Lo que sería un salto más en el Monte Brento en Italia, se volvió una verdadera pesadilla para un paracaidista. El artefacto sufrió un desperfecto durante el salto que casi le cuesta la vida: al momento de abrirse, quedó enganchado en una roca. Logró desprenderse del paracaídas y cayó al vacío, sufriendo la fractura de su tibia.