¿Populismo de derecha en Chile? "Hay gérmenes" anticipan Larraín y Kaiser ante cumbre de esta tarde

El debate se impuso con todo. Tanto, que esta tarde tres centros de estudio del sector gobernante se instalarán a disectar la irrupción de sus expresiones más controvertidas, especialmente el influjo de Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en Brasil, y justo cuando en Chile ya se cruzan apuestas por la versión local del fenómeno. "Populismo(s) de derecha: ¿La nueva lógica del poder?" fue el título elegido para el panel que compartirán los directores ejecutivos Leonidas Montes (Centro de Estudios Públicos), Luis Larraín (Libertad y Desarrollo), y Axel Kaiser (Fundación para el Progreso).

"Los nacionalismos y los partidos antisistema, junto a las regresiones antidemocráticas en Rusia, Venezuela, Bolivia, Filipinas y varios otros países; han puesto en tela de juicio el consenso democrático internacional", agrega la convocatoria de la FPP -el encuentro es parte de su ciclo de charlas- para las 19 horas en la Universidad Autónoma. A poco de esta cumbre, dos de sus participantes adelantan cómo ven el impacto de esto en nuestro país, y diagnostican que sí hay "gérmenes" de populismo.

Todo, cuando acá el entusiasmo por Bolsonaro y el resurgimiento del pinochetismo han marcado el devenir de la derecha.

Desde ya, Larraín cabeza de LyD -cada uno hablará por unos diez minutos y después contestará preguntas- advierte que ante este "fenómeno, no hay que ignorarlo ni hacerse el leso", ni tampoco "tratar de ridiculizarlo o demonizarlo", sino que "tratar de entenderlo".

"Ninguna de ambas actitudes son positivas", agrega, porque "la manera como se ha tratado el tema de Trump, muchas veces contribuye a levantarlo por la vía de ridiculizar a sus votantes".

Larraín recalca que lo que pretende el populista "es representar al 'pueblo' contra las elites", y bajo esa definición asevera que "hay gérmenes de populismo en Chile. No sé si los llamaría abiertamente populistas, pero sí creo que hay el riesgo de que haya gente que sea condescendiente con el populismo. Cuando se empieza a nombrar demasiado al pueblo en los planteamientos políticos, estamos frente a un germen populista".

-¿Qué papel tienen en ese populismo el ensalzamiento del pinochetismo, personajes como Camila Flores, o el discurso de quienes acá admiran a Jair Bolsonaro?

-Son cosas bien distintas. Pinochet no tiene nada que ver con populismo. Y respecto a ciertas manifestaciones, sí, pueden haber.

El jefe de LYD también quiere plantear una interrogante: "¿Estamos siendo condescendientes o no con el populismo?". Explica que hay "una parte de la izquierda, fundamentalmente en el Frente Amplio -hay autores que lo han planteado-, que reconoce un cierto valor en el populismo, como una herramienta muy legítima de hacer política. Es una duda interesante si vamos a encontrar cierta convergencia entre la izquierda y sectores de derecha que son condescendientes con el populismo".

Insiste en que "eso podría ocurrir con ciertos sectores más conservadores de la derecha; es una hipótesis que quiero plantear ahí, porque creo que es bueno que definamos posiciones respecto a los planteamientos populistas".

A Larraín le inquietan las conductas que puedan amplificar a estos sectores. También advierte otro tema: "¿Hasta dónde el intento por mantener límites de lo que es políticamente correcto te alimenta a la gente que se siente excluida de ellos? Es un poco lo que pasó con Trump en EE.UU. En la medida que tratar de establecer esos límites, eso podría alimentar el populismo. Eso va a salir en la discusión".

Es un punto clave para él: "Esta cosa de un cierto desprecio a ciertas posiciones", puede terminar fortaleciéndolas.

Por último, hace ver que el poder de los medios visuales virales también favorece al populismo. "Los videos, los memes, todo lo que apela a lo visual y a los sentimientos es un ambiente que puede ser más proclive para un mensaje populista, puede favorecer un rebrote de populismo. A veces las formas son más importantes que los contenidos, y la manera de comunicarse con las audiencias a veces apela más a los sentimientos que a las razones".

-¿Qué impacto puede tener este populismo en el rumbo del sector gobernante?

-No lo descarto ni afirmo; dependerá mucho de cómo se trate, que hagan los partidos... lo interesante es que se esté discutiendo. El sector está reaccionando a tiempo. Hay gérmenes populistas, y es un buen momento para discutirlo y no hacerse el leso.

¿Qué dice el anfitrión? Axel Kaiser coincide con Larraín en que "no se debe olvidar que el populismo es siempre una reacción en contra de las élites establecidas".

Y también está de acuerdo con él -aunque no los identifica ni da pistas, de momento- en que "existen gérmenes de populismo en la derecha chilena que son una reacción a lo que grupos de personas sienten un descuido de las élites, especialmente en lo que concierne a sus preocupaciones en términos de migración, seguridad pública y estabilidad laboral".

Desde ya, Kaiser, aventura un pronóstico: "La reacción de descalificatoria de la izquierda y de élites políticamente correctas en estos asuntos sólo garantizan que el auge de esta derecha continúe".