Negociación en punto muerto: partidos cierran semana sin acuerdo y con recriminaciones

En una última apuesta por lograr un pacto, el oficialismo planteó una fórmula “mixta atenuada” que relevaba el rol de los expertos en el nuevo proceso, sin embargo, la oposición cerró la puerta a esa alternativa acusando que la incidencia de los técnicos no era real. Los partidos de gobierno apuntaron a Amarillos y RN como responsables del fracaso. Las tratativas podrían reanudarse el lunes.


Pasadas las 21.00 de ayer, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, convocó a una reunión solo del oficialismo. La idea era consensuar una última propuesta constitucional para presentarle a Chile Vamos y Amarillos.

A esas alturas se habían puesto sobre la mesa múltiples fórmulas, sin embargo, ninguna generaba consenso entre las fuerzas políticas y los ánimos estaban altamente tensionados.

Así, los partidos de gobierno -que hasta ese momento insistían en un órgano redactor 100% electo- jugaron su última carta: una especie de convención “mixta atenuada” (o proceso mixto, como prefirieron llamarlo algunos negociadores). La nueva idea consistía en 70 miembros electos y 30 expertos solo con derecho a voto en procesos como la armonización y cierre del texto, además de poder trabajar en un anteproyecto al inicio.

Con los partidos de gobierno embarcados en la nueva alternativa, cerca de las 21.40, volvieron a reunirse con la oposición, la que, a esa altura, insistía en un órgano mixto con incidencia en voz y voto de los técnicos.

A los pocos segundos recibieron un rotundo no del representante de Amarillos, Zarko Luksic lo que fue secundado por RN, partido que durante toda la jornada insistió en que solo aceptarían un órgano mixto.

“Están tratando a los expertos como de segunda categoría”, dijeron en la oposición para argumentar su negativa.

La escena finalmente significó un nuevo fracaso tras una jornada de más de diez horas y una semana de intensas tratativas, en la cual aspiraban a sellar un pacto.

“Chile Vamos no aceptó nuestra última propuesta. Por lo menos por hoy lamentamos profundamente no poder responder a la ciudadanía con un acuerdo. Estoy decepcionada. Quiero decirles muy responsablemente que creo que hoy día no tenemos acuerdo por la presión de Amarillos y por la resistencia de RN”, manifestó -evidentemente molesta- la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, al término de la jornada.

Su par del PL, Patricio Morales, agregó que “hemos vistos a ciertas fuerzas politicas, el denominado sector Amarillos, que ha venido bloqueando un acuerdo político. No vamos a aceptar un chantaje de estas características”.

Luksic, de Amarillos, se defendió. “Nos hicieron una propuesta que no pudimos aceptar. Nosotros seguimos insistiendo que los expertos tengan derecho a voto tanto en las comisiones como en el pleno y ellos proponen que los expertos solamente tengan una tarea muy incidental”, manifestó.

Schalper, por su parte, aseguró que “como Chile Vamos, junto con Amarillos, en algo que hemos llamado el bloque de los que estuvimos por el Rechazo, tenemos la convicción de que Chile no quiere repetir una mala experiencia.Tenemos el deber de representar a esa inmensa mayoría que quiere una convención mixta”.

Tras el fracaso de la jornada, los partidos evalúan retomar las reuniones el próximo lunes, a las ocho de la mañana.

Las horas antes

“Propongo retomar el lunes”, planteó Schalper, en el marco de las intensas negociaciones.

En ese momento, la tensión ya estaba instalada entre el oficialismo y la oposición que llevaban varias horas de tratativas y los diálogos estaban en punto muerto.

Por lo mismo, la respuesta de los partidos de gobierno a la idea de Schalper fue “una dura negativa”, sostuvo uno de los presentes oficialistas.

Así, dadas las distantes posturas y con miras a buscar una solución, los negociadores se separaron en grupos más reducidos para intentar plantear una nueva alternativa que convenciera a todos.

La idea también la propuso Elizalde conformándose un grupo de representantes de las fuerzas del Apruebo y del Rechazo.

Los elegidos fueron el presidente de la UDI, Javier Macaya; el presidente de RN, Francisco Chahuán; la timonel de Evópoli, Gloria Hutt, y Luksic. Del otro lado, la designada fue Piergentili, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic; el secretario general del PC, Lautaro Carmona; el presidente de la DC, Alberto Undurraga, y el timonel de CS, Diego Ibáñez.

Previo a eso, pasadas las 15.30, en una de las salas del tercer piso del Senado en Santiago, Hutt había tomado la palabra.

La exministra procedió a leer la última propuesta de Chile Vamos: un órgano mixto de 50 personas electas y 22 expertos designados por el Congreso con voz y voto.

La opción de Hutt -la primera que reveló Chile Vamos en la jornada- fue elaborada horas antes por el bloque opositor y fue motivada por la dura presión que ejerció RN. Temprano en la mañana, a las 9.45, Chahuán marcó el foco de lo que iba a ser la línea intransable para su colectividad. “Si no hay un órgano mixto, este presidente de partido no está dispuesto a firmar ningún acuerdo”, afirmó.

Su postura -tomada luego de hacer un sondeo uno a uno con los diputados y senadores de su colectividad- fue el punto clave de la nueva ronda de negociaciones entre las fuerzas políticas que buscan un acuerdo constituyente para habilitar un segundo proceso que elabore una propuesta de nueva Constitución.

La frase de Chahuán tensionó de inmediato a la mesa negociadora, incluso antes de que partiera la cita de este viernes. “Por culpa de RN se pudrió todo”, confesaba un negociador oficialista cuando iba subiendo a la sala de reuniones.

Su sentir era compartido por varios dirigentes de la alianza de gobierno, los que transmitirían, hasta el cierre de esta edición, que las tratativas estaban en “punto muerto”.

De hecho, en el Socialismo Democrático admitían en privado que la arremetida de RN, apoyada por Amarillos, podría hacer fracasar la mesa. Esto, en momentos en que los partidos de gobierno estaban esperanzados con firmar el pacto, luego de que el miércoles, a su juicio, las tratativas quedaran encaminadas a afinar un órgano electo de 50 escaños, tal como propuso Chile Vamos el 11 de noviembre.

Cuando Hutt terminó de leer la propuesta de la derecha, el oficialismo se indignó. La alternativa fue recibida como un gran retroceso en los diálogos y -según fuentes de gobierno- como una señal indirecta de no querer llegar a acuerdo.

El ambiente se crispó de inmediato. Fue ahí cuando el oficialismo respondió reflotando una antigua idea: un plebiscito sobre el mecanismo. Esto ya lo había adelantado Vodanovic. “La derecha si no accede a alguna de estas fórmulas, tendremos que ir a un plebiscito de entrada para definir el mecanismo, porque lo que quiere decir, si no acceden, es que le temen a la democracia, les temen a las elecciones”, afirmó la líder socialista. Sus palabras fueron secundadas por los presidentes de RD y de Convergencia Social, Juan Ignacio Latorre y Diego Ibáñez, respectivamente.

Ante esto, Chile Vamos replicó con un fuerte rechazo a la idea del referéndum.

Entre los negociadores había molestia. De hecho, al término de la jornada y cuando todas las fórmulas ya habían sido desechadas, el oficialismo insistió en la opción de un plebiscito para elegir el mecanismo.

El quiebre de Soto

Como al principio de la cita nadie daba el acuerdo para aplazar las conversaciones hasta el lunes, la mesa empezó una ronda de intervenciones. El tono fue duro, según presentes. La tónica fue así hasta que el diputado Raúl Soto (PPD) pidió la palabra.

Testigos de su discurso cuentan que el expresidente de la Cámara estuvo al borde del llanto y se quebró en varias ocasiones. En ese momento se produjo un silencio. Soto, en su rol institucional anterior, se ha involucrado personalmente en las negociaciones y, en estos meses, ha dado varias señales de flexibilidad para que el tema termine de manera exitosa.

Así, Soto recalcó la responsabilidad histórica que tenían los partidos y lo malo que sería que la política institucional no fuera capaz de llegar a un acuerdo para darle solución al problema constitucional de Chile.

El rol de RN y Amarillos

“La mesa estuvo a punto de quebrarse”, confesaba ayer uno de los negociadores. A pesar de que la reunión seguía en curso, varios de los dirigentes de partido, en privado, ya estaban apuntando a los responsables de un eventual fracaso de las tratativas.

Uno de los negociadores oficialistas acusó desde temprano a Amarillos. El partido en formación -que solamente tiene un diputado- fue el actor clave para que la noche del miércoles la mesa no lograra el acuerdo para un órgano electo de 50 personas. Por lo mismo, la misma fuente acusa que no podía ser que un movimiento que no es fundamental para lograr los 4/7 en el Congreso tuviera tanta injerencia. De hecho, hubo un intento de restringir los cupos en la mesa negociadora para tener a un solo representante por partido, para así evitar que Amarillos estuviera sobrerepresentado.

El miércoles eran tres personas: Luksic, Cristián Warnken y el diputado Andrés Jouannett. La movida no funcionó.

Otras voces oficialistas, en todo caso, apuntan a RN y transmiten que ese partido está detrás de la ofensiva de Amarillos. De hecho, en la colectividad liderada por el senador Francisco Chahuán, en privado, reconocen que “les sirve” el ruido que ha generado el partido en formación, ya que al menos, en lo público, aumenta la presión por la opción que ellos quieren que quede en el acuerdo.

Partidos de gobierno, además, responsabilizan a RN, porque destacan que Macaya conversó con el Presidente Gabriel Boric la fórmula de un órgano 100% electo con ratificación en el Congreso. A eso se sumó que ayer, el timonel UDI, también dio señales de apertura cuando, al inicio de la reunión, trató de salvar la opción del órgano de 50 personas electas, proponiendo una incidencia real de los expertos en la redacción de un anteproyecto o eventualmente a cargo de la armonización del texto.

Cinco horas en La Moneda

Aunque en La Moneda dicen que el Presidente Boric estuvo monitoreando el acuerdo permanentemente, llegó ayer pasadas las 15.00 a La Moneda. El miércoles estuvo en Cerro Castillo, mientras que durante el feriado subió una fotografía a su Instagram preparando el fuego para un asado.

El Mandatario junto con sondear las tratativas y trabajar durante la mañana en su casa (según indicaron en Palacio), ayer sostuvo reuniones con sus equipos y la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Y, aproximadamente a las 19.30, dejó su oficina en Palacio.

Desde que dio la señal de apertura, el miércoles por la mañana, el Jefe de Estado ha mantenido silencio respecto de las negociaciones.

La ministra Segpres, Ana Lya Uriarte, sin embargo, aseguró ayer que “no tengo ninguna duda de que el acuerdo al que se llegue no va a ser 100% de gusto de todo el mundo, eso por descontado, pero si logramos un acuerdo se va a haber cumplido la finalidad política, lograr aquello en que estamos todos de acuerdo, en que tiene que haber un nuevo proceso constitucional”.

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