Vivienda social de calidad: la Quinta Monroy de Alejandro Aravena es destacada a nivel mundial

El proyecto desarrollado en 2004 por la oficina Elemental entregó viviendas sociales de bajo costo a 100 familias de Iquique. El conjunto ocupa el lugar número 11 en la lista de los 25 mejores diseños arquitectónicos del siglo XXI, elaborada por el diario inglés The Guardian. A su vez, la obra encabeza una exposición de arquitectura chilena contemporánea en el Centro Cultural La Moneda.


El desafío no era menor: diseñar un proyecto de viviendas sociales para ubicar a 100 familias que estaban ocupando ilegalmente un terreno de 0.5 hectáreas en el centro de Iquique desde hace 30 años. Así, en 2004 bajo el programa Vivienda Social Dinámica sin Deuda del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el arquitecto Alejandro Aravena (52) y sus socios de la oficina Elemental levantaron por primera vez un diseño volcado a resolver un problema social, y que hoy es destacado a nivel internacional.

El diario británico The Guardian seleccionó a la Quinta Monroy entre La mejor arquitectura del siglo XXI, ubicándola en el lugar 11, por sobre obras emblemáticas como el Estadio Nacional de Beijing (2008), el Aeropuerto de Barajas (2005) en España y el Parque Fuji (2007) en Tokio, Japón. Más arriba en la lista aparecen el High Line (2009-2014) en Nueva York, el Neues Museum (2009) de Berlín, y la Tate Modern (2000) de Londres, que ocupó el primer lugar. Entre otros diseños latinoamericanos se incluyeron el Campus de la Universidad de UTEC (2015) en Lima y la Biblioteca Vasconcelos y Jardines Botánicos (2007) en Ciudad de México.

El proyecto de la Quinta Monroy contó con un presupuesto de US$ 7.500 por familia, dinero con el cual debía financiarse la compra del terreno, los trabajos de urbanización y el diseño arquitectónico. El presupuesto no era el suficiente para construir a todas las familias una casa de buena calidad, por lo que Aravena resolvió construir a todos la mitad de una vivienda y brindarles el espacio para que a futuro cada uno pudiera ampliarla y adaptarla a sus necesidades.

Bajo esas condiciones se construyeron 93 viviendas de dos pisos, equivalentes a 36 metros cuadrados. El diseño ofreció un área que permitía crecer hacia el lado, hasta en 72 metros cuadrados para sus habitantes.

El modelo de las viviendas incrementales, como las ha llamado el Elemental, se replicó más tarde en Santiago, Constitución, Temuco, Valdivia, Antofagasta y México. Su innovación en términos de la arquitectura como una solución a problemas sociales, y que supone la participación de la comunidad, fue uno de los argumentos que tuvo el jurado del Premio Pritzker, el más importante de la disciplina, para distinguir a Aravena en 2016.

En el sitio web de la oficina Elemental se encuentran disponibles para descarga los archivos de planimetría de cuatro de los diseños de viviendas sociales que han desarrollado: Quinta Monroy, Lo Barnechea, Monterrey y Villa Alegre.

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Interior de una de las viviendas. Foto: Xavier Ribas.[/caption]

Alejandro Aravena y sus amigos

Hasta este domingo, el proyecto de la Quinta Monroy es destacado también en la exhibición Invierno, imágenes de la arquitectura chilena contemporánea, en la galería de fotografía del Centro Cultural La Moneda. El recorrido parte justamente con imágenes del emblemático proyecto de viviendas sociales, fotografiado por Xavier Ribas, quien registró el estado actual de algunas de las casas, por dentro y por fuera, mostrando cómo éstas han sido transformadas según las necesidades de cada grupo familiar, una de las características principales del diseño original planteado por Elemental.

"En su momento fue un proyecto muy innovador que evitó que los habitantes de estos terrenos en Iquique se tuvieran que ir de la ciudad, además se ajustó a los requerimientos del ministerio en términos de los recursos que se destinaban a vivienda social", dice Cristóbal Molina, coordinador del área de Arquitectura del Ministerio de las Culturas y curador de la muestra en el Centro Cultural La Moneda. "Pero también a nivel internacional fue un modelo a seguir y marcó una diferencia por ser una construcción de tipo progresiva que incluyó la participación ciudadana tanto en el origen del proyecto como después, en cómo la gente irían ampliando sus casas", agrega.

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Muestra de la exposición en el Centro Cultural La Moneda. Foto: Felipe Fontecilla.[/caption]

La exposición recoge algunos de los ejemplos más relevantes de la arquitectura chilena de los últimos 30 años, periodo que coincide con la mayor visibilidad que ha recibido en la escena internacional y local a través de publicaciones y premios. Entre ellos destaca, la restauración del Palacio Pereira, por el equipo de Cecilia Puga; las Termas Geométricas en Coñaripe, de Germán del Sol; el Hotel Explora Patagonia en Torres del Paine de José Cruz Ovalle y Germán del Sol; la Biblioteca Nicanor Parra de Mathias Klotz; el Centro Cultural Nave de Smiljan Radic; el Parque Cultural Valparaíso de HPLS Arquitectos y la Casa Poli, en Coliumo, de Pezo y Ellrichshausen.

Para la muestra el cruce con la fotografía es fundamental, ya que las obras se lucen a través de la lente de fotógrafos como Stefano Graziani, Felipe Fontecilla, Guy Wenborne, Cristóbal Palma y Xavier Ribas, quien retrató la Quinta Monroy.

Además, tras la selección de los proyectos arquitectónicos en la muestra estuvieron los arquitectos Enrique Walker, Fernando Pérez Oyarzún, Alberto Sato, Teodoro Fernández y Rodrigo Pérez de Arce.

Debido al feriado, la muestra puede ser visitada sábado y domingo, de 9.30 a 19.30 horas en la Galería de Fotografía, Nivel-3 del Centro Cultural La Moneda. La entrada es liberada.

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