Biden se unirá a protestas de trabajadores automotrices que amplían su huelga a 20 estados

Presidente Joe Biden expresó su apoyo a los trabajadores automotrices que se mantienen en paro. Foto: AP

El mandatario estadounidense declaró en X, la red social que solía llamarse Twitter, que visitará Michigan el próximo martes “para unirme a las protestas y solidarizarme con los hombres y mujeres del sindicato de trabajadores automotrices mientras luchan por una participación justa del valor que ayudaron a crear”.


El sindicato United Auto Workers amplió este viernes su huelga contra las principales empresas automotrices de Estados Unidos, al irse a paro en los 38 centros de distribución de autopartes operados por General Motors y Stellantis en 20 estados, aunque a Ford no le aplicó más cierres.

El presidente Joe Biden declaró en X, la red social que solía llamarse Twitter, que visitará Michigan el martes “para unirme a las protestas y solidarizarme con los hombres y mujeres del sindicato de trabajadores automotrices mientras luchan por una participación justa del valor que ayudaron a crear”.

Ford logró evitar nuevos paros porque la compañía accedió a algunas de las exigencias del sindicato durante las negociaciones la semana pasada, dijo Shawn Fain, presidente del UAW -siglas en inglés del sindicato- durante una presentación en línea ante obreros sindicalizados.

“Hemos logrado algunos avances reales en Ford”, comentó Fain. “Todavía tenemos serios problemas que resolver, pero queremos reconocer que Ford está demostrando que se toman en serio la idea de llegar a un acuerdo. En GM y Stellantis, la historia es diferente”.

Fain dijo que GM y Stellantis, sucesora de Fiat Chrysler, han rechazado las propuestas del sindicato para que haya aumentos salariales acordes al incremento del costo de la vida, participación en las ganancias y seguridad laboral.

GM dijo que ha presentado cinco ofertas “históricas” sobre salarios y seguridad laboral.

“La escalada de hoy por parte de la cúpula de la UAW es innecesaria”, manifestó la empresa en un comunicado. “La cúpula de la UAW está manipulando el proceso de negociación para sus agendas personales”.

Stellantis indicó por su parte que hizo una “oferta muy competitiva” el jueves con la que se les pagaría a todos los empleados de tiempo completo que ganan por hora entre 80.000 y 96.000 dólares en un periodo de cuatro años y siete meses, y permitiría “estabilidad en la fuerza de trabajo” durante ese tiempo. La empresa dijo que el UAW no ha respondido.

En lugar de implementar paros el viernes en más plantas de producción, el UAW decidió afectar centros que distribuyen autopartes a los talleres de servicio de las distribuidoras de automóviles. Eso podría hacer que pronto los consumidores se vean arrastrados al pleito, si es que las distribuidoras se quedan sin recambios.

El UAW dijo que los nuevos paros afectarán a otros 5.600 trabajadores, además de los casi 13.000 que se declararon en huelga la semana pasada en tres plantas de ensamblaje de Ford, GM y Stellantis. Esas huelgas originales continuarán, informó el sindicato.

El UAW sigue sin afectar a plantas que fabrican los vehículos más vendidos que produce Detroit, tales como las camionetas F-150 de Ford y Ram de Stellantis, que representan una parte muy grande de los ingresos y las ganancias de las compañías. Es una estrategia del sindicato para incrementar gradualmente el dolor que el paro le provoca a las empresas automotrices.

Analistas del Deutsche Bank calcularon el viernes que GM, Ford y Stellantis han dejado de producir más de 16.000 vehículos desde que la huelga comenzó la semana pasada en una planta de ensamblaje de Ford cerca de Detroit, una fábrica de GM en Wentzville, Missouri, y una planta de Jeep operada por Stellantis en Toledo, Ohio.

Anderson Economic Group, una firma consultora de Michigan que da seguimiento a esta industria, estimó el viernes que la huelga ha provocado daños económicos por 1.600 millones de dólares, lo cual incluye más de 500 millones de dólares para las compañías y más de 100 millones de dólares en salarios caídos para los huelguistas y cesados.

Los fabricantes de vehículos y algunos de sus proveedores han despedido a unos 6.000 trabajadores, medidas que dicen están relacionadas con el paro. GM cerró una fábrica en Kansas que utiliza partes troqueladas en la planta de Wentzville.

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