BMW F 900 R: arropados con la desnudez de su clase y tecnología

BMW F 900 R

Manejamos por carreteras y ciudades andaluzas uno de los productos más esperados del catálogo de BMW Motorrad: la totalmente nueva F 900 R, una naked que ya toca suelo chileno y que sale a reclamar un lugar en lo alto del segmento, cargada de aciertos inéditos y soluciones de vanguardia.




Cabo de Gata está a unos 50 kilómetros de Almería, por la costa sureña de España, un punto geográfico de soberbias bellezas andaluzas. Pero ni la playa, ni los cielos repartidos entre pedazos celestes y otros algodonados de nubes, consiguieron distraerme de lo bien que lo pasaba conduciendo la BMW F 900 R. Es la gran novedad 2020 en materia naked de la marca alemana y que pudimos conocer y manejar durante la presentación.

Por forma, tecnología y sorpresas de estilo hablamos de un producto inédito que la casa alemana anota en su “cilindrada media”, lo que en ningún caso debe hacernos olvidar que vamos en una máquina con motor de casi 900 cc y más de 100 Hp. No obstante, me resultó asombroso su ser gentil y amistoso para llevarla, aunque hay trecho para mayores demandas.

Está enfocada a rutas pavimentadas, aunque también es muy cómoda en la ciudad, ya que pese a su cilindrada y peso, la silueta es bastante esbelta. Para movernos distancias largas responde plenamente, pero su adn al desnudo no le permite llevar una pantalla frontal de protección contra el viento o defensas al estilo de una trail más clásica.

Entre paradas y reponedores cafés, con colegas de otros países concordamos que habrá un variado market share de motos japonesas que verán en esta BMW F 900 R una competidora severa. Su estética es elocuente, con esas zonas grises y aplicaciones en rojo, además del remate de la suspensión en dorado. En la parte delantera se la ve musculosa, lo que, a su vez, juega con una zaga minimalista, donde también queda muy bien el acompañante.

El motor de 853 cc que conocemos en el F 850 GS pasa casi al archivador, porque este también bicilíndrico escala a 895 cc y su potencia trepa a 105 Hp. Como el peso es de atléticos 211 kg se adivina el caudal de emociones y la respuesta dinámica que ofrece en prácticamente en todo rango. La experiencia de dejar ir al grupo y luego unirme a ellos, mediante recuperaciones y aceleraciones emprendidas con mayor profusión desde la piña derecha, resultó ser una probeta que me dio los datos suficientes para hablar de esto y valorar la notable respuesta dinámica que es capaz de entregar.

Lo tecnológico es vanguardia y una pantalla de 6,5 pulgadas sobresale por su acabado y cantidad de información. Me puede entregar hasta datos como la fuerza G, enlazarla a una app para hacer mis mediciones de trayectos, registros relacionados, pero que yo llamo a operar con cuidado, porque más de uno se podría entusiasmar más con la app que con la seguridad de la conducción. Mejor en un circuito privado…

Me gustó su sistema de luces adaptativas en curva y las suspensiones con regulación electrónica. Hay modos de conducción para programarla en lluvia (Rain), carretera normal (Road) y hasta los más deportivos Dynamic y Dynamic PRO (cambia la forma en que entran a escena el control de tracción, el ABS y la respuesta del motor). Como se está haciendo costumbre en una marca de lujo como BMW, tenemos asistente de cambio rápido, ya sea para subir como para bajar marchas, encendido sin llave y la opción de añadir el sistema MSR de control de par motor en frenadas. Esto evita que la rueda trasera se bloquee al reducir bruscamente con la fuerza del motor.

Un par de reparos: a mis 53 años, solidarizo con mis músculos y huesos para declarar que afloran ciertas mañas, y si bien la postura de manejo es excelente, me hubiese gustado un asiento un pelín más acolchado, con un mullido más notorio. Lo otro tiene que ver con cierta vibración menor de los retrovisores, pero nada alarmante ni que me impidiese disfrutarla.

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