Sin papamóvil y bajo el riesgo de ataques terroristas: el plan de seguridad del Papa Francisco en su visita a Irak

Un efectivo de seguridad camina frente a un cartel relativo a la visita del Papa Francisco a Irak, en Bagdad. Foto: Reuters

Pese a que hoy cayeron 13 cohetes sobre una base que alberga a soldados estadounidenses en la provincia Al Anbar, el Pontífice confirmó su viaje de este viernes. Unos 10.000 efectivos de seguridad serán desplegados durante la histórica visita.


“‘Un campo de batalla con guerras a cada lado’ es una forma adecuada de enmarcar los problemas que acechan a Irak. En cada parte del país que visitará el Papa Francisco hay cicatrices: cicatrices de guerra, de pérdida, de trauma”, escribió la semana pasada Mina Al-Oraibi, editora en jefe del periódico The National, con sede en Abu Dhabi, en alusión al viaje que el Pontífice iniciará este viernes al país de Medio Oriente, cuna de la cristiandad.

Y los 13 cohetes que cayeron este miércoles sobre una base militar de Ain al Asad, que alberga a soldados estadounidenses en la provincia Al Anbar, al oeste de Irak, fueron un recordatorio del “campo de batalla” descrito por Al-Oraibi. El Pentágono informó que un contratista estadounidense murió en el incidente. “Sufrió un episodio cardíaco cuando buscaba refugio” durante el ataque y falleció poco después, indicó el vocero militar John Kirby.

Washington señala regularmente a las facciones armadas proiraníes como responsables de este tipo de ataques, que aumentaron en las últimas semanas.

De hecho, este es el segundo ataque en el último mes contra una base estadounidense en Irak después de que el pasado 15 de febrero un contratista del Ejército de ese país muriera en otro lanzamiento de cohetes contra una base en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, en una agresión en la que también resultaron heridos un soldado estadounidense y otros contratistas, recuerda la cadena alemana Deutsche Welle. Además, una semana después dos misiles impactaron en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad sin causar víctimas.

Personas caminan junto a un cartel del Papa Francisco en Bagdad, antes de su visita a Irak. Foto: Reuters

Como represalia, Washington bombardeó el jueves pasado posiciones de milicias proiraníes iraquíes, a las que acusa de estos ataques, en el este de Siria, causando la muerte de un miliciano y heridas a otros dos. Se trató de la primera acción militar conocida de EE.UU. bajo el gobierno del Presidente Joe Biden.

Pese a este escenario, el Papa mantiene por ahora su histórica visita al país de Medio Oriente. “Este viernes viajaré a Irak para un peregrinaje de tres días. Desde hace tiempo deseo encontrar a este pueblo que ha sufrido tanto y a esta Iglesia mártir y en la tierra de Abraham (en Ur); con los otros líderes religiosos daremos otro paso para la hermandad entre los creyentes”, dijo Francisco, de 84 años, durante su audiencia semanal.

Ante un viaje que ha sido muy cuestionado por el riesgo debido a la pandemia, así como los últimos atentados y lanzamientos de misiles, Francisco aseveró: “Irak no puede esperar. Esperaba a Juan Pablo II y se le prohibió ir. No se puede desilusionar a un pueblo por segunda vez”. Juan Pablo II había intentado en varias ocasiones viajar a Irak, pero en un principio incluso Estados Unidos intento disuadirlo y al final no se realizó por la oposición del dictador Saddam Hussein.

Trabajadores municipales pavimentan el camino frente a la Catedral de San José durante los preparativos para la visita del Papa a Bagdad. Foto: AFP

“A pesar de los temores de seguridad por ataques terroristas, a pesar de la disfunción política en un país que rara vez recibe a altos dignatarios extranjeros (…), el Papa va a Irak”, apunta Al-Oraibi. La editora de The National asegura que la mayoría de los funcionarios que viajan sin previo aviso al país permanecen dentro de los límites de la Zona Verde de Bagdad o de las bases militares.

Por el contrario, el Vaticano publicó el itinerario del Papa con mucha antelación, informa Fox News. Francisco, cuyo itinerario contempla cuatro provincias de Irak, visitará la Iglesia de Nuestra Señora de la Salvación en Bagdad, que fue atacada por seis suicidas en 2010. También se desplazará a Mosul, ciudad que el Estado Islámico tomó en 2014 y mantuvo hasta 2017 y donde el grupo terrorista destruyó un conjunto de templos conocido localmente como la Plaza de las Iglesias.

Iraquíes caminan junto a un cartel que anuncia la próxima visita del Papa Francisco y la reunión que sostendrá con el gran ayatola Ali al-Sistani, en Najaf. Foto: AP

Por razones de seguridad y para no atraer multitudes, Francisco usará un automóvil cerrado y no un papamóvil en las calles, dijo una fuente del Vaticano citada por Reuters. Al respecto, el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, detalló que el Pontífice tiene a su disposición un auto blindado y que “podría usarlo”, al tiempo que añadió que de su seguridad se ocupará, como siempre, el país de acogida, así como los agentes de la Gendarmería y de la Guardia Suiza.

“El Papa sabe dónde está yendo. Viene deliberadamente a un área marcada por la guerra y la violencia para llevar un mensaje de paz”, dijo el arzobispo Bashar Warda, de Erbil. “Las autoridades se están tomando muy en serio la seguridad del Papa, con 10.000 miembros del personal de seguridad desplegados con ese propósito”, aseguró.

Dos reuniones que el Papa encabezará en iglesias de Bagdad se limitarán a unas 100 personas cada una, y se requerirá distanciamiento social y mascarillas “para minimizar el riesgo”. Hay una sola excepción para esta medida, la misa en Erbil, en la que está prevista la asistencia de 10.000 personas. El lugar del evento tiene un aforo de 30.000 asistentes, lo que permitirá garantizar el distanciamiento social, según explicó el Vaticano.

Hombres sostienen un cartel de la Unesco que da la bienvenida al Papa Francisco en un centro cultural en la ciudad vieja de Mosul. Foto: AFP

Varios funcionarios del Vaticano y de la Iglesia iraquí dicen que están haciendo todo lo posible para garantizar que las apariciones papales no se conviertan en eventos súper propagadores de Covid-19. El Pontífice y su comitiva, incluido el cuerpo de prensa que lo acompaña, han sido vacunados. Pero la mayoría de las personas que asistirán a los eventos no lo han hecho.

Las autoridades iraquíes prohibieron la mayoría de los viajes dentro de las provincias después de que se detectaran más de 4.000 nuevos contagios de Covid-19 el jueves, en un país que ya totaliza más de 708.000 casos hasta ahora.

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