Santiago Peña, presidente de Paraguay: “Con Boric tengo una relación muy positiva, ambos hemos encontrado una sintonía”

Santiago Peña, presidente de Paraguay, durante su entrevista con La Tercera. Foto: Andrés Pérez

En el marco de su visita oficial a Chile, el economista de 44 años conversó con La Tercera sobre la actual situación en Venezuela, las negociaciones del Mercosur con la Unión Europea, la presencia de China en la región y la definición presidencial en Argentina, entre otros temas.


A sus 44 años, Santiago Peña se convirtió en agosto pasado en el presidente más joven de la era democrática de Paraguay. Después de un intento previo de alcanzar el máximo cargo en 2017, el triunfo de quien fuera ministro de Hacienda en el gobierno de Horacio Cartes permitió al Partido Colorado -que ha gobernado el país de manera casi ininterrumpida durante los últimos 75 años- permanecer en el poder por otros cinco años.

“No es al azar, esto lo planificamos”, dice Peña a La Tercera sobre las razones para elegir a Chile como el destino de su primera visita bilateral desde que asumió el cargo, la cual inició este lunes y que se extenderá hasta este miércoles, y en la cual es acompañado por una comitiva de ocho representantes oficiales del Estado, entre ministros y legisladores. La propia prensa paraguaya ha destacado la importancia de este viaje a un país considerado como “socio clave” de Paraguay: Chile es uno de los principales destinos de la carne vacuna paraguaya y puente para los mercados del Asia-Pacífico. Además, cuenta con un depósito franco en la ciudad de Antofagasta.

En medio de una “cargada agenda”, que incluye encuentros con el presidente Gabriel Boric, los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, empresarios y una conferencia magistral en la CEPAL, entre otras actividades, Peña concedió una entrevista a este medio donde se refiere a su vínculo con el mandatario chileno, además de entregar su visión de la actual situación en Venezuela, las negociaciones del Mercosur con la Unión Europea, la presencia de China en la región y la definición presidencial en Argentina, entre otros temas.

Santiago Peña, presidente de Paraguay, durante su entrevista con La Tercera. Foto: Andrés Pérez

Llama la atención la amplia comitiva que lo acompaña en esta visita. ¿Cuál es el motivo para elegir a Chile como destino? ¿Y por qué en este momento?

No es al azar, esto lo planificamos. Paraguay, a pesar de estar comercialmente más vinculado con países del Mercosur, como Brasil, Argentina, Uruguay, se asemeja mucho más a los países de la Alianza del Pacífico, en términos de manejo macroeconómico, integración a mercados. Brasil y Argentina son grandes aliados, pero son economías más con una vocación proteccionista. En cambio, Paraguay siempre miró el desarrollo y la apertura de Chile como el camino hacia el desarrollo. Yo soy un macroeconomista, trabajé en el Banco Central muchos años, me rodeé de una generación de economistas que vinieron a estudiar a Chile, que vieron el modelo de desarrollo de Chile. Pero en el campo político también hay una explicación. El presidente Boric y yo somos dos presidentes que podemos decir somos de la misma generación, él de 37 años, yo de 44. Somos presidentes jóvenes en una región que en los últimos 20 años estuvo muy marcada por los sesgos ideológicos y donde hoy yo creo que tenemos una responsabilidad enorme. Si nosotros dejamos que nos encasillen, y lo van a encasillar a él como un presidente de izquierda y a mí como un presidente de derecha, la realidad es que debemos ser dos presidentes que tenemos que mirar para adelante, ni para la derecha ni para la izquierda. Creo que es el nuevo tipo de liderazgo que la gente está esperando de nosotros, que podemos tener historias diferentes y luchas diferentes, pero cuando llegamos a estos cargos tenemos una responsabilidad hacia nuestros pueblos. También, por supuesto, estoy muy entusiasmado por la visita a la comunidad empresarial que ha ido a invertir a Paraguay, que está descubriendo a Paraguay como una opción de inversión y para nosotros eso es muy importante.

Sobre el presidente Boric, ambos han sostenido otros encuentros durante su asunción en agosto y en la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre. ¿Cómo definiría su relación con el mandatario chileno?

Muy, muy positiva. Yo creo que ambos hemos encontrado una sintonía y nos hemos enfocado en aquellos puntos de coincidencia. Yo le mencioné que compartía una visión crítica sobre la falta de garantías democráticas en el proceso político de Venezuela, él tuvo una posición muy firme que a mí realmente me gustó mucho, inclusive contraria a la de un país que para mí es un aliado estratégico como lo es Brasil. El anterior gobierno paraguayo rompió relaciones y cerró la embajada, yo quiero volver a tener relaciones con Venezuela, pero en esa relación también poder ser una voz en defensa de los derechos humanos, de pedir garantías democráticas, porque entiendo también que Paraguay tiene la obligación moral de un país que vivió 35 años de un gobierno militar donde no había garantías democráticas. Entonces creo que le sorprendió. Yo también le comenté que miré con mucha atención todo este proceso económico y político de Chile, de lo que era la historia de éxito hasta los levantamientos sociales del 2019 y que esto deja enseñanzas para todos, principalmente para el sector empresarial de que no es suficiente el éxito económico, que hay que mirar más allá, cómo escalamos socialmente. Que claramente Chile ha avanzado muchísimo en el acceso a la salud pública, el acceso a la educación, pero la trampa del ingreso medio es real, y creo que Chile lo vivió en el 2019, donde hay mucha gente que se siente frustrada justamente, reconoce que hay avances, pero no son los avances que ellos esperan y es el camino que vamos a tener que enfrentar todas las sociedades. Entonces a él como que le sorprendió también una mirada de alguien que aparentemente puede ser más derecha, pero con una fuerte visión social que es con la que yo me identifico.

Santiago Peña, presidente de Paraguay, durante su entrevista con La Tercera. Foto: Andrés Pérez

Usted hablaba de las inversiones de chilenos en Paraguay. ¿Cuál es el mensaje que usted trae a la clase empresarial chilena respecto de las inversiones en su país?

El mensaje es que Paraguay tiene hoy una oportunidad. El Paraguay de 1850 era ya una nación muy desarrollada, pero en el año 1864 enfrentó una guerra de exterminio (Guerra de la Triple Alianza), casi un holocausto, una guerra que nos enfrentó con nuestros vecinos Brasil, Argentina y Uruguay donde perdimos 60% del territorio y 90% de la población masculina y eso descarriló a Paraguay en la carrera del desarrollo. Hoy estamos reencauzando ese camino, Paraguay hoy está determinado a liderar un proceso de desarrollo productivo que sea sostenible con el medio ambiente, un país que es 100% sobre una base de energías limpias, renovables, un país que tiene un territorio muy vasto, con un área boscosa muy importante que puede seguir desarrollando su área productiva, pero lo puede hacer también teniendo en consideración cómo protege las reservas de bosques. Entonces creo que eso le da a Paraguay una oportunidad. Nosotros queremos generar condiciones, reglas claras para el capital privado.

En su agenda contempla reuniones con los gobernadores de Tarapacá y Antofagasta, así como con el alcalde de Iquique. ¿Esto tiene que ver con el interés de Paraguay de mirar hacia el Pacífico?

Sí, Paraguay que por mucho tiempo fue el país aislado de la región, hoy se emerge como el eje central de la integración sudamericana. La (ruta) bioceánica, que es el camino más cerca para conectar el Pacífico con el Atlántico, nos va a llevar a fortalecer vínculos que ya tenemos. Paraguay ya tiene vía y una comunicación bastante fluida, un comercio muy fluido con Chile, pero hoy estamos sumando la posibilidad de conectar a todo un continente como es Brasil y cruzar esto por el medio del Chaco Paraguayo. Paraguay, que está en el medio de la hidrovía Paraguay-Paraná, de 3.200 kilómetros, hoy ya tiene la tercera mayor flota de barcazas del mundo, la mayor de América Latina, entonces creemos que ahí también se pueden generar nuevas oportunidades. Y también en lo que es la logística aérea, creo que el hecho de que Paraguay está a dos horas y 20 minutos de Santiago, a una hora y media de Buenos Aires, a una hora y media de Sao Paulo, nos ubica también en una situación bastante ventajosa para todo lo que es el desarrollo del comercio aéreo que está avanzando. Yo creo que, en ese sentido, Paraguay puede ser la próxima frontera de desarrollo en todo lo que es el comercio aéreo.

¿Hay algún interés portuario también en su encuentro con los gobernadores del norte?

Es afianzar la relación que hoy ya tenemos. Nosotros llegamos a los puertos con producción paraguaya y también recibimos muchas importaciones por esos puertos. Pero nosotros estamos anticipando que ese volumen va a aumentar de manera importante, entonces una de las ventajas que tiene Paraguay es que es un gobierno unitario, tenemos regiones, pero desde el gobierno central llevamos adelante las gestiones principales, entonces para nosotros tener ese contacto con gobiernos locales es muy importante, lo hacemos con Argentina, lo hacemos con Brasil, así que hacerlo también con Chile para nosotros es muy importante.

Sobre la Alianza del Pacífico, ¿cómo son vistos los intereses de Paraguay en el seno de Mercosur?

Paraguay tiene acuerdos de complementación económica con Chile, con Perú, con Colombia. Con México nos ha costado un poco más, pero seguiremos trabajando y nunca ha sido un impedimento. La ley del tratado del Mercosur permite eso, lo que no permite son negociar acuerdos de libre comercio, pero sí de complementación económica. Tanto Brasil como Argentina siempre han tenido una mirada más proteccionista, y ahí es donde nosotros tanto Paraguay como Uruguay estamos constantemente impulsando una mayor profundización del comercio, y depende mucho de los momentos. Yo creo que hoy con una presidencia de Lula, que tiene una visión de integración, creo que puede ser un escenario propicio y obviamente también esperando lo que ocurra en unos días más en las elecciones en Argentina.

Recientemente usted ratificó que no impulsará las negociaciones del acuerdo comercial entre Mercosur con la Unión Europea después del 6 de diciembre, cuando Paraguay asume la presidencia pro tempore del bloque sudamericano. “Si Lula no lo logra ahora, no habrá acuerdo”, avisó. ¿Cómo se va a zanjar el tema?

Mercosur y la Unión Europea llevan más de 20 años hablando de un acuerdo de libre comercio, y en estos 20 años los países de Mercosur se han integrado muchísimo al mundo. Hoy somos un bloque consolidado, producimos el 60% de toda la proteína en el mundo, en un mundo que necesita tener una seguridad alimentaria. Entonces creo que hoy nosotros hemos ganado presencia a nivel mundial y esa presencia también nos ha dado una enorme competitividad. Nosotros somos competitivos, no hay subsidios en la producción de alimentos. Y eso obviamente nos aleja de países que han dejado de ser competitivos en la producción de alimentos. Entonces creo que ya hemos adoptado la instancia de conversación técnica, ya es una cuestión de una decisión política. Queremos avanzar en un comercio más fluido donde eso va a tener costos. Va a tener costos para Europa, va a tener costos para nosotros también. Pero hay que tomar decisiones. Nosotros tenemos la decisión de avanzar. Nosotros no encontramos esa decisión del otro lado. Entonces yo creo que los países del Mercosur tenemos que seguir avanzando en nuestro proceso de integración mundial. Y creo que hay bloques que están demostrando ser mucho más ágiles. Singapur es uno de ellos, que ha demostrado interés en firmar un acuerdo con Mercosur. Lo mismo con Emiratos Árabes Unidos, que hoy ya no es una puerta solamente al mundo árabe, es una puerta al mundo prácticamente. El desarrollo logístico que ha hecho es tremendo. Y yo le he dado el voto de confianza a Lula para que (el acuerdo con la UE) lo cierre él. Porque si él no lo cierra probablemente no se den las condiciones en el próximo período. Y yo sí quisiera dedicarle mucho tiempo a la integración con otros bloques económicos.

Usted mencionó a Lula, que al igual que Boric, es de distinto signo político al suyo. ¿También mantiene una relación fluida con él?

Muy buena. Me he reunido con él tres veces, incluidas las antes de asumir. Y tenemos una relación muy buena. Y también se da de esa misma lógica. Uno podría pensar que venimos de historias diferentes, inclusive generaciones diferentes, historias de lucha diferentes. Sin embargo, hemos coincidido y hemos decidido trabajar sobre nuestras coincidencias más que nuestras diferencias. Así que yo creo que esta es una nueva señal de lo que queremos conquistar, de que queremos buscar una Sudamérica mucho más unida. Tenemos derecho a tener visiones sobre algunos temas de manera diferente, pero que seamos respetuosos. Paraguay tiene una relación muy cercana con Israel y hay otros países que tienen de repente una aproximación más cercana hacia Palestina. Lo mismo en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Paraguay tiene una relación histórica muy cercana y un vínculo económico y comercial con Rusia, pero sentimos que en el conflicto nosotros no podemos quedarnos ausentes, no defender a Ucrania, un país más pequeño invadido por un país más grande, porque era Paraguay hace 150 años. Nosotros también fuimos invadidos y sabemos lo que cuesta después recuperar a un país. Y ni qué decir la pérdida de vidas humanas.

Su predecesor rompió relaciones con Venezuela. Sin embargo, usted ha dicho que está dispuesto incluso a reabrir la embajada en Caracas...

Nosotros estamos en conversaciones para reabrir la embajada. Y yo he hablado con el presidente Nicolás Maduro. La visión que tengo es que los países tenemos relaciones de país a país y no con las personas. Y yo creo que prefiero ser parte de la solución y no ser parte del problema, en la medida que podamos colaborar entre todos los países, que podamos de alguna manera apoyar también a Venezuela y al pueblo venezolano. No solamente en una gestión comercial y de intercambio comercial. Nosotros podemos dar alimento y ellos nos pueden proveer también de productos. Como está ocurriendo con Estados Unidos, que levantan las sanciones para poder hacer comercio en materia de hidrocarburos. Pero claramente tenemos que ir más allá. Creo que la defensa de la democracia es una responsabilidad que tenemos. Tenemos que cuidar la democracia, porque claramente no es perfecta, pero es por lejos el mejor sistema político.

En ese sentido, ¿qué le ha parecido la decisión del gobierno de Maduro de inhabilitar políticamente a la candidata opositora María Corina Machado y de suspender el proceso de primarias donde ella ganó?

Es una malísima decisión, una señal muy negativa. Hay mucha incertidumbre de cómo va a avanzar el proceso electoral. Yo estuve hace dos semanas en Washington y le he pedido a la OEA que puedan seguir levantando la voz, solicitando que se respeten los procesos democráticos. No solo en Venezuela, sino también en Nicaragua. Es una situación realmente muy delicada la que se está viviendo.

En unos días más tendrá lugar la segunda vuelta presidencial en Argentina, entre Sergio Massa y Javier Milei. ¿Cómo se plantea Paraguay en torno a esa elección?

Paraguay tiene un vínculo histórico con la Argentina muy profundo. La mayor comunidad de paraguayos en el exterior está en la Argentina. Yo, en lo personal, soy hijo de Argentina, así que tengo un vínculo afectivo muy, pero muy profundo. Yo voy a trabajar con el presidente que sea electo. Y no tengo preferencia, sea Massa o sea Milei. Voy a trabajar con la misma fuerza y con las mismas ganas con cualquiera que el pueblo argentino decida. Ahora les compete a ellos decidir quién es la persona. Y yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para demostrarles que tiene más sentido que trabajemos juntos, que avancemos en un proceso de integración. Hay enormes desafíos, hay desequilibrios macroeconómicos que ellos tienen que resolver. Creo que en la medida que lo puedan resolver va a ser bueno para ellos mismos y va a ser bueno para nosotros. Porque hoy sufrimos bastante de estos desequilibrios. Nosotros tenemos el potencial de crecer en la exportación hacia la Argentina y no podemos hacerlo porque ellos no nos pueden pagar.

En su calidad de economista, ¿cómo ve el planteamiento de Milei de dolarizar la economía argentina?

Yo no sé si es viable, porque finalmente para dolarizar uno tiene que reemplazar la base monetaria con dólares. Y la pregunta es de dónde van a venir esos dólares. Argentina tiene un serio problema que es no tiene reservas internacionales. Y no tiene reservas internacionales por la expansión que ha tenido la base monetaria a través de la deuda pública. Entonces es una ecuación, no hay recetas mágicas en esto. En la economía las cuentas se pagan. Y Argentina ha venido expandiendo el gasto público a niveles que no son sostenibles. ¿Cómo se soluciona? Disminuyendo, ajustando. Y el ideal es que ese ajuste no sea sobre aquellos sectores más vulnerables.

Usted ha dicho que le “preocupa” la influencia de China en la región. De hecho, ha defendido la alianza de Paraguay con Taiwán. ¿Cómo se puede sustentar esa postura considerando el peso económico que tiene Beijing en la economía mundial?

La explicación de cómo se enfrenta a esto es sobre una economía muy fuerte. La economía paraguaya tiene buenos cimientos, esa es la realidad. Paraguay viene creciendo a tasas muy altas a lo largo de los últimos 20, 25 años. Por supuesto que queremos crecer todavía más, que queremos llegar rápidamente a ser un país de ingresos altos. Creemos que lo podemos hacer. Creemos que Paraguay podría, en la próxima generación, ser ya un país miembro de la OCDE. Miramos con interés el mercado asiático en general, miramos con interés el mercado de China. Pero creemos que nuestro crecimiento no tiene que estar en detrimento de una relación que nosotros hemos construido sobre principios y valores, principalmente una cultura democrática. Taiwán hoy es una sociedad democrática que está consolidando la democracia. Para Paraguay es importante. Pero otro elemento también que creo que vale la pena y nosotros los paraguayos valoramos también -yo en particular fui becario de Taiwán- es entender cómo un país pequeño al lado de un gigante ha sido capaz de desarrollarse. Y creo que el ejemplo de Taiwán ha sido muy importante. Una nación de 22 millones de habitantes hoy domina el mercado mundial de semiconductores. Entonces creo que Paraguay ya es un jugador importante en producción de energía limpia, renovable, alimentos. Pero eso no nos va a llevar al nivel de 30 mil dólares per cápita, va a ser el conocimiento, la tecnología. Y ahí creemos que ese modelo que estamos siguiendo y el trabajo que hacemos con ellos -transferencia de conocimiento, formación académica- nos va a permitir poder avanzar y pegar ese salto tecnológico.

Durante la campaña, sus detractores destacaron que usted era el delfín de Horacio Cartes, a quien Estados Unidos sancionó por “corrupción rampante que socava las instituciones democráticas”. ¿Cuánto le pesó eso tema en su campaña, fue un lastre? ¿Cómo ha logrado despegarse de esa imagen?

En la campaña, más que un lastre, creo que fue un impulso. Se percibió que desde un gobierno extranjero se quería influir en un proceso electoral. Y eso lo que hizo fue desarrollar un sentimiento de nacionalismo. Y eso finalmente generó un impulso adicional. Gané por la mayor diferencia en la historia del Paraguay. Obtuve la mayoría en ambas cámaras del Congreso y 15 de los 17 gobernadores son del partido. Ahora, sí me preocupa porque despertó un sentimiento que no existía en el Paraguay. Este sentimiento de que es un gobierno extranjero que quiere tratar de influir localmente o tratar de generar un tutelaje sobre el Paraguay. Y es lo que estamos tratando de revertir en un mayor y un mejor diálogo con el gobierno norteamericano. Paraguay históricamente siempre ha sido un gran aliado de Estados Unidos. Probablemente hoy te diría el aliado que está más alineado con Estados Unidos por nuestra relación con Taiwán, nuestra relación con Israel, nuestra voz crítica sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero lastimosamente Estados Unidos también conoce poco de la dinámica política paraguaya. Para muchos es difícil entender cómo este partido político que ha estado los últimos 75 años gobernando, excepto un período dcinoc5 años nada más, el Partido Colorado, ha sido la fuente de la renovación. Porque el Partido Colorado fue sostén del gobierno militar de Alfredo Stroessner, pero fue el partido el que sacó a Stroessner, el que trajo la democracia y que me ha permitido a mí, como una figura nueva, poder ser candidato de un partido de masas. O sea, esto no es solamente tener el apoyo de una figura. Es salir a convencer. Lo intenté hace cinco años, perdí, continué trabajando. Y bueno, finalmente en esta segunda oportunidad pudimos convencer a la mayoría del electorado.

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