Perú y su decisión de retirar a su embajador en Colombia: las difíciles relaciones diplomáticas del gobierno de Boluarte

La Presidenta de Perú, Dina Boluarte, entrega un mensaje para anunciar el regreso del embajador del país en México, en Lima, el 24 de febrero de 2023. Foto: Reuters

Ya son tres los representantes diplomáticos que la Presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha retirado por las críticas que los mandatarios de los países en los que se encontraban formularon contra su manejo de la crisis política y las protestas.


Con la salida el jueves del embajador peruano en Colombia, Félix Denegri Boza, ya son tres los representantes diplomáticos que la Presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha retirado por las críticas contra su gestión que han hecho los mandatarios de los países en los que se encontraban. Con esto, el deterioro de las relaciones diplomáticas ha ido en escalada con algunos países de América Latina, en momentos en que la mandataria enfrenta una nueva moción de vacancia.

El gobierno de Boluarte ha enfrentado críticas de otros líderes en la región por su manejo de la actual crisis política desatada tras la salida de Pedro Castillo de la presidencia el 7 de diciembre pasado y la represión a las protestas que se desataron desde entonces.

Castillo intentó disolver el Parlamento e iniciar un gobierno de excepción para evitar una votación para removerlo del cargo, pero las fuerzas de seguridad no lo apoyaron. El Congreso, entonces, lo destituyó y la vicepresidenta Boluarte asumió el cargo. Castillo fue detenido y está en prisión preventiva por 36 meses mientras la Fiscalía lo investiga por presunta corrupción y rebelión.

Durante su discurso virtual en una sesión convocada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) a fines de enero, la mandataria tuvo que dar cuenta de los comentarios de los demás jefes de Estado.

Dina Boluarte, Presidenta de Perú, durante su mensaje a la Nación.

“He escuchado las intervenciones de mis compañeros de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), les agradezco su preocupación y solidaridad con el Perú, con los peruanos, con las víctimas de la violencia, pero también quisiera preguntarles: ¿cuál es la solución que proponen?, ¿un camino para la violencia?, ¿o un camino para la paz y la democracia?”. “Espero que nuestros países amigos de la región apoyen la única salida a la crisis que sea pacífica, constitucional y acorde con la tradición de la OEA”, agregó.

El primer embajador peruano en ser retirado fue Jorge Raffo Carbajal, a fines de enero, en pleno auge de las protestas en contra de Boluarte y su gobierno, después de que la Presidenta hondureña Xiomara Castro, durante un discurso en la Celac, criticara el “golpe de Estado” contra Pedro Castillo, a quien reconocía como “legítimo y electo”.

Pese a la protesta peruana, el canciller de Honduras, Enrique Reina, reafirmó posteriormente en su cuenta de Twitter que el gobierno de la Presidenta Castro rechazaba y condenaba el golpe de Estado que -consideraban- se cometió contra el expresidente de Perú Pedro Castillo. El representante de la diplomacia hondureña señaló que el país es respetuoso de la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en asuntos internos de otros Estados.

El gobierno de Perú agregó que por ahora las relaciones entre Perú y Honduras se van a mantener a través de encargados de negocios.

Las tensas relaciones con México

Un mes después, le tocó el turno al embajador peruano en México, Manuel Talavera Espinar, nombrado para el cargo en septiembre de 2021 cuando todavía Castillo era presidente. El gobierno de México ha sido uno de los más críticos con la gestión de Boluarte, al punto que el mandatario de ese país, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado en varias ocasiones “la farsa” orquestado por la “oligarquía conservadora” para echar al “maestro rural”.

El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, levanta el pulgar mientras se une a su par de Bolivia, Luis Arce, y al secretario general de la Comunidad Andina, Jorge Pedraza, al centro, para una foto grupal junto con otros mandatarios en la Cumbre de la Comunidad Andina en Lima. Foto: AP

Precisamente, México era el destino que Castillo barajaba si el intento, que resultó fallido, de cerrar el Congreso y decretar un gobierno de excepción no salía bien. Si bien él fue detenido, a la espera de juicio por rebelión, su esposa, Lilia Paredes, y sus dos hijos, sí lograron establecerse en ese país.

En todo caso, las tensiones entre México y Perú datan de mucho antes. En noviembre del año pasado, el gobierno de AMLO debía entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú en México. Sin embargo, no se llegó a concretar, porque entonces el Congreso rechazó autorizar el viaje a Castillo, por 51 votos a favor, 58 en contra y 2 abstenciones.

Tras esta decisión, el mandatario mexicano propuso la cancelación de la cumbre. “Que se cancele el encuentro de los países de la Alianza del Pacífico, porque no le dieron permiso de asistir al presidente de Perú y entonces vamos a proponer eso o buscar otra opción”, indicó. Así la reunión quedó fijada para el 14 de diciembre.

Por esas semanas, AMLO ya opinaba con mayor frecuencia sobre la situación del Perú. En más de una ocasión consideró que había “racismo” detrás del intento de la “élite” y los “conservadores” para destituir a Castillo.

“A ellos lo que les interesa son sus privilegios, y sobre todo el privilegio de mandar, y más en este caso que lo consideran de la sierra, se le añade el racismo, entonces no lo quieren”, declaró el mandatario. “Como no tiene mayoría (Castillo), ahí está sin poder hacer nada, y al conservadurismo, a la élite, no le importa que se paralice, que se afecte todo un país”, apuntó.

Una vez que asumió Boluarte, el mismo 7 de diciembre, una de sus primeras tareas era, precisamente, recibir el liderazgo del bloque Alianza del Pacífico. El gobierno mexicano cuestionó la sucesión de Boluarte a la presidencia e, incluso, no la reconocen hasta ahora. En respuesta, la Cancillería declaró “persona non grata” al embajador mexicano Pablo Monroy, quien fue expulsado por las opiniones reiteradas de AMLO sobre Perú. A esto se agregó, además, que el país norteamericano concedió asilo político a Lilia Paredes, esposa de Castillo.

Pese a las tensas relaciones, AMLO no se ha detenido en las críticas al gobierno de Boluarte y el miércoles lo calificó de “racista” y aseveró que encarceló a Castillo “porque es serrano, es indígena”. También indicó que Castillo es “el presidente legal y legítimo” de Perú y fue encarcelado como resultado de un “golpe”.

En la misma oportunidad, el mandatario mexicano informó que discutirá con sus homólogos de Chile, Gabriel Boric, y de Colombia, Gustavo Petro, sobre qué hacer con la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico que él rechaza entregar al gobierno de Dina Boluarte de Perú, como le corresponde.

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla durante una conferencia de prensa en la Secretaría de Seguridad y Protección Civil en Ciudad de México, el 9 de marzo de 2023. Foto: Reuters

Las relaciones diplomáticas no quedaron del todo rotas, debido a que México permanece con representación en Lima, mientras que Perú mantiene a su encargado de negocios.

Bajo el argumento de “reiteradas expresiones injerencistas y ofensivas” del Presidente colombiano, Gustavo Petro, la Cancillería peruana anunció el retiro de su embajador, Félix Denegri Boza, de Bogotá.

La decisión del gobierno de Boluarte sucede a una declaración de Petro el sábado en República Dominicana durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana, en la que dijo que Pedro Castillo, “hoy debería estar aquí, lo sacaron, está preso”.

La Cancillería peruana indicó en un comunicado que el presidente colombiano “persiste en distorsionar la realidad al desconocer que el 7 de diciembre de 2022 se produjo en el Perú un golpe de Estado perpetrado por el expresidente Pedro Castillo”.

Ese ministerio añadió que Perú “ha reaccionado de forma ponderada, progresiva y proporcional, conforme a la práctica diplomática y teniendo en consideración la estrecha relación que lo une a Colombia, desde hace más de 200 años”.

Perú indicó que las relaciones con Colombia quedan formalmente a nivel de encargado de negocios.

“Los gobernantes de México, Colombia y Honduras han violado un principio básico de la convivencia internacional pacífica entre las naciones, que es la no injerencia. Pero no solo es eso, sino que lo hacen basados en falsedades, cuestionan la legitimidad del gobierno de Dina Boluarte, lo cual no es cierto. Dina Boluarte es una presidenta totalmente legítima de acuerdo a la Constitución peruana y de acuerdo a las instituciones de Perú. Como vicepresidenta, fue sucesora del expresidente Pedro Castillo cuando él dio un golpe de Estado, con lo cual cometió un delito de sublevación, delitos contra la democracia establecidos en la Constitución y en el sistema jurídico peruano por lo cual está en la cárcel”, dijo en conversación con La Tercera, Luis Benavente analista político peruano y director de la consultora Vox Populi

“Cuando los gobernantes de Honduras, Colombia, México y también el de Chile, cuando esos países han actuado de esa manera, han actuado violando normas básicas de la convivencia internacional, han quitado legitimidad a un país que tiene legitimidad en su gobernante y mienten cuando dicen que Castillo fue víctima de un golpe de Estado. Castillo dio un golpe de Estado, contra la Constitución y por eso está en la cárcel”, añadió.

Benavente insistió: “Esos gobernantes han mentido ante el mundo sobre la situación política del Perú, por un interés político, ideológico, forman parte de una campaña para desestabilizar al Perú. Al tener esta conducta inapropiada ofensiva, Perú ha tenido mucha paciencia y mucha tolerancia y ha tomado medidas como retirar los embajadores, porque la situación es insostenible, eso puede escalar a niveles mayores, ruptura de relaciones diplomáticas, retiro de la Alianza del Pacífico, donde hay irregularidades propiciadas por el gobierno mexicano”.

Relaciones con Chile

Las relaciones con Chile también se vieron tensionadas a fines de enero, cuando el gobierno peruano transmitió su “malestar” a Santiago, por medio del embajador Óscar Fuentes Lira, por “la manera irrespetuosa” con que el Presidente chileno, Gabriel Boric, se refirió a la Presidenta Boluarte en su intervención en la cumbre de la Celac, en Buenos Aires.

Boric se refirió directamente a la situación interna de Perú. “No podemos ser indiferentes cuando hoy día en nuestra hermana República de Perú, con el gobierno bajo el mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quienes deberían defenderlas. Más de 50 personas han perdido la vida y eso nos debería escandalizar”, aseguró.

“Es inaceptable también que las universidades de América revivan las tristes escenas de los tiempos de las dictaduras del Cono Sur, como sucedió recientemente con el violento ingreso de la policía a la universidad de San Marcos. Frente a estos atropellos, reitero la voluntad de Chile para contribuir a todos los espacios multilaterales para acompañar un diálogo inclusivo capaz de construir gobernabilidad democrática y asegurar el respeto a los derechos humanos”, agregó.

La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, hizo referencia a las palabras de Boric en su intervención en la cumbre regional, posterior a la del mandatario chileno. Gervasi acusó que se busca “establecer una narrativa tergiversada que no se coincide con los hechos objetivos”.

En una entrevista en marzo, el mandatario reiteró sus dichos y planteó su sorpresa de que en Chile “se arme un escándalo por parte de ciertos sectores por lo que dije sobre Perú, pero no digan nada cuando se habla sobre Nicaragua”. Sus declaraciones fueron criticadas por el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y también por el periodista británico y exeditor The Economist, Michael Reid, con experiencia en Perú.

En todo caso, las relaciones entre Chile y Perú se encuentran estables y muestra de ello fue el encuentro que sostuvieron en Santo Domingo, en el marco de la Cumbre Iberoamericana, la canciller Gervasi y su homólogo chileno, Alberto van Klaveren, donde expresaron su voluntad de impulsar el tránsito fronterizo, desarrollar los acuerdos de los Gabinetes Binacionales y tratar conjuntamente temas migratorios y de la Alianza del Pacífico.

“Boric ha ido bastante lejos en sus ataques a Perú y si él continúa es probable que el Perú también retire al embajador en Chile. En la medida que esos países continúen yendo contra la estabilidad del Perú, el Perú podrá tomar otras medidas más fuertes”, advirtió Benavente.

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