvo que sobreponerse a dos trágicas noticias: la primera, la muerte de su entrenador -con quien aprendió casi todo del bádminton, su disciplina- y, solo días después, el fallecimiento de su compañero de dupla.

El deportista chileno es el protagonista de un nuevo capítulo de “Sin Límites, historia de supercampeones”, una serie documental de La Tercera que relata la vida de ocho deportistas paralímpicos chilenos.

En la serie, Aránguiz cuenta los difíciles episodios que tuvo que atravesar durante su vida antes de convertirse en campeón del parabádminton. “Mi discapacidad se llama ostegénesis imperfecta, que son los huesos de cristal, como se le conoce. Cualquier movimiento, cualquier dificultad podría fracturarme; la enfermedad no tiene cura, pero sí tiene un stand by, por así decirlo: a los 15 años la enfermedad ya deja de fracturarme constantemente. Me quedan las secuelas de las fracturas anteriores, tuvieron que hacerme varias cirugías de corrección”, relata el deportista.

“Cuando la enfermedad estaba como a tope, por cambiarme de una silla a otra me fracturaba. Yo en mi cuerpo tengo 76 fracturas en mis puras piernas”, recalca.

Pese a todas las dificultades Aránguiz es un deportista de élite. Partió en el handball, pero como no era un deporte oficial y dependía de compañeros para conseguir logros, se cambió de disciplina al parabádminton. “Yo entreno ocho horas diarias, de lunes a viernes. Todo el día yo estoy bádminton, bádminton, bádminton. Yo lo veo como alto rendimiento, es mi trabajo. Gracias a este deporte actualmente puedo mantener a mi hija. Le debo mucho a este deporte”, cuenta.

“Mi primera competencia fue en el 2015, mi primer open internacional, perdí todos los partidos, llevaba entrenando poco, un año. Fue bueno, porque me di cuenta de que eso era lo que necesitaba, ver la realidad del deporte allá afuera y entrenar, entrenar, entrenar y seguir entrenando, y ponerme metas realistas”, añade.

En los Parapanamericanos de Lima 2019 también vivió momentos complicados: “Yo iba a sacar la medalla en Lima y un día antes de la competencia me lesioné la muñeca y salí cuarto”, relata.

Finalmente, antes de Santiago 2023 la tragedia volvió a impactar en la carrera de Aránguiz. Su entrenador de siempre y su compañero de duplas murieron. “Estando en Inglaterra compitiendo me dan la noticia de que mi coach falleció, tenía 90 años y no me falló nunca; con lluvia, de noche, de madrugada, teníamos que pagar cancha, no teníamos dónde entrenar y entrenábamos en la plaza, él levantó la disciplina solo”, cuenta.

Y agrega que “estando allá en Perú me dan la noticia de que mi compañero el “Costita” también falleció, y ahí pfff. Estaba pasándolo mal, tenía complicaciones de salud muy graves. Fue triste, ya me la lloré toda, así que hay que verlo como es la vida nomás”.

Con entereza afrontó la competición en Santiago y logró su objetivo, siempre con las palabras de su entrenador resonando: “Aunque todos remen en contra, tú tienes que remar para adelante”.

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