Cómo el Monterey Car Week se transformó en la pasarela preferida de las marcas de autos y donde el pasado y futuro se visten de etiqueta

Cómo el Monterey Car Week se transformó en la pasarela preferida de las marcas de autos y donde el pasado y futuro se visten de etiqueta

Eventos, desfiles y concursos, todos con protagonistas de cuatro ruedas. Así es la Monterey Car Week, cita que cada año reúne a los clásicos más exclusivos y distinguidos de la historia con los superdeportivos más espectaculares del momento.




Si cada año el Concorso d’Eleganza Villa d’Este, ese glamoroso evento que se hace a orillas del lago di Como se transforma en uno de los escenarios más exclusivos de la industria automotriz mundial y es la cita obligada para los amantes de los autos en Europa, a este lado del mundo es el Concurso de Elegancia de Pebble Beach la muestra imperdible de vehículo de colección y que se realiza todos los años en agosto en el exclusivo club de gol californiano en Monterey, Estados Unidos.

Y así lo confirmó el fin de semana recién pasado en su edición número 72. Las múltiples actividades con la que cuenta el Monterey Car Week ha ido aumentado año a año, y hoy se considera como uno de los eventos más célebres del mundo automotor, debido, principalmente al impacto económico (más 60 millones de dólares y más de 100.000 visitantes de fuera del condado estadounidense). A eso se suma su componente solidario, donde son más de 10.000 niños quienes se ven beneficiados con las donaciones que se reciben durante esa semana. Desde que se comenzaron las actividades de caridad, se han recaudado más de 30 millones de dólares durante el evento.

Pero si se trata de omnipotencia, sin duda es el Concurso de Pebble Beach quien se roba la mayoría de las miradas.

En esta oportunidad, fue el Mercedes-Benz 540K Special Roadster de 1937 quien obtuvo el primer lugar en el Concurso de Elegancia. El modelo, que tuvo como primer dueño tuvo al Sha de Afganistán de la época, es uno de tres autos ejemplares que aún circulan por el mundo.

El modelo, prestando por Jim Patterson, de la Patterson Collection de Louisville, venció a los 216 autos de 18 países que participaron en la muestra. Con este triunfo, Mercedes-Benz llega a las 10 victorias en el Best of Show de Pebble Beach y rompe con ello el empate que tenía con Bugatti.

En el segundo lugar quedó otro modelo de la firma alemana: un 710 SS Special Roadster de 1930. Más atrás quedó un Alfa Romeo 8C 2300 Corto Figoni Cabriolet de 1932, y un Delahaye 165 Figoni et Falaschi Cabriolet de 1939.

Eso sí, también hubo otros autos que captaron fuertemente la atención de los asistentes. Y es que hoy Pebble Beach no sólo es una vitrina para los autos de época más distinguidos del orbe, sino también para exclusivas primicias mundiales.

Cada año más marcas acuden a esta selecta cita, ya sea con algún nuevo modelo, alguna edición especial o espectaculares prototipos, que apuntan directamente al perfil de personas que se congrega aquí, donde una simple entrada cuesta 250 dólares, poco más de 120 mil pesos.

Las novedades

Una de las grandes novedades vino de parte de Pininfarina, quien presentó en sociedad el Pura Vista Concept, un SUV 100% eléctrico que había adelantado unas semanas antes, en el que resalta su dinámico diseño y sus líneas deportivas. Con puertas de apertura inversa combinado con alas de gaviota, tiene una configuración para cuatro personas (2+2).

Otra italiana que deslumbró fue Maserati, al mostrar el MCXtrema, un superdeportivo exclusivo para las pistas y el más veloz de la marca jamás creado.

Desarrollado sobre la base del MC20 su producción estará limitada a 62 unidades y si bien no se entregaron todos los detalles mecánicos, la firma del tridente solo destacó que contará con 730 Hp de potencia gracias a su motor Nettuno V6 3.0L, el mismo del MC20, pero mejorado.

“El MCXtrema se creó con el objetivo de ofrecer un producto increíblemente exclusivo, que pueda establecer un nuevo paradigma para nuestros autos de pista”, señaló Davide Grasso, CEO de Maserati.

Hennesey no podía quedarse fuera de la Monterey Car Week 2023. La compañía de Texas presentó el Venom F5 Revolution Roadster, un impresionante biplaza con un acabado de fibra de carbono expuesta, una potencia de 1.817 Hp y una producción de sólo 12 ejemplares.

El hiperdeportivo presenta importantes mejoras en el diseño y aerodinámica, entre los que destacan los difusores delantero y trasero más grandes, una suspensión recalibrada y el alerón trasero está específicamente diseñado para este auto, entre otros. Su velocidad máxima aún no se ha confirmado y pero se estima que pueda alcanzar los 434 km/h.

Lo que sí se sabe es que su precio será de 3 millones de dólares y que si bien su producción está limitada a 12 unidades, no se descarta que la marca producir más si existiesen clientes interesados.

Un poco más “terrenal” fue la presentación de la marca alemana Mercedes-Benz, quien llegó con el SL 63 Manufaktur Big Sur, justamente inspirado en los atardeceres de California.

Con un motor V8 4.0L turbo con 585 Cv y 800 Nm, su carrocería se tiñe de un llamativo tono naranja metalizado, con una capota textil negra, llantas forjadas de 21 pulgadas, paquete cromado exterior AMG; en tanto en el interior se trabajó con el mismo contraste de negro y naranja usando mucho cuero Manufaktur Mystic Red y Black Nappa en contraposición a costuras y decorados en el tono punzante.

Las casa de lujo japonesas no quisieron estar ausentes y también dijeron presente en Monterey. Así entonces Infiniti estrenó el QX Monograph, el anticipo de lo que será la renovación del QX80, y que da muestra de nuevos aires en su lenguaje de diseño. Eso sí, del interior no develó nada, pues se trata de un car show.

Por su parte, la electricidad llegó a Acura con el ZDX. La filial de lujo de Honda revivió un nombre poco querido en su época (2009-2013), pero con el cual espera entrar con fuerza en el segmento de los SUV eléctricos.

El nuevo SUV aprovechará la plataforma Ultium de General Motors, con quien tiene una colaboración, y promete una autonomía de 506 kilómetros y una potencia máxima, en su versión de dos motores, de 500 Hp. La marca afirma que en un cargador rápido su batería es capaz de obtener unos 130 kilómetros de autonomía en sólo 10 minutos de conexión, su llegada se espera para el próximo año en el mercado estadounidense y su precio rondaría los 60 mil dólares.

El Monterey Car Week no sería lo mismo si no están Bugatti y Rolls-Royce. Y fueron ellas justamente las encargadas de mostrar una de las mayores excentricidades de la muestra californiana.

La firma francesa tuvo dos joyas: el Chiron Super Sport Golden y Golden Mistral Hypercar, un par de sueños dorados al que realmente pocos podrán acceder, pero el Mistral Hypercar se distingue mostrando la fibra de carbono al natural en varias piezas, mientras que en el interior Bugatti trabajó con dos tonos de piel auténtica y combinadas con el dorado. Pero sin duda que lo más impresionante está bajo el capó, pues esta exclusiva versión podría ser la despedida del motor W16 quad-turbo de 8.0 litros, que eroga 1.578 Hp. Serán 99 ejemplares y su precio supera los 5 millones de dólares. En todo caso, todas las unidades ya tienen dueños.

Rolls-Royce, por su parte, logra sobrepasar el lujo con el nuevo La Rose Noire Droptail. Se trata del modelo más lujoso de la historia que solo cuatro clientes tendrán la fortuna de poder tenerlo en su poder.

Se trata del primero de una especial serie de cuatro unidades que adelantan el diseño del próximo Rolls-Royce Droptai, el próximo descapotable que sustituirá al Dawn. Cada ejemplar, es un “one-off”, esto significa un vehículo único y está hecho bajo las estrictas indicaciones de sus dueños.

Inspirado en la rosa “Black Baccara”, demoraron más de dos años para colocar a mano las 1.603 piezas de madera, las 150 capas de pintura, la parte delantera cuenta con 202 lingotes de aceros inoxidables y pintados a mano.

Bajo su capó, el protagonista es su ya conocido motor a gasolina biturbo V12 que alcanza nada menos que una potencia de 591 caballos de fuerza y un par máximo de 800 Nm. Este se relaciona con una caja automática de ocho velocidades y su fuerza va a las ruedas traseras. La marca no reveló el precio.

Tal como en las últimas siete décadas, el Monterey Car Week no defraudó a nadie y los amantes del motor pudieron delietarse con la creme de la creme de la industria.

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