Mapeando el diseño chileno

Local es una organización que lleva cinco años desarrollando diversos proyectos de difusión de diseño chileno. El Mapeo Local fue una encuesta a nivel nacional que se realizó entre 60 diseñadores como paso previo a una de las actividades programadas para este 2020. Los resultados muestran el momento complejo que –como otros sectores– sufren el diseño y la necesidad de entregar apoyo para su supervivencia. Por eso Local, en conjunto con MásDeco, buscará destacar actores relevantes, bajo distintos criterios de agrupación, a través de una serie de reportajes. El caso de hoy es una actitud honesta y sustentable en su producción.




“El diseño local es una forma de sustentabilidad eficiente ya que administra los recursos de producción en una escala menor, reduciendo el impacto ambiental, fomentando la manufactura intrincada en comunidades locales, beneficiando el bien común y difundiendo formas de consumo responsable e informado.

Cuando nos acercamos al diseño creado y elaborado por comunidades de manufactureros locales es inevitable que el resultado cargue con una identidad que comunique valores humanos como son el oficio y la tradición. Consecuentemente, las personas se conectan de forma mucho más profunda con los objetos, lo que genera un efecto interesante sobre la vida útil de estos y su percepción sobre el desecho.

Por otra parte, el efecto económico que tiene el consumo de diseño local es directo y rastreable. Es probable que si una persona consume un producto local pueda informarse sobre quiénes se ven beneficiados por tal compra. Es decir, la cadena de beneficiarios es transparente, comprendiendo el valor social que este tiene.

Por último, hay marcas de diseño local que socializan el propósito, llevando adelante una causa de impacto ambiental, social y cultural. Esto nos ayuda a todos como sociedad a entender el diseño como un soporte ético y responsable con el contexto”. Fabiola López y Joaquín Béjares, de Local.

LUP

Todo parte con tres jóvenes (Javiera Badilla, Rafael Salas y Sebastián Santamaría) y su idea de crear un nuevo material a partir de residuos plásticos. Con la fibra LUP entre manos buscaron aplicaciones para ella en localidades reconocidas por su artesanía y especialmente cestería. “Codiseñamos objetos en distintas localidades que combinan fibras vegetales con nuestra fibra de plástico reciclado. De esta manera estamos dando nuevo uso a residuos plásticos como las tapas de bebidas (plásticos 2, 4 y 5 principalmente) y al mismo tiempo acercamos soluciones a ciertas necesidades de los artesanos, que por un lado pueden renovar su oferta de productos y, por el otro, encuentran maneras de enfrentar la escasez de algunas fibras vegetales; reducen así su dependencia de estos recursos naturales, que si bien son renovables a veces tienen tiempos de recuperación prolongados”, explica Rafael.

‘Once’, la nueva colección de LUP, se iba a lanzar en Lollapalooza, y tenía sentido que así fuera: “Desde la marca hay una intención de manifestar el trabajo hecho a mano, pero ya que estamos trabajando con plástico intentamos abarcar un público más amplio y sobre todo más joven. Tratamos de entregar una propuesta más refrescante en el terreno de la artesanía”, dicen desde LUP. La colección ‘Once’ se hizo específicamente con la localidad de Chimbarongo y recoge la inspiración de la once chilena, mezclando lo tradicional con una innovación. “Son tres objetos decorativos: un canasto, una panera y un individual. Tratamos de trabajar con distintas localidades de artesanos, además de Chimbarongo lo hacemos con Mariquina”.

En términos de ventas LUP mantienen su web activa para esos propósitos, hace envíos y sigue en contacto con sus artesanos, quienes por la reducción del turismo se han visto muy afectados por la reciente situación. Ha sido muy éxitoso el kit de cestería, que crearon como una especie de reemplazo para los talleres que hacían. plasticlup.com / @plasticlup

Bosque Hundido

Todas las maderas que trabaja esta mueblería son rescatadas en lagos del sur de Chile. Son troncos que cayeron por acción del hombre en faenas forestales, talas, incendios y limpieza de orillas; recuperados selectivamente por sus dimensiones y calidad con técnicas de buceo en aguas profundas. Posteriormente son procesados en su propio aserradero, en las cercanías de Panguipulli; antes de que lleguen a su taller en Santiago pueden pasar entre uno y tres años secándose. “Trabajamos principalmente a pedido en muebles que nos permitan resaltar en las dimensiones y el carácter de estas maderas, con todas sus imperfecciones y detalles. Eso se logra mejor en mesas de todo tipo, de comedor, de reuniones, de centro y arrimos; también en respaldos de cama. Todas únicas e irrepetibles, porque incluso siendo de la misma especie, por las condiciones en que quedaron sumergidas las maderas tienen tonalidades y detalles muy diferentes. Eso es lo que buscamos traducir en cada mueble”, explica Felipe Martino, uno de los socios de Bosque Hundido.

En el último año han estado trabajando en su taller y en asociación con otros artesanos y carpinteros en la elaboración de productos con los retazos de su propia producción. Estos objetos van desde diferentes tablas para cortar a parlantes, instrumentos musicales y cuchillos. Esperan pronto reducir al mínimo su desecho y compostar su aserrín. “Estamos implementando un carrito de compras en nuestro sitio web y la idea es mostrar nuestras cosas nuevas, desarrolladas internamente como en colaboración”. @bosquehundido / www.bosquehundido.cl

JD de Juana Díaz

Cada una de sus colecciones tiene un concepto y un nombre que los presenta claramente. Por ejemplo, la colección ‘Capitalismo’ tiene una etiqueta que simboliza ‘mucho para pocos y poco para muchos’, o la colección ‘Migración’, que llamaba a humanizar la humanidad. “Son temas que me preocupan y me hacen pensar, de los que quiero hablar y generar reflexión”, explica la diseñadora. El medio para hacerlo son prendas atemporales y pensadas para calzar en distintos tipos de cuerpo, que no se rigen por el tallaje de la industria. “Nunca hemos hecho algo que se rija por tendencias que no resistan el tiempo. Cada vez hacemos más diseño genderless y sin talla o talla única. Usamos exclusivamente telas vintage de la desaparecida industria nacional o proveniente de ropa usada o de donaciones, o rescatadas. Por ejemplo, ahora estamos usando unas mezclillas que probablemente no son 100% hechas en Chile, pero son restos de bodega de una fábrica abandonada que tenía que ser desmantelada. Antes que lleguen al vertedero nosotros usamos esas telas en nuevas prendas. Estamos cumpliendo 20 años practicando esta metodología de producción sustentable que se asienta en la escasez de recursos”.

Los viajes son otra fuente de materias primas para Juana Díaz. De Japón, por ejemplo, trajo kimonos usados cuya seda integró a sus producciones. “Otra de nuestras técnicas son las telas del futuro. La estamos aplicando desde el año 2008 y es una nueva materia prima textil que creamos en el taller, que consiste en la unión de todos los retazos que producimos. Mediante este proceso de manufacturación artesanal, horas y horas de trabajo, reducimos al máximo nuestra generación de desechos”.

Actualmente las ventas de JD de Juana Díaz se concentran en sus redes sociales, especialmente en instagram. Paralelamente trabaja junto a otra diseñadora en una serie de mascarillas en que usan telas vintage. www.juanadiaz.cl / @telas_del_futuro

“En el último tiempo hemos notado que los proyectos de diseño chileno integran principios de sustentabilidad de forma elemental en sus propuestas de valor; ya dejó de ser un eslogan, hay marcas que nacen desde una causa ambiental o social. El diseño y la sustentabilidad se convierten poco a poco en una relación absoluta”. Fabiola López G.

Prima Muebles

“Hacer cosas lindas de manera simple con lo que tenemos al alcance. Una mezcla entre la industria nacional con carpintería y otras prácticas más artesanales”, así define Gastón Fuenzalida su marca Prima Muebles. Pueden enmarcarse en tendencias que vemos en otras partes, tener una influencia un poco japonesa y un poco nórdica, pero estos muebles son 100% originales y customizables. “No soy ebanista, soy arquitecto. No sabía mucho de muebles, pero entendí que con operaciones básicas se puede hacer mobiliario lindo y funcional. Lo sostenible viene como resultante natural de esta manera de pensar; al final lo más sostenible es usar los recursos que tienes más cerca y tratar bien a las personas. Tenemos prácticas de comercio justo y una relación muy honesta con nuestros carpinteros, los que enjuncan, los que reparten; pagamos lo mejor posible y marginamos lo justo para poder competir con lo que viene de Asia”, dice Gastón.

Trabajar con madera es siempre un tema sensible en Chile, pero en Prima tratan de hacerlo ‘con todas las de la ley’ y más. “Usamos la madera masiva (pino certificado) para hacer la mayor parte del mueble, y madera nativa para los detalles porque el bosque nativo no resiste una explotación mayor. Estamos 100% operativos a través de Instagram y nuestro sitio web. www.primamuebles.cl / @primamuebles

“La sustentabilidad es un factor esencial en el diseño sobre todo si lo vemos desde el contexto actual, donde necesitamos respuestas sensibles y respetuosas con nuestro entorno. Cuando el mensaje y el esfuerzo de diseño están puestos en este foco, el resultado se convierte en una postura humanitaria que ayuda a reforzar convicciones sobre un futuro mejor”. Joaquín Béjares H

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