Demócratas ilusionados luego de la histórica derrota de Sarah Palin en Alaska

La candidata Sarah Palin habla desde su cuartel e campaña en el sur de Anchorage, Alaska. Foto: AP

Por primera vez en medio siglo, el estado le da la espalda al Partido Republicano, en un sorpresivo resultado que pone en duda el valor del respaldo de Donald Trump a la candidata.


Todo en esta elección fue excepcional: la convocatoria, la manera de contar los votos y, desde luego, sus resultados. La exgobernadora de Alaska y candidata republicana Sarah Palin se jugaba una vuelta triunfante a las urnas y la política norteamericana, con el respaldo de Donald Trump y luego de más de una década desde la derrota frente a Barack Obama y John Biden, cuando intentó ser vicepresidenta de John McCain.

Las encuestas y los medios que seguían la carrera le daban la ventaja, pero este miércoles, casi dos semanas después de que los habitantes de Alaska votaran, la sorpresa la dio Mary Peltola: demócrata y de origen yup’ik, pueblo aborigen del estado, entrará a la Cámara de Representantes, por lo menos, hasta noviembre de este año. Se trata de la primera nativa de Alaska en el Congreso.

Desde ya, la sorpresiva victoria de Peltola ilusiona a los demócratas, que apuntan a una “Blue wave” (ola azul, el color del partido) en miras a las elecciones de medio término que tienen lugar en noviembre y donde se renovará toda la Cámara Baja.

Sarah Palin junto a los otros candidatos en una conferencia en Alaska. Foto: AP

No se suponía que Alaska votara en agosto: como en cualquier estado, vota cada cuatro años por sus representantes en la Cámara Baja, y dada la población del lugar, solo se trata de uno. Todo cambio en marzo de este año, cuando Don Young, el representante republicano que llevaba 49 años en el cargo, murió, dejando libre la vacante por su escaño.

Con ese precedente empezó la campaña legislativa en Alaska, en la que el ganador solo estaría tres meses asegurado en la Cámara de Representantes, pero que al menos tendría un buen pie para la reelección en noviembre. Sarah Palin, del Partido Republicano, fue de las primeras en apuntarse a una carrera que parecía hecha para ella: conocida en todo el país, Palin ya había ganado una elección estatal en 2006, para el puesto de gobernadora.

En el camino se apareció Donald Trump, que de hace tiempo le debía el favor a Palin: ella fue una de las primeras en respaldarlo en su primera campaña presidencial. “Sarah impactó a muchos cuando me respaldó muy temprano en 2016, y esa vez ganamos en grande. Ahora, es mi turno. Sarah ha sido una campeona de los valores de Alaska, la energía, los trabajos y el gran pueblo de Alaska”, aseguró el expresidente en un comunicado.

Mary Peltola, candidata demócrata y ganadora de la elección especial en Alaska. Foto: AP

Pero a pesar de esto, los votantes quisieron otra cosa. A diferencia de otros estados, en Alaska el sistema de votación es a través de papeletas de “selección múltiple”: si nadie gana más del 50% de los votos siendo la primera opción, se eliminan los candidatos que quedan bajo el segundo lugar. De ahí se pasa a una “segunda vuelta”.

Habiendo cuatro candidatos, en tercer lugar quedó el republicano Nick Begich III. En primera instancia, sus votantes deberían haber marcado como segunda opción a Palin, pero prefirieron a Mary Peltola, que ya venía con ventaja de 40% contra 31% entre los votos de la “primera vuelta”.

Así, dos semanas después de las elecciones del 16 de agosto, una candidata demócrata triunfó en un estado tradicionalmente republicano: en 2020, Donald Trump ganó con un 52% en Alaska, siguiendo la tendencia del estado, que desde la presidencia del demócrata Lyndon B. Johnson, en 1964, siempre vota republicano en las presidenciales. “Es abrumador. Estoy muy agradecida de que los habitantes de Alaska hayan depositado su confianza en mí. Iré inmediatamente a trabajar”, declaró Peltola a The Wahington Post, luego de conocer el resultado de la votación.

Sarah Palin respaldando a Donald Trump en Ames, Iowa, el año 2016. Foto: AP

Para Trump y su partido, la derrota de Palin es propia. Durante todo este año, los pronósticos habían estado dándoles a los republicanos la ventaja para las legislativas de este año, que tendrán lugar el 8 de noviembre en todo el país. Con ambas cámaras hoy con estrecha ventaja demócrata, se teme que el partido del expresidente tome control de ambos espacios, haciendo aún más difícil el gobierno a Joe Biden.

Pero después de la sorpresiva victoria demócrata en Alaska, hay quienes piensan que se inicia una tendencia que beneficiaría al partido oficialista. El exasesor de Biden y analista de MSNBC, Cristóbal Alex, tuiteó: “Olviden todo lo que saben sobre las elecciones de medio término. El juego cambió. Una demócrata ganó la elección especial en Alaska, derrotando a Sarah Palin en el proceso. Y se hizo historia, porque Mary Peltola será la primera indígena de Alaska miembro del Congreso”.

El representante demócrata por Florida, Carlos G. Smith, comentó también: “Sarah Palin se hunde en Alaska y los demócratas ganan otro escaño que nadie se esperaba. La gente está cansada de los republicanos metiéndose con el derecho a abortar, y no volverán a hacerlo”.

The Washington Post también destacó la derrota republicana: “Bajo cualquier circunstancia, perder un estado que Trump ganó por 10 puntos es difícilmente un buen indicio para el GOP (”Grand Old Party”, como se conoce al Partido Republicano). Esto, sobre todo en un año que parecía traer grandes ganancias, y especialmente si los votantes moderados en otros estados muestran que están dispuestos a dejar de lado a los republicanos que vean demasiado radicales”.

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