Las historias que unen a Sting con Chile

Sting
Sting en uno de sus shows con Shaggy. Foto: AP Photo/Arnulfo Franco.

El inglés realiza esta noche su décimo show ante el público local. Un nuevo encuentro para una relación de 35 años plagada de hitos musicales y políticos.


Con Message in a bottle y Every little thing she does is magic, dos clásicos que volverán a sonar en vivo esta noche en Santiago, Gordon Matthew Sumner dio inicio a su particular y extenso vínculo con el público chileno una noche de febrero de hace 35 años. Fueron dos presentaciones consecutivas las que el músico dio junto a The Police en el Festival del Viña del Mar de 1982, el 19 y el 20 de febrero, en un momento inolvidable para la historia de la música en vivo en Chile y particularmente difícil para el trío británico, que se encontró con un país bajo la censura y el régimen de Augusto Pinochet, lo que llevó a su líder a declarar que nunca volvería a pisar el país.

La promesa no se cumplió y hoy Sting ya está en Santiago para cumplir con su décimo encuentro con la audiencia chilena (sumando shows como solista y junto a su ex grupo), esta vez con un particular espectáculo en el que comparte escenario con el jamaiquino Shaggy. Un nuevo desafío a las convenciones y otro hito en la relación que ha sostenido el artista con Chile, que en las últimas cuatro décadas se ha transformado en uno de los protagonistas históricos de la cartelera nacional.

1982: El extraño debut

Si bien su presentación doble en la Quinta Vergara en febrero de 1982 todavía es recordada como uno de los grandes momentos de la historia del Festival de Viña -particularmente para la escasa presencia de nombres del rock anglo en la cita-, tras bambalinas la estadía en la Quinta Región fue difícil y accidentada para el trío inglés.

Por ese entonces, The Police ya era una banda consolidada y de la primera línea del rock planetario -venían promocionando Ghost in the machine, su cuarto álbum-, y su particular fórmula de guitarras eléctricas, base jamaiquina y libertad jazzera comenzaba a hacer escuela en la incipiente escena local del llamado "rock latino", algo particularmente evidente en el debut discográfico de Los Prisioneros lanzado dos años después.

https://www.youtube.com/watch?v=STIQQdBrh58

Con todo, los días en Viña del Mar del conjunto fueron complejos, y, según reportes de la época, tuvieron altercados con el personal del Hotel O'Higgins y la prensa de la época, lo que los llevó a abandonar la conferencia de prensa e icluso amenazar con suspender el show minutos antes de de subir a la Quinta.

Para Sting, Stewart Copeland y Andy Summers, lo más difícil fue enfrentar a un país en crisis social y política. "Habían muchos soldados en las calles y brutalidad. Pero pensamos que era otro show para una dictadura fascista", declaró el vocalista algunos años después.

https://www.youtube.com/watch?v=KPNR3FpNi1k

1990: Ellas danzan solas

La experiencia de 1982 marcó a fuego a Sting, quien pese a su promesa regresó ocho años después para otro hito histórico de la música en vivo en Chile.

A fines de los 80, Amnistía internacional organizó una serie de recitales para promover la defensa de los Derechos Humanos. Y así, una gira encabezada por Sting, Bruce Springsteen y Peter Gabriel pasó por Brasil y Argentina en 1988 (en Buenos Aires incluso cantaron junto a figuras locales como Charly García). Chile estaba contemplado en el recorrido, pero las autoridades de la época trabaron su llegada y finalmente Santiago quedó fuera del itinerario.

https://www.youtube.com/watch?v=1oaDCbNRkAs

La revancha llegó en 1990, cuando el gobierno de Aylwin comenzó a organizar un evento masivo para celebrar el retorno de la democracia y recordar a las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos. Se escogió al Estadio Nacional como recinto y Sting fue uno de los primeros en sumarse a cita, ayudando a convocar a otros colegas.

Fueron dos jornadas de música en vivo en el estadio las que incluyó "Desde Chile... un abrazo a la esperanza", con un listado de artistas que incluyó a New Kids on the Block, Luz Casal, Wynton Marsalis, Sinéad O'Connor y Peter Gabriel. La segunda tuvo al británico de protagonista, quien interpretó en español su tema Ellas danzan solas -They Dance Alone (Cueca Solo)- acompañado de mujeres que sostenían retratos de sus seres queridos desparecidos en dictadura.

Con esa postal, Gordon Sumner, quien ya durante la campaña del NO había visto subir las ventas en Chile de su segundo disco, Nothing Like the Sun, se consolidó como uno de los grandes referentes internacionales de la lucha por las causas humanitarias en el país.

2007: Vuelve la leyenda

El inglés regresó en otras dos ocasiones como solista, no sin problemas: en 1994, promocionando Ten summoner's tales, un retraso en su vuelo desde Buenos Aires hizo que el recital en San Carlos de Apoquindo comenzara una hora más tarde de lo programado. Con todo, terminó siendo uno de los shows más memorables del cantautor en la capital.

https://www.youtube.com/watch?v=naUFwMqchUA

Luego de su retorno al Estadio Nacional en 2001 con Brand new day, el británico materializó su tercer paso por el recinto de Ñuñoa en 2007 y con uno de los reencuentros más esperados por el universo musical: la gira de reunión de The Police. Nuevamente acompañado por Copeland y Summers, revivió los grandes himnos de su banda madre e una jornada de alto vuelo musical y cargada de emotividad para un público de diversas generaciones, que tuvo además como telonero al estadounidense Beck.

2011: El regreso a la Quinta

El último gran hito de Sting y Chile tuvo lugar en el mismo recinto donde todo comenzó. En 2011, el músico volvió a la Quinta Vergara para convertirse en la gran estrella de aquella edición del Festival de Viña, con un vistoso e impecable show que replicó en vivo Symphonicities (2010), álbum de versiones sinfónicas de clásicos de su carrera solista y su etapa con The Police.

https://www.youtube.com/watch?v=tyhnRKu9Ov4

El espectáculo de una hora y media incluyó momentos especiales y recordados, como la interpretación de The dance alone y de tros temas inmortales de su cancionero (Roxanne, King of Pain, Englishman in New York) junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, y marcó un precedente para la cita viñamarina, que vio esa noche todo lo que se espera de llamado "número anglo" del certamen.

La peor parte se la llevó el humorista Ricardo Meruane, quien entre las pifias de parte de los fans de Sting y debido a una floja rutina, debió dejar el escenario de la Quinta tras 15 minutos, en otro momento para la posteridad de la cultura pop criolla propulsado (esta vez indirectamente) por Gordon Sumner.

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