Estos son los elementos del auto que desaparecerán

Los últimos avances tecnológicos de la industria pronto dejarán obsoletos algunos dispositivos y mecanismos que hoy acostumbramos a ver en un vehículo.




Estamos en las puertas de una nueva era de movilidad, una donde la electrificación de los motores será la clave para descontaminar las calles del mundo. Y la industria se muestra imparable en ello, así como también en apartados como la performance, el confort y la seguridad.

Nos damos cuenta con cada auto nuevo que se presenta, que ya no son como antes, sino mucho mejores, con tecnología de punta, que nos hacen mucho más fácil la conducción y la vida a bordo. Avances que van dejando atrás ciertos dispositivos, elementos y sistemas hasta ahora comunes en un vehículo.

Los elementos que desaparecerán de los autos

Más temprano que tarde, los fabricantes dejarán de producir y equipar en sus cero kilómetro equipamiento tales como:

Antena de radio

Las antiguas antenas retráctiles para escuchar la radio ya están prácticamente erradicadas. Ahora son más pequeñas y normalmente van instaladas en el techo del vehículo, algunas con forma de aleta de tiburón, que tienen mejor recepción o que sirven para posicionamiento GPS para el navegador.

Las más avanzadas se están instalando en el parabrisas, de una forma prácticamente invisible.

Alzavidrios manuales

Ya prácticamente todos los vehículos cuentan con alzavidrios eléctricos en las cuatro puertas. Pero todavía quedan modelos, los más económicos, que llevan alzavidrios manuales en las puertas traseras. Estas también tenderán a desaparecer.

Caja de cambios manual

Puede que muchos la consideren indispensable para una conducción deportiva y un elemento irremplazable para muchos puristas, pero las cajas manuales están en vías de extinción.

En países como EE.UU. ya hay generaciones enteras que no conocen esta tecnología que ha sido reemplazada por cajas automáticas más rápidas, precisas, y eficientes, ya que además permiten consumir menos combustible.

Su gran verdugo serán los autos eléctricos, pues estos normalmente solo tienen una marcha hacia delante y otra hacia atrás.

Palanca de freno de mano

Con la aparición del freno de estacionamiento eléctrico, los automóviles modernos han dicho adiós a la clásica palanca del freno de mano. Esta nueva tecnología resulta muy útil desde el punto de vista de diseño, ya que libera muchísimo espacio entre los asientos.

Ahora este suele usarse para compartimientos de almacenamiento más grandes o para poner otros mandos o dispositivos de control, como las ruletas giratorias para manejar el sistema de infoentretenimiento.

Luces halógenas

Hoy en día, las luces con tecnología led ya son un “básico” en nuestra vida cotidiana, incluido el sistema de iluminación de los autos.

Su duración es mayor a las halógenas, pero sobre todo, su capacidad lumínica es muy superior y consumen bastante menos energía. Eso sí, a la hora de cambiarlas, el costo es mucho más elevado.

Llave

La llave de arranque tiene sus días contados. Los sistemas de “apertura sin llave” son cada vez más numerosos y económicos de implementar.

Además, la comodidad que supone abrir el auto o arrancarlo con la llave en el bolsillo es mayor. En contra tiene que si se pierde este dispositivo, su reposición es bastante más cara que hacer una copia de la tradicional llave.

Rueda de repuesto

La quinta rueda del auto ocupa espacio y eleva el peso total, por lo que ya desde hace años está en vías de extinción, sustituida por nuevas tecnologías como el “run flat” o los líquidos selladores, que ayudan a llegar hasta el taller para cambiar el neumático.

La mayoría de autos nuevos ya incorporan kits de reparación en lugar de la rueda de repuesto, liberando así espacio en el maletero.

El ruido del motor

Cuantos más autos eléctricos se ven por las calles más se reduce el tradicional ruido del motor. En el futuro solo se escuchará el ligero susurro de los propulsores eléctricos, el del viento y el de las ruedas sobre el asfalto. Pero que no se preocupen aquellos a los que les gusta el ruido del motor tradicional, ya que varios fabricantes de modelos eléctricos compensan la diferencia con una simulación que imita al motor de combustión.

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