Paulina Saball y la reconstrucción: su rol posterremoto en Coquimbo de 2015 y en Santa Olga

Siendo titular de Vivienda durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, a la recientemente nombrada encargada de la reconstrucción en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía le tocó hacer frente a otras grandes catástrofes: un incendio en los cerros de Valparaíso (2014), el terremoto en Coquimbo (2015) y los megaincendios de 2017.


En medio de los incendios que afectan a la zona centro-sur del país, este sábado el Presidente Gabriel Boric anunció la designación de la exministra de Vivienda y Urbanismo (2014-2018) Paulina Saball como encargada de la reconstrucción en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.

Un trabajo que a Saball ya le tocó enfrentar siendo ministra. En abril de 2014, a poco de asumir, un incendio destruyó 2.900 viviendas en los cerros de Valparaíso, en un radio de cien hectáreas. Esta gestión, en tanto, provocó que en junio de 2014 legisladores de la UDI y RN interpelaran a Saball en la Cámara de Diputados, acusando “lentitud” en ese proceso. El episodio estuvo marcado por las manifestaciones que se desarrollaron en las tribunas, que llevaron a la mesa de la Cámara a suspender la sesión por algunos minutos. En el marco de las 15 preguntas y contrapreguntas, Saball defendió la labor realizada por el gobierno, aseverando que había “cumplido con cada una de las obligaciones que establece la ley”.

Un año después de asumir, la asistente social y política debió liderar el Plan de Reconstrucción por el terremoto de 8,4 grados de magnitud que en septiembre de 2015 azotó el norte del país, específicamente a la Región de Coquimbo. Este dejó 15 muertos y generó un tsunami en la zona central.

Por último, la exministra también estuvo a cargo de la reconstrucción del sector de Santa Olga (Maule), luego del incendio forestal de 2017, que dejó 467 mil hectáreas consumidas, 10 víctimas fatales, más de 2.500 viviendas destruidas y más de ocho mil damnificados.

La vereda de Coquimbo

El terremoto tuvo su epicentro en la Región de Coquimbo, fue en la tarde del 16 de septiembre de 2015, alcanzando una magnitud de 8,4° Richter, con posterior alerta de tsunami decretada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA). El sismo dejó a 15 personas fallecidas, ocho eran de Coquimbo. Asimismo, significó la destrucción de 2.440 viviendas en la región y 2.075 con daños severos.

Debido a los daños, el entonces gobierno de Michelle Bachelet, a través de la cartera de Paulina Saball, indicó que dedicarían recursos a la reconstrucción del lugar bajo una inversión de $ 89 mil millones destinados a reparar y reponer 7.747 viviendas en toda la región y tarjetas de regalo para sustentar materiales de reconstrucción por $ 1.250.000.

Pero según la dirigenta del Comité Unión Baquedano, ubicado en la Región de Coquimbo, Marcia Saavedra, “los fondos llegaron tres años después”.

“Conversamos con la exministra Paulina Saball y de primera fue muy negativa con nosotros, porque no quería que reconstruyéramos nuestras casas (…), después logramos ablandarle un poquito el corazón”, asegura Saavedra.

La dirigenta afirma que durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera se terminaron los trabajos. “Cristián Monckeberg, él hizo mucho por nosotros. Terminaron las casas que estaban construidas, nos dieron bonos para construir ventanas y puertas (...); yo tengo mucho que agradecer al gobierno de Piñera, porque ellos culminaron una etapa que durante tres años no pudieron terminar”.

En virtud de aquello, el exalcalde de Coquimbo, quien también estuvo a cargo del comité de emergencia comunal, Cristián Galleguillos (ex DC), afirma que “lamentablemente muchos de esos proyectos no se han concretado” y que “todavía se están desarrollando proyectos de ese plan, y que por diferentes razones a través del tiempo todavía no se han concretado”.

De todas maneras, respecto del trabajo de la exministra Saball, Galleguillos enfatiza en que “se realizó un plan de remodelación y reconstrucción de todo el sector, pero no solo eso, sino que fue una remodelación completa del barrio. Tengo buenos recuerdos del trabajo que hicimos en conjunto con la ministra, tanto en el tema de vivienda como de planificación urbana del borde costero”.

La reconstrucción de Santa Olga

El 25 de enero de 2017, los habitantes de Santa Olga, localidad ubicada en la comuna de Constitución, vieron cómo las llamas destruyeron todo a su paso, dejando ocho víctimas fatales y consumiendo 160 mil hectáreas.

El 11 de marzo del mismo año comenzó el Plan de Reconstrucción a cargo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el que -hasta enero de 2021- contó con un presupuesto total de $ 37.000 millones, destinado a la construcción y mejora de los hogares dañados y destruidos de comunas de la Región de O´Higgins, Maule y Biobío. De este monto, se utilizaron más de $ 22.000 millones para el levantamiento de 829 viviendas y un conjunto habitacional para 270 familias del sector de Santa Olga, Los Aromos y Altos de Morán.

En su momento, la entonces ministra sostuvo que el plan de reconstrucción estaría enfocado en la urbanización del sector, a través de obras que permitieran la construcción de alcantarillado, servicio de agua potable, electrificación, nuevos espacios públicos y mejor distribución de calles y pavimentos. Además, se consideraría la reposición de servicios como el centro de salud, establecimientos educacionales, el terminal de buses, sedes vecinales con el fin de “garantizar mayor protección a las familias ante la convivencia en una zona de bosque y cerros”, expresó la autoridad.

Un trabajo que para Mónica Sepúlveda, presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Olga, no hubiera sido posible sin la creación de la mesa de reconstrucción, de carácter público-privada, integrada por juntas de vecinos, autoridades locales, empresarios y la propia ministra Saball.

“Ella fue una excelente funcionaria desde el día uno del proceso de reconstrucción. En Santa Juana valoramos su gestión, porque ella era de un sentido tajante y de concretar los proyectos en poco tiempo sin mayor burocracia. Siempre que había un retraso con las obras ella llegaba al lugar y podía solucionarlo, fue un gran aporte con el tema de las primeras viviendas, alcantarillado de la zona y agua potable. El problema fue que había un lapsus chico de tiempo, nosotros nos quemamos en 2017 y ellos ya en el 2018 estaban haciendo cambio”, sentenció Sepúlveda.

Carlos Valenzuela (Ind), exalcalde de Constitución, concuerda. Y es que pese a que el trabajo de reconstrucción presentado por Saball solo duró hasta el fin de su periodo en 2018, “durante un año logramos más de lo que uno pensaría”, confirmó.

“Si tuviera que definir a Paulina en una palabra sería proactiva. Junto a Desafío Levantemos Chile, con el Hogar de Cristo y las juntas de vecinos, su gestión permitió poner en marcha el tema de las primeras viviendas, los alcantarillados y resolver el tema del agua potable desde Constitución hasta Santa Olga, que son como 15 kilómetros de tuberías. Fue una ministra que escuchó a las personas, que estuvo dispuesta a trabajar y aceptó la mesa de construcción. Ella dejó bien puesta la vara para que los próximos gobiernos la retomaran”, recalcó.

A seis años del siniestro de la comuna, Valenzuela sostiene que aún quedan proyectos sin terminar en la zona, la que en 2021 ya contaba con un 98% de avance.

“Uno de los grandes problemas que aún se presentan son con las direcciones de obras; no existe una ley especial para reconstruir una tragedia. Eso es una traba tremenda que demora demasiado, porque la gente de sectores rurales no tienen regularizados sus terrenos. Sumado a que otros gobiernos han tomado la reconstrucción y no siempre se continúan los trabajos de la misma forma”, esbozó Valenzuela.

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