Rodrigo Ubilla (RN): “El temor de todos es que un nuevo bochorno constitucional pavimente el camino de opciones populistas”

El director del área de Política y Sociedad Civil del Instituto Libertad y Desarrollo dice que esta es la última oportunidad que tiene la clase política para sellar un pacto constituyente, de lo contrario, el riesgo es muy alto. El exsubsecretario, además, cuestiona al gobierno y afirma que “no tiene aprendizaje” tras la derrota que tuvieron en el plebiscito.


Ahora, desde las filas de la oposición, el exsubsecretario del Interior de Sebastián Piñera y actual director del área Política y Sociedad Civil del Instituto Libertad y Desarrollo, Rodrigo Ubilla (RN), aborda el nuevo proceso constituyente.

Ubilla, si bien dice que ve bien encaminadas las negociaciones, cree que es la última oportunidad que tiene la clase política. Además, aunque destaca el aprendizaje de un sector del oficialismo tiene una postura dura con el gobierno. “La convivencia democrática se está estresando al máximo por las malas decisiones o decisiones ideologizadas del gobierno”, dice.

¿Cuánto se ha involucrado en el nuevo proceso constituyente?

Diría un involucramiento de una distancia más bien académica hacia el proceso de toma de decisiones de los partidos. Ver las fortalezas y desventajas.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades que ve?

Con el proceso que termina el 4 de septiembre hay una cierta claridad política, de que no hay más margen de error.

¿Por qué cree eso?

No hay más margen de error porque en definitiva el país no resiste otro bochorno constitucional como el que vivimos. Eso es transversal. Y soy duro al decir bochorno, porque eso significa un fracaso profundo. El temor de todos es que un nuevo bochorno constitucional pavimente el camino de opciones populistas.

¿Y las desventajas?

La desventaja es que tuvimos una Convención que fue diseñada de tal forma que permitió que aquellos grupos extremos predominaran y finalmente una propuesta de texto que no representó nada más que a un pequeño grupo.

Tras el triunfo del Rechazo, ¿qué oportunidad ve para Chile Vamos?

Primero vuelvo al punto. Hay conciencia de todos los sectores de que esta es una última oportunidad. Y ese es un sentido de responsabilidad. Y para específicamente Chile Vamos, que fue un actor relevante en el proceso electoral que llevó al triunfo del Rechazo, lo primero es cumplir su palabra. Y su palabra tiene que ver con darle la oportunidad al país de tener un nuevo texto constitucional de buena calidad.

¿Está convencido de que el camino es una nueva Constitución?

Hoy día la gente quiere una nueva Constitución, cuando uno le pregunta el cómo, usando la misma encuesta Cadem, se da cuenta que el 48% que dice que debe ser mixta, es decir, un 50% electa y 50%, nombrada por el Congreso. Entonces, cuando me plantea usted la reforma o una nueva Constitución, hay más interés de una nueva Constitución, pero aprovechando la experiencia del Congreso, como un órgano que le da cierta estabilidad o recuperando el rol protagónico que ha tenido el Congreso en todas las reformas constitucionales.

¿Usted quiere que sea un órgano redactor mixto?

Hay que avanzar a una composición mixta de todas maneras, tal cual lo siente la ciudadanía, que recoja la experiencia práctica en el ejercicio del poder o gente que tenga una especialización académica en materia constitucional.

¿Por qué cree que le ha costado tanto a la derecha sincerar esa postura?

No es sincerar o no. Esto tiene que ver con una estrategia de ir abordando los temas que son relevantes para la ciudadanía.

¿Pero no está siendo muy ambiciosa la derecha en las negociaciones? Ya les concedieron los bordes.

No creo que tengan el sartén por el mango, en la medida que el evaluador final va a ser la ciudadanía, y no he visto ningún momento, ni en conversaciones públicas ni privadas a los dirigentes de Chile Vamos con las actitudes de soberbia que observamos por parte del gobierno. Cuando asumió en marzo, acuérdense el ministro Jackson, se le advirtió que todavía estaban en proceso de las comisiones de generar su producto y que había mucho espacio de maniobra. Y el ministro Jackson y el gobierno tomaron la decisión de dejar que todo esto fluyera.

Las directivas han tenido que lidiar con las bases más duras que no están convencidas de avanzar en un nuevo proceso. ¿Cómo se maneja eso?

Eso es lo interesante de la política. El libro de la política tiene que ver con liderar ciertos procesos de cambio, pero también tiene que ver con ser capaz en el camino de explicar a las bases, los partidos se deben a sus bases.

¿Se corre el riesgo de un desfonde de la derecha más dura?

Lo veo a la inversa. Creo que un nuevo fracaso constitucional que sea rechazado por la ciudadanía, con el 62% o con el 51%, significa pavimentar el terreno a opciones mucho más populistas.

¿Este riesgo lo ve tanto en la derecha, por ejemplo, del Partido Republicano y la izquierda más radical?

Le tengo más miedo a la izquierda. La propuesta más bien conservadora de derecha del Partido Republicano, hasta el momento, ha actuado, la institucional del partido, dentro de los esquemas propios de la democracia.

Usted habla de que hay conciencia de que esta es la última oportunidad para sellar un acuerdo. ¿Ve un aprendizaje en el oficialismo?

He escuchado en parte del oficialismo que no están de acuerdo en las listas de independientes. Eso es parte del aprendizaje. Siempre habrá posiciones duras, pero insisto en que la forma en que se ha dirigido la negociación es la correcta.

¿Y cómo ve al gobierno en esto?

Soy muy crítico del gobierno, en términos no solo de esta conducción específica, sino también en lo errático que ha sido. Intentaron poner ciertas fechas. Pero más me preocupa que el gobierno no tiene aprendizaje. Ellos perdieron con el plebiscito, ellos fracasaron. El Apruebo sacó la misma votación que la aprobación que tenía el Presidente en el momento. Segundo, si hay una negociación tan trascendente para efectos del país, en términos de sus próximos 40 años, y además hay una agenda social, económica y de seguridad tan significativa pendiente, entonces no es lógico que el gobierno esté permanentemente desafiando al Congreso. Esto es de convivencia democrática y la convivencia democrática se está estresando al máximo por las malas decisiones o decisiones ideologizadas del gobierno. Deberían avanzar en la agenda social y de seguridad.

Un sector de la derecha dice que el expresidente Piñera entregó la Constitución. ¿Fue un alivio que se rechazara el texto de la Convención?

No, lo he escuchado, me lo han dicho. No se entregó la Constitución sino que lo que hizo el Presidente Piñera fue buscar una salida democrática a un momento en donde había una crisis política.

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