Mascarillas: El tira y afloja de su uso contra el Covid en el mundo

A dos años y medio desde el inicio de la pandemia originada por el coronavirus, el uso de este elemento de seguridad ha formado parte central del día a día de millones de personas. Instrumento sanitario que ha comenzado a desaparecer de la cotidianidad del mundo occidental, incluso en las escuelas.


Cuando Chile reporta una evidente baja de contagios de Covid-19 -en las últimas jornadas no han superado los cuatro mil casos diarios-, ha vuelto a surgir la pregunta acerca del uso de la mascarilla. Así, la experiencia comparada con otras regiones y países aporta a una mirada global. Eso sí, hay una marcada tendencia: al menos en el mundo occidental, los cubrebocas van en retiro o incluso ya no se ocupan.

Fue en abril de 2020 cuando un decreto instaló la obligatoriedad del uso de esta herramienta sanitaria en el país. Casi dos años más tarde, en abril pasado, un nuevo anuncio de parte del Ministerio de Salud cambió la normativa: ya no era necesario utilizar mascarilla cuando se cumplían situaciones específicas, como estar en una determinada fase, encontrarse al aire libre y manteniendo una distancia mayor a un metro entre persona y persona. La norma no incluía espacios cerrados, como salas de clases o un mall, menos el transporte público. Sin embargo, las medidas se volvieron a endurecer en mayo.

Esta semana, el debate por el uso de mascarillas y el Pase de Movilidad escaló al Congreso. Una iniciativa para poner fin a ambas herramientas fue presentada por diputados de la bancada de Republicanos y del Partido de la Gente y aprobada el martes con 88 votos a favor, 29 en contra y 20 abstenciones.

Un avance desigual

Quienes han podido viajar en avión, en compañías aéreas extranjeras, han dado cuenta que ni siquiera en pleno vuelo se exige el uso de mascarillas. Al mismo tiempo, quienes han visitado distintos países de la región, pero también Estados Unidos y Europa, han reportado que los cubrebocas son cosa del pasado. Esto, prácticamente corre por igual incluso en naciones que tienen menos de cuatro dosis de las vacunas contra el coronavirus.

Precisamente, Estados Unidos es el caso más simbólico respecto del no uso de mascarillas. En la actualidad, ningún estado exige que las personas utilicen cubrebocas en espacios públicos. La excepción se da en lugares de “alto riesgo”, como hospitales o centros de atención sanitaria.

La particularidad en EE.UU. reside en el enfrentamiento legal que ha suscitado la utilización de mascarillas. Si bien la mayoría de las restricciones fueron levantadas meses atrás, el mandato sobre el uso de cubrebocas en el transporte público se mantuvo vigente hasta el 3 de mayo. Eso, hasta que una jueza de Florida anuló y declaró ilegal el mandato de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en cuanto a la obligatoriedad de las mascarillas en estaciones del transporte público o durante los viajes al interior del país.

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sacándose su mascarilla. Archivo de septiembre de 2021. Foto: REUTERS.

Hoy los CDC solo recomiendan su uso en espacios cerrados, pero no hay un mandato legal. Consultado por La Tercera, el profesor de Medicina en la División de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Alabama en Birmingham, Paul Goepfert, explicó que “los CDC tienen directrices basadas en el nivel de Covid en su zona. Sin embargo, no se está respetando. Por ejemplo, en la zona donde me encuentro hay una gran propagación y muy poca gente sigue usando mascarillas”.

En un documento liberado en agosto por el CDC se recomienda que “las escuelas deben considerar políticas y prácticas flexibles y no punitivas para apoyar a las personas que eligen usar mascarillas, independientemente del nivel comunitario de Covid-19″.

La sociedad estadounidense se rebelará si nuestro gobierno impone las mascarillas. Es posible que algunas zonas más liberales de nuestro país exijan mascarillas si los niveles de infección aumentan, pero incluso eso parece poco probable en este momento”, detalló Goepfert.

En Europa, la situación ha variado de país en país sin una ruta continental. No obstante, cada vez son menos las naciones con restricciones. Francia, por ejemplo, definió levantar a mediados de marzo las restricciones asociadas a su pase de vacuna, documento previamente necesario para ingresar a eventos culturales y de ocio. A menos de que nuevamente aparezca “una variante peligrosa”, los viajeros ya “no tienen que completar ningún trámite antes de llegar a Francia”, afirma el gobierno en su página web.

Desde el 3 de febrero, el uso de mascarilla al aire libre ya no es obligatorio, mientras que en espacios cerrados se permite prescindir de ella desde marzo. En transportes públicos, transporte marítimo, fluvial, terrestre y aéreo, tampoco hay una exigencia, al igual que en centros de salud y residencias de ancianos, pero en estos dos últimos es “muy recomendable”, afirman.

A su vez, Portugal eliminó todo tipo de restricción en las escuelas desde el inicio del año escolar. Según The Portugal News, el Ministerio de Educación afirmó que la temporada se llevará a cabo sin ninguna medida para combatir el Covid-19. “Corresponde a cada persona cumplir con las medidas no farmacológicas para prevenir infección”, explicó el titular de la cartera, João Costa. La medida solo se mantiene en residencias de ancianos y establecimientos de salud. En cuanto al transporte, la ministra de Salud, Marta Temido, informó el 25 de agosto que el uso de mascarillas en taxis y aviones ya no será obligatorio.

Una mascarilla tirada en una calle de la pequeña ciudad de Gangelt, Alemania. Archivo de febrero de 2021. Foto: REUTERS.

Grecia, Suecia, Países Bajos y Bélgica también levantaron esa restricción, mientras que España y Alemania figuran en la vereda contraria, ya que son de los pocos países de la UE que mantienen de manera legal el requerimiento del uso de la mascarilla, aunque solo en medios de transporte.

En Alemania, el ministro de Salud, Karl Lauterbach, dijo que se está evaluando retirar la obligatoriedad en vuelos que entren al país, pero en trenes y buses aún parece “sensato y necesario” su uso, recogió ABC News. Con una de las mayores restricciones en el continente, los estados federales alemanes tienen la facultad para imponer el “requisito de mascarillas en las escuelas y otras instituciones de formación para empleados y alumnos a partir del quinto año escolar”, se lee en el borrador de una nueva ley de protección contra infecciones que regirá a partir de octubre.

Mientras, las escuelas españolas regresaron por primera vez a las salas (casi) sin restricciones asociadas a la pandemia. En septiembre, la Comisión de Salud Pública acordó la eliminación de todas las medidas para la temporada escolar 2022-2023 en todas las etapas educativas.

¿Qué pasa en la región?

En Perú -que según datos de Worldometer es la nación con la mayor cantidad de muertes por cada millón de habitantes en todo el mundo (6.418)-, mantiene políticas similares a las de Chile. Según el Ministerio de Salud peruano, el uso de la mascarilla es opcional en espacios abiertos, pero se mantiene obligatorio en todo momento en lugares como coliseos, estadios deportivos, conciertos, centros comerciales, cines y discotecas. Sin embargo, para los escolares es opcional, mientras que para profesores se mantiene la restricción.

La ola que azotó a la región en los últimos meses fue un factor importante para los cambios en las reglas de Colombia. En abril se había levantado la obligatoriedad en el uso de mascarillas en espacios cerrados, excepto en colegios. Para el 15 de mayo, la restricción se eliminó incluso en establecimientos educacionales. Pero el salto en la cantidad de casos a mediados de ese mismo mes obligó a reponer su uso. El 21 de julio, la Resolución 1238 fijó que debían usar mascarillas las “personas mayores de dos años en las instituciones de salud, hogares geriátricos, en el transporte público, estaciones de transporte masivo, los terminales de transporte aéreo, terrestre, marítimo y fluvial”.

El caso de México es una montaña rusa respecto del cubrebocas. Luego de que en junio se volviera a la exigencia debido a un incremento en los casos, pocos estados han vuelto a relajar las medidas. En los colegios, por ejemplo, son muchas más las regiones que exigen las mascarillas en clases que los estados con uso opcional, siendo Nuevo León y Puebla la excepción.

Archivo de un pasajero con mascarilla caminando por una estación de tren en Rio de Janeiro, Brasil. Foto: REUTERS.

De vuelta en el sur, y según el último documento emitido por el Ministerio de Salud de Uruguay, el mandato legal obliga a sus ciudadanos a usarla si presenta síntomas asociados al Covid-19; si forma parte del personal sanitario con atención a público; en centros de salud y grupos vulnerables. En el transporte, personas que cuiden a no vacunados y espacios cerrados, entre otros, el gobierno plantea que es “altamente recomendado” el cubrebocas.

Argentina, por su parte, se convirtió en uno de los primeros países en relajar las medidas asociadas a las mascarillas. En octubre de 2021 ya se podía prescindir de estas en espacios abiertos en Buenos Aires, mientras que las autoridades de la capital anunciaron a mediados de junio el cese de la regla que obligaba a portarla en ambientes cerrados.

En Brasil se eliminó también su uso en espacios abiertos a partir de marzo, luego de la gran ola de casos que registró el país. Con ese cambio, incluso en los estadios de fútbol se permite estar sin tapabocas. “Es un nuevo momento en nuestras vidas después de dos años y dos meses de pandemia, de tristeza y de pérdidas”, dijo en la ocasión el gobernador de São Paulo, João Doria. El 8 de septiembre, el estado decretó el fin del uso de la mascarilla en el transporte público.

El gigante sudamericano continúa, sin embargo, exigiendo un esquema de vacunación completo para ingresar al país, pero reconoce todas las vacunas. El cambio respecto a los cubrebocas lo hizo en sus vuelos internos, donde ya no es necesario utilizarlo al interior de los aviones.

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