Minsal inicia estudio para conocer enfermedades vinculadas a la contaminación en Coronel

Bahía de Coronel.

Tras adjudicarse el análisis, académicos de la PUC analizarán a 1.200 personas, con exámenes de laboratorio que medirán la presencia de arsénico y plomo. Con esto, se busca determinar si han sido afectados por la polución asociada al parque industrial que se emplaza en la comuna.


Esta semana se inició el trabajo de campo de un estudio, inédito en la zona, que permitirá establecer si existe un vínculo entre la contaminación y la salud de los habitantes de la comuna de Coronel, en la Región del Biobío.

La iniciativa, que se extenderá por un año, fue licitada por el Ministerio de Salud (Minsal) y adjudicado por el departamento de Salud Pública de la Universidad Católica, que también licitó un proyecto similar para indagar la situación de salud en los pobladores de Concón, Quintero y Puchuncaví.

Ambas investigaciones buscan conocer la prevalencia, características y factores de riesgo de enfermedades asociadas al deterioro ambiental, a partir de una muestra representativa de la población. En el caso de Coronel, se estudiará a 1.200 personas.

La comuna costera se ubica 31 km al sur de Concepción. Y su principal actividad productiva, desde mediados del siglo XIX hasta la década del 90, fue la explotación de carbón. Luego se instalaron industrias pesqueras, se creó el puerto de Coronel, centrales termoeléctricas y se habilitó, en la parte norte, un amplio cordón industrial. En la provincia también opera la compañía siderúrgica Huachipato, el mayor emisor de material particulado, seguido de la planta Masisa Mapal y la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP). La ENAP también emite dióxido de azufre junto a la empresa de generación y distribución eléctrica, Endesa (actual Enel Generación Chile).

Esta última, señala el Programa para la Recuperación Ambiental y Social (PRAS) de Coronel que publicó el Ministerio del Medio Ambiente en 2018, “es también el mayor emisor de NO2 (dióxido de azufre)”.

El principal problema de calidad del aire en Coronel está relacionado con el material particulado, agrega el PRAS: en 2006 el área metropolitana de Concepción, conformada por Lota, Coronel, San Pedro de la Paz, Hualqui, Chiguayante, Concepción, Hualpén, Talcahuano, Penco y Tomé, fue declarada zona de latencia por material particulado respirable (MP10).

Nueve años después, en 2015, la misma zona fue declarada saturada por material particulado fino respirable 2,5 (MP2,5) como concentración diaria. Posteriormente, se elaboró el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPAD) para el Concepción Metropolitano, el que comenzó a regir en diciembre de 2019.

En el ámbito sanitario, un estudio de la Seremi de Salud en 2016 ya reveló la presencia de metales pesados en algunos menores de la comuna de Coronel: confirmó la presencia de cadmio, níquel, mercurio y arsénico en 18 (6,3%) de los 285 niños que consideró la su muestra.

“En general, la preocupación de la comunidad tiene que ver con problemas respiratorios, principalmente asociados a la contaminación del aire que se genera por el parque industrial. Y ese es el foco que le queremos dar. Queremos mirar si hay patologías crónicas -cardiovasculares, respiratorias- y ver con muestras biológicas si efectivamente hay algún daño importante en la salud”, cuenta Sandra Cortés, investigadora responsable del proyecto.

En esta oportunidad, la doctora en Salud Pública señala que el estudio es de corte transversal, es decir, “tomamos una fotografía del estado de salud de la población”.

Su equipo, integrado por 20 personas -enfermeras, epidemiólogos, geógrafos, entre otros profesionales-, contará con el apoyo de la Universidad de Concepción, para buscar a los 1.200 participantes de la muestra realizando un puerta a puerta en distintos lugares de la comuna.

Serán ocho personas las que comenzarán a circular por las calles de Coronel, para realizar el empadronamiento. Por eso, la académica invita “a que nos abran las puertas para recolectar la información”.

A estas personas aplicarán, en sus hogares, una encuesta epidemiológica–ambiental. Posteriormente, en un plazo no mayor a 12 horas, un profesional de la salud acudirá a tomar muestras de sangre y orina, para medir plomo y arsénico inorgánico, y practicar un examen pulmonar (flujometría) junto con otro de fuerza.

Con el estudio, la PUC va a “verificar, o no, si los problemas de salud están vinculados a condiciones ambientales o sociales. Esas son las preguntas que queremos ir respondiendo”, agregó la investigadora.

De igual forma, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, destacó que “este estudio nace como una respuesta del ministerio a la preocupación de los habitantes de la comuna de Coronel, vinculada a las exposiciones ambientales”.

La comunidad había planteado la necesidad de realizar este estudio en el PRAS. La medida, que emanó de un cabildo ambiental convocado por el municipio en junio de 2017, apunta a la evaluación y seguimiento de los efectos potenciales en la salud de las personas por exposición crónica a contaminantes atmosféricos, a través de estudios periódicos de monitoreo biológico y epidemiológico.

En paralelo progresa otra iniciativa que propone avanzar hacia la elaboración de una norma secundaria de calidad de agua. Y en ese contexto, el Ministerio de Medio Ambiente informó que está licitando el monitoreo de las aguas, para en julio comenzar a elaborar esta normativa que aplicará para la bahía de Coronel y el golfo de Arauco.

El estudio de campo de la PUC se extenderá por cuatro meses. Terminado este proceso y analizada la información, cada participante recibirá un reporte con sus resultados personales. A su vez, “la autoridad sanitaria contará con información epidemiológica pionera para la toma de decisiones en este ámbito de alta preocupación comunitaria”, agregó Sandra Cortés.

Con los resultados del proyecto, el Minsal señaló que realizará las acciones necesarias para proteger la salud de la población.

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