Trabajadoras sexuales de Ámsterdam en pie de guerra: Alcaldía quiere trasladar el famoso Barrio Rojo a “centro erótico” en los suburbios

Ciclistas transitan por Ámsterdam, capital de Países Bajos.

La iniciativa es rechazada por los residentes de las posibles ubicaciones del centro, que se oponen a que se instale un “enorme burdel” junto a sus casas. En el debate también se involucró la Agencia Europea del Medicamento, cuya sede se encuentra cerca de una de las locaciones pensadas para el proyecto.


Las trabajadoras sexuales del famoso Barrio Rojo de Ámsterdam están en pie de guerra contra las autoridades del municipio. Ello, tras hacerse público un proyecto para trasladar la prostitución de este lugar a hacia zonas menos turísticas de la capital de Países Bajos. Ante el temor de que el alboroto de la zona llegue a sus calles, centenares de vecinos de los suburbios en cuestión, opuestos a que se instale un “enorme burdel” junto a sus casas, se unieron a las protestas de las trabajadoras sexuales que desean quedarse tras las 250 vitrinas iluminadas con neón escarlata cerca de los canales del centro histórico.

“No es posible”, dice llorando una madre tras un encuentro entre la alcaldesa Femke Halsema y los residentes de uno de los tres lugares planeados para la creación del centro erótico. Por su lado, las trabajadoras sexuales consideran ser el chivo expiatorio de la edil en su intento por controlar la criminalidad y el turismo de masas en el centro de la ciudad.

Las trabajadoras sexuales, durante una manifestación en las calles de Ámsterdam, con carteles con la leyenda "Salven al Barrio Rojo". Foto: AFP

“La alcaldesa dice que sólo somos una atracción turística y que la gente viene a burlarse de nosotros y a humillarnos”, dijo a France Presse una trabajadora sexual que se identificó como Michelle. “Pero no es así”, agregó.

En declaraciones a la misma agencia de noticias, la alcaldesa de Ámsterdam retruca las críticas de las trabajadoras sexuales. “Siempre habrá resistencia, independientemente de cuál sea la solución elegida”, sostiene Halsema, visiblemente cuestionada durante sus encuentros con los residentes.

La alcaldesa ha reconocido que “el sexo forma parte de Ámsterdam y no desaparecerá, pero la situación del Barrio Rojo es insostenible”. Con el centro erótico espera lograr “un espacio que tenga cierta clase y distinción, donde no quepan los delincuentes, y con un programa sobre el erotismo y la sexualidad, con seminarios y talleres sobre salud e inclusión social”.

Turistas caminan hombro con hombro por las estrechas callejuelas del Barrio Rojo de Ámsterdam. Foto: AP

El nuevo inmueble tendrá espacio para 100 trabajadores sexuales “sin distinciones de género y orientación”. La instalación contará también con salas de descanso, y un espacio dedicado a los servicios sociales y atención médica, y a negocios de entretenimiento (erótico), restauración, educación, arte y cultura.

“Con el centro erótico damos a diversos colectivos de trabajadoras sexuales un lugar de trabajo seguro, reducimos las molestias provocadas por las aglomeraciones en el Barrio Rojo y reducimos la influencia de la delincuencia”, explicó el municipio, que señaló que la policía ve “menos riesgo de molestias e incidentes de seguridad, problemas juveniles y tráfico de drogas” en las tres posibles ubicaciones que están hoy sobre la mesa.

Una de posibles ubicaciones es la zona del Docklandsplot, en Ámsterdam Noord. Las otras dos son “De Groene Zoom” y el “Europaboulevard”, ambas junto a la feria de muestras y congresos de la ciudad (RAI), en el vecindario de Ámsterdam-Zuid. El problema es que allí se encuentra también la Agencia Europea del Medicamento (EMA). El organismo, que evalúa las solicitudes de autorización y comercialización de medicamentos en la Unión Europea, ya mostró su preocupación por el proyecto de la alcaldía.

A través de un comunicado, la EMA lamentó haberse enterado “por la prensa de los planes acerca del centro erótico, cuando el proceso estaba ya en fase de consultas públicas, y sin haber recibido un mensaje directo por parte de la Alcaldía de Ámsterdam”. Y agrega: “trabajamos de cerca con la Comisión Europea, a la que mantendremos informada sobre este asunto”.

A la dirección de la agencia, según consigna el diario El País, le preocupa la protección y seguridad de sus más de 900 empleados, y la de los delegados internacionales que entran y salen de sus instalaciones, a veces tarde por la noche, y se hospedan en los hoteles cercanos. “La Alcaldía quiere aligerar el Barrio Rojo porque le preocupa el ruido, el tráfico de drogas, las borracheras y los desórdenes. Ese mismo efecto negativo puede generarse instalando el centro erótico en una zona adyacente a nosotros”, señala la nota.

Poniendo presión a Halsema, la EMA recordó el acuerdo para instalarse en Países Bajos “donde el Estado anfitrión está obligado a garantizar la seguridad y tranquilidad de las instalaciones, evitando perturbaciones en sus cercanías”. El organismo tenía su cuartel general en Londres y se trasladó a Países Bajos en 2019 debido al Brexit. Dos años antes, Ámsterdam fue elegida por el Consejo Europeo de entre una lista de 19 ciudades en la que figuraban otras candidatas como Barcelona, Copenhague, Milán y Viena. En 2018, la revista Pharmaceutical Engineering, radicada en Estados Unidos, calculó lo siguiente: “La ganancia inesperada con la llegada de la EMA podría suponer unos mil millones de dólares para Ámsterdam”.

Ante la delicada situación, Halsema aseguró que el nuevo centro erótico y la sede de la EMA “no van a ser vecinos”. “En el mapa del proyecto puede verse que hay medio kilómetro de distancia entre la agencia europea y el centro erótico”, enfatizaron los portavoces de la alcaldesa, quienes aseguran que “las trabajadoras sexuales operarán en el interior del inmueble, y por supuesto que hablaremos con la EMA”.

Clubes del Barrio Rojo de Ámsterdam cierran sus puertas en respuesta a un brote de coronavirus en rápida expansión, en Países Bajos, el 15 de marzo de 2020. Foto: Reuters

Por su parte, Red Light United, el sindicato que reúne a las trabajadoras del sexo del Barrio Rojo, indica que “solo un 7% de las afectadas ve futuro en los planes municipales: ningún barrio espera que instalen un centro erótico en sus calles, y es lógico que haya protestas”, señalan en un comunicado publicado en su página web.

El colectivo no quiere que se cierren más ventanas en el barrio y no se siente escuchado por la alcaldesa, en opinión de su presidenta, Felicia Anna. “Solo nos llaman para que pongamos una cruz en el casillero correspondiente, y así puedan decir que nos han consultado; nada más lejos de la realidad. Mientras se levante a costa de las ventanas del Barrio Rojo, seguiremos oponiéndonos”, escribe en la web.

Para Alexander de Vos, extrabajador sexual gay presente en una reunión entre la alcaldesa y ciudadanos de Ámsterdam, el Barrio Rojo solo representa una “pequeña parte” de la prostitución de la capital neerlandesa. Citado por France Presse, Alexander asegura estar contra un cierre del Barrio Rojo, objeto de medidas cada vez más restrictivas: los burdeles deben cerrar más temprano el fin de semana y la prohibición del consumo de alcohol será ampliado a la marihuana.

Cada vez más prohibiciones

Con 22 millones de turistas contabilizados en 2019, y la misma cifra calculada para 2024, Ámsterdam trata de mantener el equilibrio entre el flujo de visitantes y la calidad de vida de una urbe de 880.000 habitantes. En un intento por mejorar la calidad de vida de los residentes, en febrero la Alcaldía informó que prohibirá el consumo de marihuana en la calle y desalentará aún más el consumo de alcohol en el Barrio Rojo, el centro tradicional de comercio legal de trabajo sexual. “Los residentes no pueden dormir bien y el vecindario se está volviendo inseguro e inhabitable”, dijo la municipalidad.

Además de la prohibición de fumar marihuana en la calle, el municipio de Ámsterdam aseguró que desalienta aún más la venta de alcohol. Esto ya está prohibido de 4 p.m. a 4 a.m. los fines de semana. Las autoridades de la ciudad dijeron que ahora también requerirá que el alcohol se oculte o se retire de las tiendas durante esas horas.

En paralelo, la alcaldía de la ciudad holandesa está impulsando una campaña digital, dirigida a hombres británicos de 18 a 35 años, para desalentar sus viajes con un lema contundente: Stay Away (no te acerques). La iniciativa forma parte de los esfuerzos para limpiar la reputación de Ámsterdam y que deje de ser la capital de la fiesta más liberal de Europa.

El distrito de trabajadoras sexuales de Ámsterdam se encuentra en una zona residencial. Foto: Reuters

Los anuncios promocionados por Ámsterdam buscan resaltar los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol y drogas. Estos se activarán cuando las personas en Reino Unido busquen en línea términos como: “despedida de soltero”, “hotel barato” o “recorrido por los bares de Ámsterdam”.

Según la BBC, los británicos pueden encontrar vuelos a Ámsterdam por US$ 62. Las agencias de viajes con sede en Reino Unido también ofrecen fines de semana para despedidas de soltero en la capital de Países Bajos, que incluyen cruceros en barco por los canales con bebidas alcohólicas ilimitadas, noches de “bistec y striptease” y recorridos por los bares de la zona roja. Durante años, los vecinos del lugar se han quejado de algunos visitantes británicos que, estando borrachos, orinan en público, vomitan en los canales, se desnudan y participan en peleas, agrega la cadena británica.

Es un conjunto amplio de medidas que se abrirá a otras nacionalidades, indica El País, pero, de momento, advierte de que no son bienvenidos los ciudadanos británicos que busquen “un hotel barato, ir de copas y celebrar una despedida de soltero como todo horizonte”. Cerca de medio millón de turistas procedentes de Reino Unido visitaron Países Bajos en el tercer trimestre de 2022, según el servicio de Estadística y Jerina van Heck, portavoz de la Alcaldía de Ámsterdam, explica que todos tienen las puertas abiertas. Sin distinciones.

Pero en declaraciones al diario español, puntualiza: “La noción de libertad se ha comercializado en los últimos años, y algunas empresas hacen mal uso de la imagen de la ciudad para venderla como un lugar de posibilidades ilimitadas”. Este tipo de turismo, así como las ofertas destinadas a atraerles, “no se consideran deseables por parte de la jefatura municipal”.

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