Woody Allen revive en España: estrenan su nueva película en San Sebastián

El realizador estadounidense Woody Allen, de 84 años, durante el rodaje de Rifkin's Festival, que se estrena este viernes en el Festival de Cine de San Sebastián.

Condenado por el movimiento #MeToo y acusado por su hija adoptiva, el cineasta al que ya no le estrenan sus filmes en Estados Unidos abrirá este viernes el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián con Rifkin's Festival.


Las memorias de Woody Allen, elogiadas en general por su amenidad y aparente honestidad, contienen algunos pasajes que más bien parecen una humorada o derechamente un sarcasmo. De lo contrario, es difícil creerlos. A propósito de Rifkin’s festival, la película que este viernes 18 abrirá el Festival de Cine de San Sebastián, en España, el realizador de Annie Hall (1977) escribía: “Algunos hombres pueden prosperar bajo presión. Yo, por supuesto, no soy uno de ellos, y si la película sale bien, será un milagro”.

En honor a la verdad, es probable que Woody Allen haya realizado algunos de sus mejores largometrajes bajo presión y con el ruido de fondo del escándalo, los tribunales y las denuncias. Los ejemplos de los años 90, para algunos su última gran década, están ahí: mientras se gestaba su separación de Mia Farrow en 1992 debido a la relación con la hija adoptiva de la actriz Soon-Yi Previn, dirigía la elogiada Maridos y esposas, una trepidante crónica con cámara en mano sobre la desintegración de dos matrimonios. Luego, siguiendo con su imperturbable ritmo de una película al año hizo Misterioso asesinato en Manhattan (1993), penetrante comedia negra que obviamente no protagonizó Mia Farrow, pero sí fue encabezada por Diane Keaton, amiga y ex pareja de Allen.

En resumidas cuentas se podría decir que el realizador de 84 años no sólo trabaja bajo presión, sino que siempre se mantiene fiel a su agenda laboral aunque la música incidental sea el drama familiar. Incluso es deducible que ese ritmo creativo sea la cura y refugio a los problemas que enfrenta en la vida y, sobe todo, entre su propia familia.

La nueva creación de Allen salida del horno después de que Amazon le rescindiera unilateralmente el contrato en febrero del 2019 es tal vez parte de esa cura: la mencionada Rifkin’s festival es el ejemplo citado para referirse a su “incapacidad” de trabajar bajo presión. El filme fue filmado a mediados del año pasado en San Sebastián, la turística y atractiva ciudad costera de la comunidad autónoma del País Vasco (España), y se trata de una historia de amores y desamores que se desatan en el contexto del festival de cine de esa ciudad.

Gina Gershon y Louis Garrel en una escena de la nueva cinta de Woody Allen filmada en España.

Hay que recordar que Rifkin’s festival fue anunciada el mismo mes del 2019 en que el estudio perteneciente a la multinacional de Jeff Bezos caducó el plan de financiar seis filmes del director, debido a las denuncias de abuso de su hija adoptiva Dylan Farrow. En ese mismo febrero de 2019, Allen logró cerrar un acuerdo con la compañía española Mediapro, que ya había estado tras su Vicky Cristina Barcelona (2008), evidenciando que al menos fuera de Estados Unidos el director aún cuenta con apoyo financiero y artístico.

La cinta tiene un elenco multinacional bastante atractivo encabezado por Christoph Waltz, Gina Gershon, Louis Garrel, Elena Anaya, Wallace Shawn y Sergi López. Tras su estreno en el encuentro vasco pasará a salas comerciales en España a partir del 2 de octubre y antes de fin de año estará al menos en Gran Bretaña y Rusia, una ruta de exhibiciones que para el cineasta estadounidense ya es cuento conocido: su anterior Un día lluvioso en Nueva York fue lanzada comercialmente en todo el mundo a excepción de Estados Unidos.

El filme, de acuerdo a lo que se sabe hasta el momento, tiene la clásica estructura de las comedias románticas de Allen, en el estilo de Medianoche en París (2011) y De Roma con amor (2012). En una reciente entrevista publicada en la revista española XL Semanal, la actriz Elena Anaya se refirió a su decisión de trabajar con el cineasta a pesar de las acusaciones en su contra.

Sus palabras fueron categóricas: “Por supuesto había oído todo el tema de Woody hacía bastantes años, eso ocurrió hace mucho tiempo. También supe que el caso se había estudiado tremendamente en varios tribunales y que fue desestimado. Entonces, ¿quién soy yo, que no me dedico a examinar leyes, para valorar el trabajo de los profesionales que lo hicieron? ¿Por qué me iba a plantear si debía o no trabajar con Woody, que ya fue juzgado y que todo fue desechado?”.

Woody Alllen y los actores Wallace Shawn y Elena Anaya durante la filmación de Rifkin's Festival.

Estrellas, deshonras y descargos

La mencionada Un día lluvioso en Nueva York fue, además, la última cinta que Allen alcanzó a realizar bajo el contrato con Amazon (el anterior fue La rueda de la fortuna, con Kate Winslet) y es además mencionada en sus memorias por el cineasta a propósito del movimiento #MeToo. Los ejecutivos de Amazon Studios comenzaron a resentir las relaciones con el cineasta en el año 2017, cuando el cineasta le bajó públicamente el perfil a las denuncias de abuso y acoso sexual contra el productor Harvey Weinstein, antiguo financista de sus cintas en los años 90.

Allen se transformó en blanco del movimiento #MeToo y su situación empeoró cuando su hija adoptiva Dylan Farrow reiteró las denuncias en su contra a inicios del 2018. Farrow alega que Allen abusó sexualmente de ella en 1992, cuando tenía 7 años, pero el director afirmó que estas acusaciones (de las que la justicia lo eximió a su favor en los años 90) fueron replanteadas por Dylan “cínicamente en el contexto del movimiento #MeToo” para reflotar un caso viejo".

Protagonizada por el ascendente actor Timothée Chalamet (Dune) y Elle Fanning, Un dia lluvioso en Nueva York logró buenos resultados de taquilla en el mundo. Varios actores de este filme y de otros de Allen han criticado al cineasta tras la irrupción del caso de Harvey Weinstein y de las acusaciones de Dylan Farrow.

Justamente en relación a aquellas críticas, Allen respondió en mayo en una entrevista en el diario The Guardian. “Los actores no tienen idea de los hechos y se aferran a una posición segura, pública y egoísta. Así es como son: denunciarme se convirtió en la última moda”, sostuvo en ese momento, refiriéndose a Chalamet, Colin Firth, Mira Sorvino y Rebecca Hall.

En sus memorias, Woody Allen hacía una dura acusación contra el primero, quien afirmó públicamente que donaría su salario de Un día lluvioso en Nueva York para ayudar a las víctimas de abusos. “Le juró a mi hermana (productora de las películas de Allen) que tuvo que hacerlo porque estaba nominado a un Oscar por Llámame por tu nombre y él y su agente pensaban que tenía más posibilidades de ganar si se ponía en mi contra, de modo que lo hizo”, se lee en el libro.

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