Tomás de Gavardo: “Sueño con ser periodista y hacer historia en el Dakar, como mi papá”

Con el anhelo de seguir los pasos de su padre, pero también de recorrer su propio camino profesional, el joven de 24 años -que estudia Periodismo en la U. Andrés Bello- hace una pausa obligada en sus entrenamientos y competiciones para hablar sobre su presente, el que enfrenta de la única forma que sabe hacerlo, acelerando y con determinación.



Al momento de nuestra conversación, Tomás de Gavardo aún mastica la rabia y la decepción de una nueva oportunidad desaprovechada por Colo Colo para clasificar a los octavos de final de Copa Libertadores. La noche del 29 de junio, los albos no pasaron del empate 0 a 0 ante Deportivo Pereira, provocando que millones de colocolinos amanecieran apesadumbrados, Tomás de Gavardo incluido.

“Desde chico he sido un enfermo de la pelota. Fanático de Colo Colo desde siempre, cuando tenía más tiempo iba al estadio. Vi el partido por televisión y sufrí por ese gol que nunca salió”, comenta Tomás de Gavardo, quien se encuentra en Santiago recuperándose de una lamentable lesión que sufrió mientras competía en Copiapó.

“Siempre me han gustado las motos, pero también siempre me ha gustado el fútbol. El periodismo deportivo me apasiona, cuando estaba más chico soñaba con poder ser periodista de fútbol, literal. Me gustaba estar informado de todo lo que pasaba”, cuenta De Gavardo, quien cursa justamente la carrera de periodismo en la Universidad Andrés Bello.

“Agradezco a la universidad por todo el apoyo que me da. Es fundamental que en Chile existan este tipo de instituciones para que los deportistas podamos también seguir nuestro desarrollo personal”, señala el estudiante de tercer año, al que aún le cuesta “separar el análisis de hincha y de futuro periodista cuando veo fútbol, especialmente a Colo Colo”, señala.

Sus comentarios más duros prefiere guardárselos off the record, pero no se aleja mucho de los que se pueden leer y escuchar en las voces de los más experimentados analistas de fútbol. Se nota que Tomás De Gavardo tiene una genuina pasión por el periodismo deportivo. “Sé que será difícil que pueda quizás dedicarme a comentar otra disciplina que no sea la mía, porque es a lo que me dedico y por mi apellido, se me vincula muy directamente al motociclismo”, reflexiona.

“Los estudios para mí son muy importantes. Tengo el sueño de ser periodista, de tener un título profesional. Hago el llamado para que los jóvenes deportistas se atrevan a hacer las dos cosas, porque con el apoyo de las instituciones es posible. Ojalá existan más lugares como la UNAB que de verdad permiten lidiar con la exigencia del deporte profesional para poder desarrollarnos en lo que nos apasiona”, resume el continuador de un apellido que casi que ruge al escucharlo.

Es que el apellido De Gavardo está inscrito en lo más alto del motociclismo, no solo chileno, sino sudamericano. Su padre, Carlo De Gavardo (1969-2015) es reconocido como uno de los mejores pilotos en la historia de este lado del continente y sigue siendo destacado por la promoción de esta disciplina, que ha multiplicado sus adeptos en los últimos 20 años, desde que consiguió ese histórico podio en el Rally Dakar 2001.

Construyendo su nombre en el desierto

“Sé perfectamente el legado que llevo con lo que hizo mi padre y para mí es una motivación. Llevar esta bandera y este apellido por diversas partes del mundo a mí me emociona, sé que es una responsabilidad muy grande, pero la llevo feliz”, comenta el joven piloto, que ya este 2023 compitió en su primer Dakar. “Mi papá estaría muy orgulloso por haber terminado mi primer Dakar”, sostiene seguro el mayor de los relevos de la generación De Gavardo. Su hermano Mateo, 3 años menor, lo acompañó como parte de su equipo técnico.

“El Dakar es parte de mi vida. Recuerdo que en nuestros fines de año todo en mi familia se empezaba a relacionar con esta competición, y haber podido estar ahí, y que me reconocieran por mi apellido fue muy gratificante”, sostiene Tomás, y también, aprovecha de relatar otro hecho que lo dejó muy feliz.

“Además, llevé el escudo de Colo Colo en mi pecho. Apoyado por el Club Social y Deportivo me transformé en el primer deportista en la historia de Chile en llevar al Dakar el escudo de un equipo de fútbol, y eso para mí fue doblemente emocionante”, detalla Tomás de Gavardo, reafirmando un fanatismo por el fútbol que iguala en algunos momentos del año al de las motos.

“Cuando entro en periodo de competencia, me tengo que mentalizar solo en la moto, porque el aspecto mental es muy importante. Y por ahí siento que tengo mucho por mejorar todavía, ganar en experiencia, en kilómetros, para transformarme en un mejor piloto”, señala.

Los próximos desafíos de Tomás de Gavardo están orientados a regresar al Rally Dakar el próximo año. “El desierto me encanta, siempre me he sentido muy bien compitiendo ahí y trabajo con el honor de llevar el apellido de mi padre, así que mi objetivo es llegar lo mejor preparado posible al próximo Dakar”, recalca el piloto, mientras planifica el resto del año 2023 entre sus competencias, sus entrenamientos y su vida como estudiante.

“De Gavardo” está escrito en el desierto de Chile, de Sudamérica, del Dakar, y eso Tomás, lejos de sentirlo como una presión, lo convierte en un incentivo.

“Tengo la suerte de ser un heredero de ese legado”, asume, con ese mismo tono genuino con el que habla de su pasión por el periodismo deportivo. Y a pesar de lo que él crea, seguramente el público nacional estaría entusiasmado de leer sus comentarios sobre otras disciplinas, así como le gustaría verlo llegar algún día a ocupar un podio en el rally más difícil del mundo, como lo hizo su padre.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.