Andrés Tagle, presidente del Servel: “Preocupa que se tiren ideas al bulto que pueden poner en duda la fe en el sistema electoral”

“Nunca ha habido un error en la elaboración de los votos en la historia del Servicio Electoral”, dice. Pero con la logística atrasada para la elección del 10 y 11 de abril, y con la incertidumbre de cómo saldrá la reforma para reagendarla en mayo, advierte que “en un año electoral no se cambia el sistema, pero no se respeta mucho en Chile”.


Esta entrevista se haría con la reforma constitucional que pospone la megaelección para el 15 y 16 de mayo ya camino al Diario Oficial o al menos recién despachada por el Congreso. Pero no. Mientras Andrés Tagle desmenuza lo que se le viene encima al Servicio Electoral -cuyo consejo directivo preside desde el mes pasado-, el Senado seguía lidiando con su tramitación y hasta sesionará mañana domingo. Esto podría terminar el lunes, a cuatro días del fin del período legal de campaña. El Servel está casi en las mismas que miles de candidatos.

“De momento, estamos en la peor de las incertidumbres. Todo hace pensar que hay una amplia voluntad de cambiar la fecha. Pero hay algunos puntos que están demorando el proceso, a la larga menores: la continuación de las campañas y el tema de los alcaldes. Lamentablemente, eso demora y hace riesgo de que finalmente la legislación de cambios no se apruebe”, abre.

O sea que están en ascuas.

Esta incertidumbre es terrible para el Servel. Por un lado está trabajando para la elección, pero la información que sale es que se posterga. Si esa ley no sale oportunamente, la elección va. Una elección que se había anunciado postergada, y que vaya, es un enredo.

¿Qué los complica más?

Para armar una elección dependemos de un contingente de 250 mil personas entre los vocales, delegados del local, sus asesores y nuestro personal de enlace, asistentes y habilitadores. Gran parte son personas obligadas por una carga pública de ejercer esto. A pesar de que se les remunere, es una carga pública, no voluntaria, y ahí entran los delegados también que, en el fondo, más que trabajar por la remuneración, lo hacen por una actitud de compromiso cívico con la democracia.

O sea que si el día clave algunos no llegan…

Si esa gente nos falla, dada esta incertidumbre, para nosotros es muy cuesta arriba sacar una elección.

¿Qué tiene que echar a andar el Servel desde cero para el 15 y 16 de mayo?

Queremos volver a revisar especialmente los votos. El atraso que hubo en la definición de los candidatos por la fuerte reclamación en los tribunales hizo que ellos nos pidieran que nos volviéramos a pronunciar en casos que no habían llenado formalmente a una declaración de candidatura. Nos hemos pasado más de dos meses en eso: estuvimos más allá del 11 de marzo sin definiciones de candidatos. Hasta hace pocos días todavía había unas reclamaciones en la comuna de Paillaco. Es un atraso en el diseño, revisión, impresión y reparto. Es toda una tarea logística de envergadura. Hay 744 facsímiles de votos distintos que hubo que diseñar, hacer pruebas de imprenta, imprimir, repartir.

Esa revisión, ¿podría derivar en un rediseño de votos?

Si hay un error y es necesario, lo hacemos. Esperamos que no haya ninguno. Nunca ha habido un error en el voto en la historia del Servel, al menos desde el plebiscito de 1988.

Si resulta la ley, de acá a mayo circularán más ideas. ¿Es factible hacer la elección en tres días?

Nosotros tenemos objeción a los tres días. Esa propuesta establecía tres horarios por día de cuatro horas y en total nueve horarios, y llevamos a la gente forzadamente a un período de cuatro horas dentro de los tres días para repartir el electorado. Eso no nos gusta, porque si a la persona le toca otro horario y tiene problemas personales y no puede ir otro día, va a ser sujeto de reclamos, porque se le afectan los derechos. Y una norma a la que se le hacen excepciones no funciona. Y los reclamos son muy fuertes si en otro horario la mesa está vacía, ¿cómo le dices a alguien que vuelva en otro horario? Preferimos la libertad, que el elector vote cuando le acomode en todo el período de votación.

Hay reclamos de candidatos a constituyentes porque no podrán votar quienes cumplan 18 años entre el 10 y 11 de abril y el 15 de mayo. Es una norma administrativa versus el derecho a sufragio. ¿Tiene solución?

El padrón ya está impreso. Un cambio así afecta a todas las mesas de Chile, porque probablemente en la gran mayoría habrá alguien que cumplió 18 años en estas cinco semanas. Es una prórroga por fuerza mayor. Creo que es correcto usar el padrón que legítimamente estaba contemplado para la elección original. Van a votar las mismas personas que tenían derecho a voto el 10 y 11 de abril, y más gente que la que tenía derecho a voto en octubre pasado, cuando estaba programada originalmente. No creo que sea inconstitucional: hay precedentes en la Ley de Votaciones del uso de un mismo padrón con posterioridad. Nadie tiene la intención de negar el derecho a voto -menos el Servel- a los mayores de 18. Esos jóvenes van a tener al menos cuatro elecciones más en el año.

Tenemos un sistema electoral -hasta ahora- infalible. Pero es la segunda postergación apremiada, compleja, incierta, y queda la sensación de que esta alteración sucesiva tijeretea las reglas del juego.

Por eso nuestra participación es muy importante y he asistido a todas las comisiones que me ha tocado desde que soy presidente. También en la ley de los dos días; a mi antecesor le tocó el voto de los pueblos originarios y disposiciones que tenían que ver con los independientes. Han hecho mucho cambio en muy poco tiempo. Hay una norma tácita en los sistemas electorales: en un año electoral no se cambia el sistema, pero no se respeta mucho en Chile. Es preocupante que se tiren ideas al bulto que implementarlas -sobre todo a la rápida- puede poner en duda la fe que todo Chile le tiene al sistema. Cuando se habla de internet y del voto a distancia, o postal, sin tener en cuenta que hay que hacer un sistema que dé seguridad absoluta a la ciudadanía...

¿Mucho ruido político?

Me preocupa cuando la clase política, por simplezas, se olvida de ese control ciudadano, porque si no lo hay, ni garantías de que su voto será contabilizado y no va a ser cambiado, en el fondo, todo el sistema democrático se derrumba. Hay que ser muy cuidadosos con los cambios y con nuestro sistema. Ahora, hay pasos que el Consejo Directivo del Servel quiere dar.

¿Cuáles?

Queremos hacer voto anticipado, en la semana anterior a la de la elección. Y con mesas que funcionen -no en todo Chile, pero en sus principales localidades- y que la gente se inscriba para votar anticipadamente y podamos hacer un padrón especial. Para las elecciones de noviembre se podría hacer, debemos dar ese paso. El Servel ha recomendado el voto anticipado y que pueda ser también móvil: que contra inscripción se pueda ir a casas de reposo, gente que necesita asistencia, hospitales.

¿Ya se puso en el caso de que en un mes más estemos discutiendo otro atraso si el virus no cede?

No me quiero poner en ese caso. Hacerlo es señalar de que la vacuna no funciona.

Si ocurre, ¿la discusión se tendría que abrir antes que ahora?

Por supuesto, los cambios necesitan tiempo para implementarse.

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