Germán Codina, alcalde de Puente Alto: “La Convención no cumplió con las expectativas de los que estamos decididos a tener una nueva Constitución”

El alcalde de Puente Alto, quien fue uno de los principales dirigentes de derecha en impulsar el Apruebo en el plebiscito de entrada, dice que rechazará el texto propuesto por la Convención. Sin embargo, está convencido de que debe haber una nueva Carta Magna. Si bien afirma que se siente frustrado con el resultado del proceso, defiende haber empujado la idea de iniciar un cambio constitucional.


Estuvo jugado por el Apruebo en el plebiscito de entrada de octubre de 2020 y había evitado dar su opinión respecto a las elecciones del próximo 4 de septiembre. El alcalde de Puente Alto, Germán Codina (RN), dice que estaba esperando leer el texto final para fijar una postura, que terminó siendo la obvia debido a lo que ya ha manifestado su sector: rechazará el texto propuesto por la Convención Constitucional.

Eso sí, afirma sin matices que, de ganar el Rechazo, debe continuar el proceso constituyente y no se cierra a la idea de que haya una nueva Convención.

¿Ya leyó todo el texto?

Sí, lo hice. Lamentablemente el texto no representa lo que el 80% de los chilenos pedimos con el plebiscito de entrada. Así que no lo voy a aprobar.

¿Qué cosas lo terminaron por convencer de votar Rechazo?

Primero que es un proyecto que atenta contra cimientos básicos de la democracia, como la igualdad ante la ley y el respeto a las libertades de las personas. Todavía como país no hemos resuelto ni si quiera dilemas básicos de desarrollo (…). Si bien yo quiero que estén reconocidos en la Constitución, no se establece un umbral mínimo de participación para los pueblos indígenas que garantice que tiene sentido la conformación de esos escaños reservados. Además, esta Constitución lo único que va a hacer es que la delincuencia tenga más impunidad que la que hoy tiene con un sistema garantista que se instaló hace varias décadas atrás.

Siendo uno de los que en la derecha estuvo por el Apruebo en el plebiscito de entrada, ¿qué tan frustrado se siente?

Me siento defraudado. En la práctica muchos convencionales terminaron siendo el fiel reflejo de las sucias prácticas políticas que la ciudadanía condena. Por ejemplo, Rojas Vade mintiendo para obtener un cargo, y también existió una conducta permanentemente soberbia de no escuchar a quienes eran minoría y en este proceso la forma es algo vital, porque también es parte de la sanación que necesita nuestro país.

¿Se vetó a los convencionales de derecha?

Permanentemente se votó en contra de proyectos que presentó nuestro sector que buscan que la gente tenga la libertad de elegir.

La Convención no cumplió con las expectativas que teníamos muchos que estamos totalmente decididos a tener una nueva Constitución. Yo creo que está muerta la Constitución de Pinochet-Lagos y creo que Chile sí necesita una nueva Constitución.

En su comuna, el plebiscito de entrada ganó con casi un 90% de las preferencias, eso da cuenta que sí se quiere una nueva Constitución. ¿Qué ha notado que prefiere la gente en Puente Alto?

Yo creo que este es un proceso abierto. Todas las personas que somos agentes, autoridades, pero también quienes participamos con mucha fuerza del Apruebo de entrada y hoy día nos damos cuenta que hay un proyecto que va a perjudicar el futuro de Chile, tenemos que con honestidad y convicción nuevamente hablarle a la ciudadanía sin miedos a la funas, porque lo que espera la gente es que les digamos la verdad. Posiblemente hay muchas personas que no van a lograr leer el texto completo. Por lo tanto, es muy importante que personas que estuvimos jugadas con el alma y el corazón por el Apruebo, advirtamos que esto es un riesgo para el futuro de Chile.

¿Cómo ve a la calle?

Uno ve opiniones divididas, pero creo que hay que salir de las fake news de un sector y otro.

Si está convencido de que debe haber una nueva Constitución, ¿por qué no aprueba para reformar?

Estoy por una nueva Constitución y lo más importante es que creo que tiene que ser una buena Constitución para Chile. Pero si se aprobara esta Constitución, tiene cláusulas que hacen imposible realmente su modificación en diversos aspectos. Entonces es una falacia que se pueda aprobar para reformar en lo sustantivo. No creo que se puedan reformar aspectos fundamentales, sobre todo, aquellos que por ejemplo están dañando la separación de poderes, la igualdad ante la ley, las libertades y esos son fundamentales. Son cimientos del Estado de derecho que debemos resguardar y no dejarnos llevar por consignas ideológicas que son las que están de moda.

El problema de la derecha es el peso de la historia, que da cuenta que han sido contrarios a los cambios constitucionales. ¿Por qué habría que creerles?

Yo creo que habemos integrantes de una nueva generación en la derecha que hemos dado claras muestras de compromisos democrático y social en el territorio. Aquí lo más importante es que no nos dejemos engañar por disfraces, como por ejemplo el que algunas personas de extrema izquierda están tratando de revestir a esta Constitución.

Pero no todos en su sector...

Primero tengamos claro que la fuerza de los que queremos una nueva Constitución con el 80% de los chilenos es demasiado poderosa como para no ser considerada por los distintos sectores políticos y claro, es cierto, los alcaldes no estamos estrechamente en la actividad política, somos más de terreno, estamos con las necesidades de la gente. Aquí es fundamental que obviamente los partidos entiendan que deben ser el eco de la gente y de sus necesidades también un contacto estrecho con las organizaciones sociales. Entonces, no hay por dónde quienes quieran oponerse a una nueva Constitución puedan imponerse. Incluso tanto es así que sería deshonesto no reconocer que ese 80% que votamos por el Apruebo en el plebiscito de entrada lo componemos también muchas personas que somos de derecha.

¿Qué le parecieron las palabras del Presidente Boric sobre si gana el Rechazo se tiene que impulsar una nueva Convención?

Hay que valorar que el Presidente reconoce que va a haber nueva Constitución sí o sí, sin importar el resultado del plebiscito de septiembre, y que se deduce también que el Rechazo tiene un apoyo transversal de tal fuerza que representa más allá de colores políticos, tiene que ver con el sentido común de proteger la democracia (...). En cuanto a la forma de redacción de la nueva Constitución, no lo decide ni él, ni el gobierno, ni los partidos políticos. Es algo que tiene que decidir la ciudadanía y eso debiera ser una lección aprendida ya entre todas las autoridades.

¿Se debe resolver con un plebiscito?

Va a tener que ser un proceso que se busque cómo garantizar la legitimidad de forma transparente, pero que no nos termine haciendo una encerrona con una Constitución ideologizada.

¿Estaría dispuesto a una nueva Convención?

Si eso es lo que Chile necesita para que el proceso sea transparente y le dé garantías a todos los sectores y también a quienes son independientes, claro que sí.

¿Cuánto pierde la derecha social o liberal al haber apoyado un proceso que consideran fallido?

Que se haya originado este proceso, que no terminan necesariamente el 4 de septiembre, es un gran triunfo para todos los que somos demócratas y que estamos comprometidos con el desarrollo, con las libertades y con no tener un estado totalitario que es un poco lo que se está asomando. Ha sido un triunfo gigante que hayamos obtenido el 80% en el plebiscito de entrada y ese 80% hay que encauzarlo para lograr un texto definitivo que tome lo mejor de esto que se ha redactado.

Los partidos han dicho que los políticos deben estar en segunda línea. ¿Está de acuerdo con esa estrategia?

Es coherente con el aprendizaje que ha tenido el sistema político durante los últimos años en que su razón de ser es representar a la gente y también generar espacios de trabajo conjunto con las organizaciones sociales, por lo tanto, no se entiende ningún sistema político si no es el verdadero eco de las chilenas y los chilenos.

¿En la derecha los rostros que defendieron el Rechazo deberían estar en segunda línea?

Lo más importante es tener un sello de trabajo territorial como el que tenemos los alcaldes.

¿Cree que la derecha más conservadora quedó atrás?

Siendo coherente con el respeto a la diversidad y establecer la verdad para poder avanzar, yo nunca voy a silenciar a nadie.

¿Cuál será su rol en la campaña? ¿Su partido le pidió algo?

No espero tener roles ni cargos especiales, simplemente voy a hablar con fuerza, con honestidad sobre lo que opino de este texto.

Este es su último periodo de alcalde. ¿Cuál será su sello?

Hay que actuar en base a las convicciones. Ese sello y tratando de construir un país sin privilegios y sin ciudadanos de primera y segunda categoría.

¿Quién le gustaría que fuera su sucesora? Se dice que Karla Rubilar, quien está trabajando con usted, podría ser una opción.

No tengo nombres, pero sí puedo decir que tenerla trabajando en mi gabinete ha sido un tremendo aporte y he conocido de cerca su compromiso social y siempre junto a mí trata de ponerse en el pellejo de la gente para que tratemos de solucionar sus problemas. Así que tiene las condiciones de sobra para ser una tremenda alcaldesa, pero creo que esto va a depender mucho cómo las vecinas y vecinos.

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