Que pase la naturaleza

Fotos: Nathalie Artaxo.

Práctica, tanto en materiales como en funciones, que no fuera presuntuosa y que se completara con la presencia de lo hecho a mano y natural en su interiorismo. Esos fueron los requerimientos de una joven familia brasileña que quiso hacer de este lugar su refugio para el descanso.




Ubicada en un condominio en Monte Mor (São Paulo, Brasil), esta casa se proyecta como una continuación acogedora del paisaje que la rodea, gracias al interiorismo desarrollado por la arquitecta Marilia Pellegrini. “Desde la volumetría que se nos presentó, observamos la intención de hacer algo acogedor, sin pretensiones y que pudiera aportar ligereza a la familia a la hora de utilizarla”, cuenta sobre esta residencia de 900 m², en cuya arquitectura se usó paneles de cobre verde que se mezclan en el paisajismo y marcan el tono principal del proyecto.

El 90% del mobiliario fue hecho especialmente para este lugar, lo que, a juicio de Pellegrini, “nos permitió equilibrar los materiales de una forma muy especial” y eso es para la arquitecta “la gran receta de este proyecto”. Así la propuesta de diseño de los muebles en obra se integra como una prolongación de las líneas arquitectónicas de la casa, añadiendo la calidez de la madera, de manera discreta y, a la vez esencial, como un continuo de la naturaleza exuberante en la que se encuentra ubicada. Este noble material es homenajeado en pleno con una mesa de comedor, hecha de tablones naturales de pequi.

“La iluminación sumamente discreta en la arquitectura nos permitió atrevernos a realizar diseños especiales de lámparas”, cuenta Marilia sobre la del comedor, por ejemplo, hecha de hierro, reproduciendo la forma de unas jaulas, que se acompañan con otras diseñadas por Gilberto Paim y Maneco Quindere.

El resultado total es una casa donde la naturaleza entra, sale y rodea, como un continuo, porque en cada espacio los detalles están pensados con la idea de disfrutarla y contemplarla. @mariliapellegrini

Ideas que inspiran

Materiales y colores de la Naturaleza conectan su presencia en el interior.

1. Alfombra de jute de Rajastán, diámetro 1.50 m, $99.400 (@bazhars.alfombras) 2. Sofá Nadine 250, 3.5 cuerpos, funda arena, $1.860.000 (@tienda.canterano) 3. Lámpara colgante de ratán, $255.000 (@interlight.cl) 4. Cojín Sumbrella, 50 x 30 cm, $31.000 (@tienda.canterano) 5. Canasto de fibra de manila, 40 x 40 cm, $50.000 (@cesterahome) 6. Silla con brazos Atibaia, diseño de Paulo Alves, madera de cumarú, certificado FSC, $445.000 (@delinearechile) 7. Vasija terracota, $49.990 (zarahome.cl) 8. Pothus variegado, en macetero Milky, $29.990 (@rubus_cl) 9. Look terrazo: Porcelanatos rectificados y de terminación pulida, 90 x 90 cm y 11 mm de espesor. Aptos para pisos y muros con junta mínima recomendada de 2 mm, consultar precio según requerimiento (atika.cl).

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.